Agrotendencias
¿Por qué importamos tanto? (tiempo estimado de lectura: 5 minutos) “Compra en casa, vende en casa y harás casa” Ana Belén Macipe Elisabeth Casanova García afgha@hotmail.com Jorge Quiroz Valiente (917)106 7165 Colaboración especial de Jorge Quiroz Casanova Tras la firma de un Memorándum de Entendimiento entre la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural con el […]
21 de junio de 2020

¿Por qué importamos tanto? (tiempo estimado de lectura: 5 minutos)

“Compra en casa, vende en casa y harás casa” Ana Belén Macipe

Elisabeth Casanova García
afgha@hotmail.com
Jorge Quiroz Valiente
(917)106 7165

Colaboración especial de Jorge Quiroz Casanova
Tras la firma de un Memorándum de Entendimiento entre la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural con el Ministerio Guatemalteco de Agricultura Ganadería y Alimentación (MAGA), se llegó a un acuerdo en el que México accede a la entrada de ganado de Guatemala. Una vez cruzado por el punto aduanero, los animales se llevarán hacia un corral de engorda, mismo en el que permanecerán hasta llegar al peso deseado. Concluido el proceso de engorda, que dura entre tres y cuatro meses, los bovinos serán enviados a establecimientos de sacrificio Tipo Inspección Federal (TIF), con lo cual se completará la cadena sanitaria, ofreciendo protección a la producción pecuaria y a la salud de los consumidores mexicanos.

En México, el consumo de carne por persona (res, cerdo, ave, ovina y caprina en conjunto) en 1980 era de 23 kilogramos; para el 2005 fue de 34 y actualmente es de 65, lo que significa que en las dos últimas décadas se registró un incremento de 91.2% (31 kilogramos). En el periodo, el aumento en la ingesta de carne de ave pasó de 10 a 31.4 kilogramos, lo anterior supone, en parte, un aumento en el poder adquisitivo de la población en el periodo señalado. Cabe mencionar que para el lapso al que se hace referencia la población creció 2.3 veces, con lo cual el número de consumidores registró también un aumento. El consumo aparente per cápita de carne de res del país es de alrededor de 15 kg, mientras que en Tabasco es de cerca de 30.3 kilos anuales, lo que significa un consumo aproximado de 83 gr diarios, y adjunto a la producción destinada al abastecimiento de las necesidades propias del país, en 2018, México exportó al mundo 377 mil toneladas de productos cárnicos e importó 2.3 millones de toneladas.

Por otra parte, durante el presente ciclo se exportaron a EUA 896,821 becerros y 219,039 vaquillas. Lo anterior nos muestra una enorme contradicción, puesto que se exporta una muy considerable cantidad de cabezas de ganado, pero a la vez se importa una cantidad gigantesca de carne procesada. De lo previamente dicho surge la duda de si realmente deberíamos depender tanto del extranjero para satisfacer la demanda de carnes cuando en el propio México se cuenta con la infraestructura necesaria para llevar a cabo todo el proceso, desde la crianza hasta la matanza.

Dentro de las bondades de la importación de ganado en pie desde Guatemala fomentada por la SADER y la Secretaría de Economía está que se ha legalizado una práctica de importación irregular y que en su momento parece aliviar el trasiego ilegal de ganado por todo el país. Sin embargo, si no se controla, podría representar un fuerte golpe a los productores mexicanos. La importación indiscriminada de ganado bovino desde Centroamérica para favorecer la compra de materia prima barata a los engordadores especializados, que son los únicos beneficiados con este acuerdo,

terminará por derrumbar los precios del ganado bovino en pie debido a un exceso de oferta, en perjuicio de los productores mexicanos, pues no se verá reflejado en los consumidores.

Con esta información se aprecia que durante este periodo en el que será necesario la participación de todos para acelerar la recuperación económica debemos procurar la organización a nivel de lso productores, aprovechar al máximo el Rastro TIF de la Asociación Ganadera Local de Centro y sobre todo, consumir productos locales. Evitemos la importación de alimentos y fortalezcamos a los productores locales.

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