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Las frutas, regalos cotidianos del trópico: La guaya (tiempo estimado de lectura: 6 minutos) “Cuando el pájaro la pica, es cuando la fruta está rica” Dicho popular Elisabeth Casanova García afgha@hotmail.com Jorge Quiroz Valiente 917 1067165 La especie de fruta comestible guaya (Melicoccus bijugatus) proviene de un árbol leñoso de crecimiento lento que se cree […]
27 de junio de 2021

Las frutas, regalos cotidianos del trópico: La guaya (tiempo estimado de lectura: 6 minutos)
“Cuando el pájaro la pica, es cuando la fruta está rica” Dicho popular

Elisabeth Casanova García
afgha@hotmail.com
Jorge Quiroz Valiente
917 1067165
La especie de fruta comestible guaya (Melicoccus bijugatus) proviene de un árbol leñoso de crecimiento lento que se cree que se originó en el norte de América del Sur, específicamente en las regiones de Colombia, Venezuela, Guayana Francesa, Guyana, Surinam y la isla de Maragarita. Se cultiva y consume principalmente en estas regiones, así como en Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Panamá, el Caribe, Cuba, Jamaica y sur de México.

La guaya tiene cáscara verde que cubre una pulpa carnosa de color salmón adherida a una semilla. A menudo se encuentran creciendo silvestres en patios traseros, a lo largo de caminos y senderos en sus regiones nativas. Aunque la mayoría de los árboles frutales se cultivan naturalmente a partir de semillas, algunos cultivares superiores se propagan mediante injertos en Puerto Rico y Florida. Los frutos maduran en los meses de verano (generalmente de julio a septiembre). Los vendedores ambulantes venden estas frutas estacionalmente, en cantidades limitadas en las ciudades grandes del sureste de México.

Los frutos de M. bijugatus están relacionados con varias especies que son más conocidas, como: longan (Dimocarpus longan Lam.), Lichi (Litchi chinensis L.) y rambután (Nephelium lappaceum L.). A diferencia de sus parientes asiáticos, la guaya tiene poco interés hortícola y una importancia económica marginal. Esto puede deberse a que las frutas son principalmente populares en las regiones donde hay varias frutas nativas y tienen poco valor monetario. Además, las características físicas de estas frutas pueden contribuir a su limitado éxito comercial en el mercado internacional; la pulpa es a menudo difícil de separar de la semilla y normalmente sólo se obtienen pequeñas cantidades de pulpa comestible después de un esfuerzo intensivo en mano de obra.

Aunque los incentivos económicos insuficientes pueden explicar la falta de investigación sobre los efectos en la salud de estas frutas, existen varios usos etnomedicinales de la pulpa y semillas de la fruta de M. bijugatus reportados en la literatura. Gran parte de esta información proviene del norte de América del Sur.

En Venezuela, las semillas tostadas se pulverizan y se mezclan con miel y se consumen como un jarabe o té antidiarreico. El embrión asado también se prepara y consume de manera similar a las castañas. Los indígenas de la región del Orinoco utilizaban las semillas cocidas como sustituto de la yuca o la molían en harina para hacer pan. En Nicaragua, se reporta el uso de la leche de semilla u “horchata” para el tratamiento de parásitos. Por lo general, las semillas se tuestan antes del consumo con fines dietéticos o medicinales, lo que probablemente reducirá la toxicidad de las semillas o las hará más digeribles.

La pulpa de la fruta de guaya se consume como alimento o bebida. El jugo generalmente se chupa hasta que todo lo que queda es el material fibroso adherido a la semilla. El relleno de panes, mermeladas o jalea se elabora con la pulpa. Las frutas peladas también se hierven para hacer jugo para bebidas frías y el jugo de fruta se ha utilizado como colorante experimental. En Colombia, el jugo ha sido enlatado comercialmente. En Puerto Rico, se elabora una bebida alcohólica conocida como “bili” añejando las frutas con ron. La pulpa de la fruta también se utiliza para el tratamiento de la hipertensión, el asma, la diarrea y el estreñimiento.

La información etnobotánica combinada con datos fitoquímicos y detalles quimiotaxonómicos confirman que la pulpa y el embrión de las frutas de M. bijugatus tienen valor medicinal y dietético para las personas. La guaya como alimento indica que la pulpa de la fruta y el embrión tostado son relativamente seguros para consumir en cantidades moderadas. Sin embargo, la información obtenida de las entrevistas etnobotánicas sugiere que la pulpa de la fruta puede tener efectos toxicológicos potenciales cuando se consume en exceso o durante períodos de crecimiento o altos requerimientos de hierro.

Los bosques tropicales secos regenerados naturalmente algunas veces están dominados por especies de como Melicoccus bijugatus. Se ha documentado ampliamente que la pérdida de bosques secos tropicales se debe a causas múltiples y complejas. Las causas frecuentes son los cambios de uso de la tierra para la producción agrícola y los pastos para el ganado y en algunas regiones, por la tala ilegal y el aumento del turismo.

Para describir el sabor y textura de estos frutos, se requiere mucha imaginación, ya que en cuestión de sabor combina el dulce, ácido y amargo. La sensación primera es de frescura, luego deja una sensación agarrosa en la boca. El trópico ofrece un caudal de frutos casi inagotable y la invitación siempre está abierta para que los turistas integren a sus rutas, la experiencia gastronómica.

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