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El alimento, un derecho humano (tiempo estimado de lectura: 5 minutos) “La alimentación no sólo se trata de comer bien, también se basa en aprender a vivir” Patricia Compton Elisabeth Casanova García afgha@hotmail.com Jorge Quiroz Valiente 917 1067165 En tiempos donde se habla de la soberanía y su importancia en la vida moderna, se debe […]
28 de febrero de 2021

El alimento, un derecho humano (tiempo estimado de lectura: 5 minutos)

“La alimentación no sólo se trata de comer bien, también se basa en aprender a vivir” Patricia Compton

Elisabeth Casanova García
afgha@hotmail.com
Jorge Quiroz Valiente
917 1067165
En tiempos donde se habla de la soberanía y su importancia en la vida moderna, se debe reflexionar sobre cuáles son nuestras aspiraciones como personas, como estado y como país. Entendiendo por soberanía el poder que tiene el estado sobre su territorio donde ninguno es superior a él. En estricto sentido, muy pocos países, si es que alguno, pueden ser totalmente soberanos. En cambio, lo que se busca actualmente es tener seguridad, es decir evitar riesgos.

A finales del año pasado, la FAO publicó “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2020”, donde desglosa la situación mundial, enfatizando las dietas asequibles y saludables. En 2020, la pandemia de COVID-19, está empeorando las perspectivas económicas mundiales de un modo que nadie podría haber anticipado, por lo que hay que tomar previsiones. Desde 2014 el número de personas que padecen hambre en el mundo ha ido aumentando lentamente. Dos mil millones de personas, es decir, el 26% de la población mundial, padecían hambre o no tenían acceso regular a alimentos nutritivos y suficientes en 2019. Esta situación podría empeorar si no se actúa de inmediato y de manera eficiente. En México uno de cada ocho niños menores de 5 años presenta desnutrición: los adolescentes del sur del país, tienen el doble de probabilidades de tener una desnutrición crónica, respecto a los estados del norte. Los niños que viven en hogares con inseguridad alimentaria de moderada a severa tienen mayor prevalencia de desnutrición. En contraste, la prevalencia del exceso de peso en escolares de la región norte es mayor que en los estados del sur; el índice de niños y adolescentes con sobrepeso y obesidad se presenta en 3 de cada 10. NO hay que olvidar que una mala nutrición no solo es un problema de salud (talla y estatura), sino que es un problema para el desarrollo del aprendizaje.

De acuerdo a investigaciones al respecto, la población en situaciòn de pobreza en México satisface sus necesidades de consumo con calorías adquiriendo alimentos de bajo costo, pero también de baja calidad alimenticia; centradas fundamentalmente en harinas y azúcar refinada, como panes, pastas, etc. Es necesario tomar en cuenta que los países de ingresos bajos dependen más de los alimentos básicos y menos de las frutas, hortalizas y alimentos de origen animal, en contraste con los países de ingresos altos. Las dietas saludables son caras, se estima que las dietas saludables son cinco veces más costosas que aquellas que solo satisfacen las necesidades de energía alimentaria mediante alimentos con base en cereales. las personas con inseguridad alimentaria moderada consumen un mayor número de alimentos que suelen ser más baratos en relación con las calorías que proporcionan (cereales, raíces tubérculos y plátanos) y consumen cantidades menores de alimentos costosos (carne y productos lácteos), en comparación con las personas que gozan de seguridad alimentaria. México en particular muestra un descenso del consumo de frutas y productos lácteos a medida que aumenta la gravedad de la inseguridad alimentaria.

En los últimos años, el aumento de la productividad agrícola por regiones ha sido muy desigual, los esfuerzos adicionales para mejorar la calidad de la dieta, especialmente para las crecientes poblaciones con bajos ingresos, requerirá de un mayor consumo de alimentos de origen animal, incluidos los productos lácteos, así como de productos pesqueros y acuícolas, para satisfacer las necesidades de aporte proteínico de esas poblaciones. Sin embargo, el carácter perecedero de los alimentos de origen animal, especialmente de la leche, el pescado y los huevos frescos, puede limitar la oferta y, en consecuencia, inducir un aumento de los precios.

La orientación a la población respecto a tener una buena nutrición es fundamental, pues a veces existen los alimentos para tener una dieta saludable, pero por ignorancia se consume una dieta desbalanceada; la única forma de combatir una mala cultura alimenticia, es desde la educación.

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