Agrotendencias
Es patente que faltan patentes (tiempo estimado de lectura: 5 minutos) Albert Einstein: «No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo» Elisabeth Casanova García afgha@hotmail.com Jorge Quiroz Valiente 917 1067165 No solo en el sector agropecuario, sino en general, en México hace falta investigación original, es evidente por la falta de patentes. […]
16 de enero de 2022

Es patente que faltan patentes
(tiempo estimado de lectura: 5 minutos)

Albert Einstein: «No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo»

Elisabeth Casanova García
afgha@hotmail.com
Jorge Quiroz Valiente
917 1067165
No solo en el sector agropecuario, sino en general, en México hace falta investigación original, es evidente por la falta de patentes. Actualmente, la geografía de la innovación, observa una fuerte concentración en América del Norte, Europa occidental, Asia oriental y en menor medida, la India. Los países asiáticos son responsables de cada vez más investigaciones científicas e inventos, que alguna vez fueron dominio exclusivo de los países económicamente más fuertes.

Aparentemente se requiere conjuntar algunos aspectos para generar la innovación. Las grandes ciudades ofrecen a las empresas un gran mercado local, proveedores especializados e instituciones académicas que les permiten obtener economías de escala y mayor alcance. El conocimiento, a su vez, fluye mejor desde los investigadores a la empresa, lo que propicia una mayor vinculación con las universidades y trabajar con estrecha proximidad.

La creación de conocimiento se extiende a cada vez más países. Entre 1970 y 2000, solo tres países (Estados Unidos, Japón y Alemania), representaron dos tercios de toda la actividad de generación de patentes en todo el mundo. Cuando se incluyen las restantes economías de Europa occidental, la proporción alcanza un 90%. En los últimos años, el resto del mundo ha llegado casi de la nada para representar cerca de un tercio de toda esta actividad. Los datos científicos publicados se han extendido aún más en los últimos 20 años.

China y la República de Corea encabezan la creciente participación de nuevas áreas en la producción de conocimiento e innovación, ya que representan más del 20% de las patentes 2015-2017, mientras que en 1990-1999 apenas llegaban al 3%. Países como Australia, Canadá, India e Israel, también han contribuido a la difusión mundial de la innovación, pero la mayoría de países de medianos ingresos y todos los de bajos ingresos contribuyen poco o nada en la generación de conocimiento.

Las grandes empresas multinacionales que producen conocimiento, e investigación y desarrollo (I+D), han tenido una mayor colaboración debido a la creciente complejidad tecnológica lo que ha impulsado tanto la concentración de la innovación en determinadas áreas urbanas y su difusión mundial.

La actividad inventiva y científica dentro de cada país está concentrada en algunas áreas urbanas grandes, cosmopolitas y prósperas. En los EE. UU., estos puntos están en Nueva York, San Francisco y Boston y agrupan el 25% de todas las patentes estadounidenses

2011 y 2015. En China, los alrededores de Beijing, Shanghái y Shenzhen aumentaron su participación del 36 al 52% de todas las patentes chinas durante el mismo período.

Menos del 19% de la producción inventiva y científica en el mundo es generada por individuos ubicados fuera de los puntos críticos y los grupos de nicho. A pesar de este gran cambio en el panorama de la innovación global, más de 160 países, la gran mayoría, todavía generan poca actividad de innovación y no tienen ningún grupo destacado.

Particularizando en el sector agropecuario, en México no se registran patentes por desconocimiento, básicamente porque las personas más experimentadas de la investigación agropecuaria, tienen la consigna de resolver problemas locales y este tipo de investigación depende de la SADER, no de la Secretaria de Educación, que ahí hay un reconocimiento y apoyo a la investigación. En SADER, el apoyo es para transferencia de tecnología. La tecnología que se genera es escasa, pues no está vinculada a la industria, de acuerdo al Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI), no se pueden patentar: los procesos esencialmente biológicos para la producción, reproducción y propagación de plantas y animales, el material biológico y genético tal como se encuentra en la naturaleza, las razas animales, el cuerpo humano y las partes vivas que lo componen, las variedades vegetales.

Finalmente, la mayor parte de la tecnología que se genera es sobre la caracterización de procesos naturales para aplicación en productores de bajos ingresos, como es la producción y mejoramiento de semillas. Es necesario salir del letargo y cambiar la forma de resolver problemas haciendo tecnología, crear dispositivos que trabajen con internet de las cosas (IOT), maquinaria agrícola, identificación, cuantificación y evaluación de fitoquímicos tropicales, manejo postcosecha de productos agropecuarios, elaboración de nuevos productos alimenticios, manejo de sistemas de producción sustentables, plantaciones no tradicionales, etc.

Compartir: