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El altar y la ofrenda en la cultura Yokot’an (tiempo estimado de lectura: 6 minutos) “En México se vive la muerte y se llora con mucha alegría” Dicho popular Elisabeth Casanova García afgha@hotmail.com Jorge Quiroz Valiente 917 1067165 La cultura es la representación de lo mejor y más valioso de un pueblo, un legado que […]
7 de noviembre de 2021

El altar y la ofrenda en la cultura Yokot’an
(tiempo estimado de lectura: 6 minutos)

“En México se vive la muerte y se llora con mucha alegría” Dicho popular

Elisabeth Casanova García
afgha@hotmail.com
Jorge Quiroz Valiente
917 1067165
La cultura es la representación de lo mejor y más valioso de un pueblo, un legado que es necesario conservar, que pertenece a todos y que por ello debe ser transmitido, aprendido e interiorizado. El idioma original, tradiciones familiares y comunitarias, memoria histórica, religión, expresiones artísticas populares, música y gastronomía forman parte de este patrimonio.

México se encuentra entre las 10 naciones con mayor diversidad cultural del planeta. A pesar de sus diferencias culturales, que se revelan en una gran variedad de lenguas y costumbres, los pueblos indígenas de México comparten la historia de dos tradiciones que confluyeron en el siglo XVI. Para los pueblos indígenas, sin embargo, han significado la unión de dos culturas que se integraron hasta llegar a confundirse, produciendo nuevas formas de diversidad cultural que hoy forman parte del patrimonio intangible de México

Los estudios históricos y antropológicos han permitido constatar que las celebraciones dedicadas a los muertos no sólo comparten una profundidad histórica, sino también su diversidad contemporánea de manifestaciones, en razón de la pluralidad étnica y cultural sobre la que se sustenta el país.

La festividad del Día de Muertos muestra el sincretismo resultado de largos procesos culturales, donde más de 40 grupos indígenas, que superan los seis millones de personas, sostienen rituales asociados con esta celebración.

Aun siendo un estado con una significativa población inmigrante, en Tabasco existen poblaciones locales indígenas que tienen que ver con los orígenes de la cultura de México, algunas de ellas derivadas de etnias de Chiapas pero también los Yokotanob, propios de Tabasco, donde la ofrenda, los altares, rituales y rezos guardan una riqueza cultural extraordinaria.

El inicio del ciclo agrícola, considerado especialmente para la llamada “milpa de año” en la zona Yokot’an, se marca con lo que se conoce como “abrir la tierra”, donde los campesinos primero hacían una petición a la tierra, para sembrarla. Ahora esta petición se realiza de manera doméstica, colocando bajo el altar católico, las semillas en remojo que serán sembradas el día siguiente.

Uno de los momentos más importantes previos a la cosecha es doblar el tallo del maíz para ayudar a secar el grano y protegerlo de las enfermedades y el daño de plagas. Esa se convierte en una actividad comunitaria y familiar. Se cortan los primeros elotes y los

llevan en la enrama como Ofrenda a la iglesia y al altar doméstico para sahumarlos, agradecer y preparar las primeras tortillas de maíz y los tamalitos dulces. Esta ceremonia recibe el nombre p’an chob noj, que literalmente se traduce “comer la primicia del maíz tierno”

Existen registros rituales y celebraciones de pueblos originarios de hace más de tres mil años. En las comunidades indígenas de Tabasco se conservan prácticas del México prehispánico; en el caso de la cultura Yokot’an, algunos ejemplos de ésta celebración se describen a continuación:

Para dar inicio a la celebración del Día de Muertos o Día de las Ánimas en la comunidad yokot’an de Tecoluta, los pobladores presentan, al interior de la iglesia, un altar de ofrenda que se compone de comida, bebida y frutas, que cada familia aporta.

Es considerado el altar más antiguo en la zona, su ornamentación es sencilla y sobria, pero manteniendo siempre presente el concepto de la dualidad que es propio de la cultura Yokot’an, en donde se considera que en la vida y el universo están siempre presentes el hombre y la mujer en igualdad de importancia.

El día 31 de octubre por la noche se realiza el ofrecimiento del altar comunitario y con ello se da inicio al tiempo de lo sagrado para ir a recibir a las ánimas al cementerio y llevarlas de regreso a cada una de sus casas para disfrutar las ofrendas que en su honor se han preparado.

El altar en Mazateupa se realiza a través de una promesa. La familia se organiza con un año de anticipación, criando animales para la comida que se va ofrecer y los mejores frutos de la cosecha; según las posibilidades económicas, puede ser un ritual más sencillo con pozol y dulces.

El altar tiene una serie de elementos: cántaros, apastes, cajetes, jarritos, jícaras ahumadas y cucharas de madera labrada, así como ornamento de elementos naturales como palmas, cañas, etc. La disposición de elementos es dirigida por un patrón y un ayudante, que antes de colocarlos, los sahúma. Después de esta ceremonia se inician los rezos.

Los pueblos originarios guardan una relación especial con la tierra y su reconocimiento como Madre de los seres humanos; es de la tierra y su generosidad que se obtiene lo necesario para vivir. Los altares y ofrendas que hemos visto en los últimos días son una muestra de la riqueza de la cultura mexicana.

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