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Se nos hizo tarde (tiempo estimado de lectura: 5 minutos) “El Hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza”, F. Nietzsche Elisabeth Casanova García afgha@hotmail.com Jorge Quiroz Valiente 917 1067165 Hace 70,000 años los primeros los primeros seres humanos poblaron la tierra. Según los expertos, la diferencia más importante de este […]
28 de noviembre de 2021

Se nos hizo tarde (tiempo estimado de lectura: 5 minutos)

“El Hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza”, F. Nietzsche

Elisabeth Casanova García
afgha@hotmail.com
Jorge Quiroz Valiente
917 1067165
Hace 70,000 años los primeros los primeros seres humanos poblaron la tierra. Según los expertos, la diferencia más importante de este grupo se debió a la capacidad de comunicarse y de imaginar cosas que existen y que no existen. Esos individuos fueron capaces de conocer profundamente su entorno y junto con ello, tenían una dieta equilibrada. Una teoría indica que en esa época comenzó la extinción de especies provocadas por el hombre.

En ese periodo, surgen los mitos y las ideas de hacen que las personas su unan ante un objetivo común. Ese objetivo normalmente lo compartían grupos de hasta 150 personas. También se argumenta, que las bases genéticas de la obesidad se inician debido a la necesidad de acaparar los alimentos con exceso de energía, como la miel y las frutas dulces, debido a lo esporádico y casual de su localización, entonces se consumían de más.

La agricultura y la domesticación de los animales surgen hace 12,000 años aproximadamente. En esta época, el ser humano comenzó a manipular la naturaleza voluntariamente. El perro fue la primera especie domesticada y junto con la domesticación y el sedentarismo, llegó la propiedad privada, ya que era necesario defender el territorio y almacenar alimentos para el siguiente ciclo. Al haber una mayor cantidad de alimentos, aparentemente habría más excedentes sin embargo, no fue así, las mujeres en vez de tener hijos cada tres años, los tuvieron cada año y el tamaño del núcleo creció; pronto fue necesario incrementar la superficie sembrada para abastecer la alimentación. La mayoría de las especies, tanto animales como vegetales, son silvestres, por lo que la siembra y el aprovechamiento de los animales solo se realizó en algunas especies. Esto propició que la dieta fuera desequilibrada y menos diversa; el cambio en los ecosistemas fue cada vez mayor.

En los últimos 500 años, la ciencia ha estado presente en las actividades humanas. La difusión del conocimiento y la tecnificación, ocasionaron la intensificación de los sistemas de producción de manera paulatina pero constante y se incrementó la producción, pero la población también fue creciendo. Apoyado en el pensamiento científico, Malthus estableció en un ensayo que la población crece de forma geométrica, mientras que la producción de alimentos aumenta de forma aritmética. Es decir, la población crece más deprisa que la capacidad de dar alimento a las nuevas generaciones. Surgieron las disciplinas de la ciencia y se utilizaron terrenos que de otra manera no se hubieran aprovechado y junto con ello las consecuencias del daño ecológico.

La revolución verde incrementó la producción significativamente. En los últimos 100 años el manejo intensivo de las especies domésticas se ha incrementado cada vez más, hasta llegar a la actualidad, donde se habla de agricultura y ganadería de precisión. Para tener una idea, la superficie cubierta de trigo actualmente es de 2.25 millones de km2; es decir un poco más que la superficie de México.

Ya no es posible producir los alimentos suficientes para toda la población, basados en sistemas de producción tradicionales; a este paso el planeta no será capaz de mantenerse y el calentamiento global ya se manifiesta. El carbono liberado al ambiente no se puede procesar y regresar al suelo con los ecosistemas actuales. Por lo tanto, entre menos cantidad de carbono del subsuelo utilicemos, menor será el impacto en el calentamiento global. El bióxido de carbono liberado a la atmosfera tarda en degradarse de manera natural 120 años, mientras que el metano, subproducto de la agricultura y ganadería solo 12 años, pero tiene un efecto 25 veces superior al bióxido de carbono.

No se trata de satanizar las actividades humanas, sino de tomar medidas que permitan la participación, considerando el deterioro ambiental como un problema de cada uno de nosotros.

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