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¿EQUIDAD O IGUALDAD? (tiempo estimado de lectura: 6 minutos) “Ser libre no es solo deshacerse de las cadenas propias, sino vivir de una forma que respete y mejore la libertad de los demás” Nelson Mandela ELISABETH CASANOVA GARCÍA afgha@hotmail.com JORGE QUIROZ VALIENTE (917)106 7165 Las reflexiones que se originaron por el día de la mujer […]
15 de marzo de 2020

¿EQUIDAD O IGUALDAD? (tiempo estimado de lectura: 6 minutos)
“Ser libre no es solo deshacerse de las cadenas propias, sino vivir de una forma que respete y mejore la libertad de los demás” Nelson Mandela

ELISABETH CASANOVA GARCÍA
afgha@hotmail.com
JORGE QUIROZ VALIENTE
(917)106 7165
Las reflexiones que se originaron por el día de la mujer y la mega-marcha llevada a cabo en las principales ciudades del país, en muchos casos coincidieron en que el día de la mujer no es un día para celebrar, como la publicidad y mercadotecnia lo ha manejado, sino más bien es un momento de reflexión y agradecimiento a las mujeres que han dedicado buena parte de su vida para que el mundo sea un lugar más equitativo y que se hayan rescatado algunos derechos de las mujeres, que durante mucho tiempo estuvieron olvidados.

Como muchas de las actividades de protesta, tienen su lado amable y el lado áspero. La paradoja que vivieron muchas mujeres que apoyaron el movimiento, pero que tuvieron que trabajar por razones humanitarias es también loable. Este 9 de marzo la ausencia de las mujeres fue una realidad en escuelas, bancos, comercios y otros espacios públicos.

Cuando se hicieron planes para el Día Internacional de la Mujer, un grupo de mujeres de Veracruz llamado «Brujas del Mar» propuso una huelga entre semana, cuando se podía sentir el verdadero impacto. Un día en México sin mujeres significaría que no podrían ir a la escuela, no podrían ir a trabajar, no podrían comprar nada en el supermercado o con sus vendedores locales. No podían publicar en las redes sociales, usar el transporte público, visitar a sus familiares o ir a reuniones sociales. Fue un día para personas de todas las clases sociales para darse cuenta del valor de las mujeres y las niñas en la sociedad y su impacto económico.

Según las estadísticas, las mujeres representan poco más del 40% de la fuerza laboral agrícola en el mundo en desarrollo, una cifra que ha aumentado ligeramente desde 1980 y oscila entre el 20% en Estados Unidos y casi el 50% en África.

Algunas críticas a la huelga apuntaban al sentido del privilegio de las clases con mayores ingresos. Estos críticos consideraron que la idea era buena, pero que solo las mujeres con buena situación económica, podrían participar, ya que las mujeres con empleos con salario mínimo no lo harían, por el temor a perder sus empleos, o bien aquellas autoempleadas que si no trabajan un día, no llevan sustento a sus hogares.

Sin duda el movimiento se amplificó por la violencia que estamos viviendo en prácticamente todo el país. Ante esto, el presidente Andrés Manuel López Obrador sugirió que los crímenes violentos siguen ocurriendo debido a las políticas neoliberales implementadas por sus predecesores. A pesar del hecho de que fue elegido por una abrumadora mayoría que esperaba el cambio y la paz, parece que no hay ningún plan para enfrentar la violencia en el país. La inseguridad y la impunidad son peores que nunca. Según el New York Times, alguien muere en el país cada 15 minutos, y el 95% de los crímenes nunca se resuelven.

A nivel local en el caso particular de las escuelas, desde preescolar hasta universidad, el movimiento no tuvo los efectos esperados, pues solo se presentaron a clases algunos varones y en la mayoría de los casos los regresaron a sus casas. Sin embargo, la reflexión nos obliga a proponer algunas de las cosas que necesariamente se deben modificar. Hubo desde el extremo de que un día sin hombres también paralizaría al país, hasta recapacitar sobre la actitud machista que ha orillado a las mujeres a exigir igualdad de derechos.

Los problemas generados por el machismo, tienen su origen tanto en hombres como mujeres, por lo que serán necesarias algunas pláticas en las que nos concienticemos que esta sociedad machista pasa desde los concursos de belleza, hasta los feminicidios. Es seguro que en nuestro entorno próximo, algo podremos hacer para minimizar los problemas que se avecinan con este tema, porque ninguna escena de actos vandálicos contra edificios y monumentos es tan horrorizante como la que enfrenta una persona a la hora de reconocer el cuerpo asesinado, violado, golpeado y torturado de un familiar. Como sociedad debemos reconocer que tenemos un problema, es el primer paso para solucionarlo.

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