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Las frutas, regalos cotidianos del trópico: el marañón (tiempo estimado de lectura: 6 minutos) “Más valen frutos que flores, que los unos dan sabores, y las otras no más que olores.” Dicho popular Elisabeth Casanova García afgha@hotmail.com Jorge Quiroz Valiente 917 1067165 Varios estudios han evidenciado que las plantas alimenticias que se utilizan actualmente en […]
20 de junio de 2021

Las frutas, regalos cotidianos del trópico: el marañón (tiempo estimado de lectura: 6 minutos)

“Más valen frutos que flores, que los unos dan sabores, y las otras no más que olores.” Dicho popular

Elisabeth Casanova García
afgha@hotmail.com
Jorge Quiroz Valiente
917 1067165
Varios estudios han evidenciado que las plantas alimenticias que se utilizan actualmente en todo el mundo fueron domesticadas por los amerindios; ejemplos de tales plantas son la papa (Solanum tuberosum L.), el maíz (Zea mays L.), la yuca o mandioca (Manihot esculenta Crantz) y el camote o batata (Ipomoea batatas (L.) Lam.). Hay otras frutas más preciadas como la piña (Ananas comosus (L.) Merr.) y el marañón (Anacardium occidentale L.), por citar algunas que se catalogan como frutas exóticas, aunque el adjetivo de exótico se refiere a que no son propias de un lugar determinado y el término correcto es frutas tropicales; otro dato interesante es que el 98% de los países productores de frutas tropicales son países en desarrollo, mientras que los países desarrollados representan alrededor del 80% de los países importadores de estas frutas. La piña, el mango, el aguacate y la papaya, representan aproximadamente el 75% de las exportaciones de productos frescos tropicales y la producción mundial se ha estimado en casi 70 millones de toneladas.

A pesar del uso muy antiguo de las plantas, hoy el conocimiento tradicional prehispánico es poco difundido y utilizado por los mexicanos. Este hecho es consecuencia del modelo de producción, basado en actividades que llevaron al monocultivo. Durante el periodo de colonización entre 1500 y 1822, también se introdujeron especies exóticas en América, como el cultivo de: mangos, canela, jengibre y otras especies de Asia. La introducción de especies exóticas ha continuado a lo largo de los últimos siglos. Hoy en día, la agricultura en México todavía se basa en especies exóticas como la caña de azúcar de Nueva Guinea, el café etíope, el arroz filipino y la naranja de China. Sin embargo, muchas otras especies nativas que podrían ser utilizadas en alimentación y gastronomía tienen un potencial desconocido. Por tanto, existe la necesidad de recuperar información sobre las especies de plantas nativas útiles, para promover su mejor aprovechamiento.

El marañón, que también se le conoce como cajú, anacardo, caguil o merey, nació en Brasil, en la zona amazónica. No obstante, se da muy bien también en Venezuela, Colombia, Centroamérica y el sur y sureste de México, donde se ha consumido durante siglos y su uso fue registrado por cuatro naturalistas europeos. Crece en México posiblemente desde antes de la invasión española, en lugares como la península de Yucatán, Chiapas, Veracruz y Oaxaca. Es un árbol de 5 a 7 metros de altura, que comienza a dar frutos desde los tres años y dura hasta 30. La fruta tiene forma de pera, aunque su color es rojo o amarillo y mide de 4 a 8 centímetros, su pulpa es carnosa y jugosa, en un extremo tiene un pseudofruto con forma de riñón de color verde a gris, que mide de 2 a 3 centímetros de largo, denominado anacardo, nuez de la india o nuez del marañón; este fruto o nuez es duro y seco, y tiene gran demanda por sus excelentes propiedades nutricionales y medicinales, además de delicioso.

La fruta de marañón muestra actividades antioxidantes, antiinflamatorias y muchas otras biológicas, lo que confirma su potencial como alimento funcional. Los usos potenciales de las plantas medicinales están lejos de agotarse, y una de las herramientas más importantes en el estudio de las plantas medicinales es el rescate del conocimiento tradicional. Su potencial etnofarmacológico ha sido demostrado en varios estudios preclínicos, principalmente en el tratamiento del asma, trastornos gastrointestinales, además de indicar una importante actividad antibacteriana. Sus células epiteliales producen de forma natural un exudado, comúnmente llamado chicle de anacardo, que se usa popularmente en aplicaciones farmacológicas. Tanto el Anacardium occidentale y Passiflora edulis (maracuyá) que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias sugieren ser posibles alimentos funcionales para aliviar la hipoxia crónica ocasionada por la obesidad.

El marañón no suele consumirse tanto como fruta fresca, ya que la savia lechosa que tiene deja una sensación astringente en el paladar, sin embargo es muy utilizado en jugos, mermeladas o jaleas, helados y nieves. Su sabor es muy particular y por describirlo sucintamente, es ácido, dulce, muy aromático y aunque el fruto no es tan conocido, la nuez sí. Se usa en muchas formas, principalmente tostada, como aperitivo. Hoy en día, en las nuevas tendencias alimentarias es muy útil en la elaboración de leches vegetales, mantequillas y otros subproductos para dietas vegetariana o veganas.

Los frutos tropicales representan una gran oportunidad de alimentación e investigación sobre sus componentes alimenticios y farmaceúticos. Un laboratorio de investigación sobre frutos tropicales puede ser una iniciativa interesante para conocer, fomentar, comprobar y conservar conocimiento y posibilidades de estos regalos naturales, que para los tabasqueños son tan cotidianos.

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