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Ajo, ¡¡realmente un alimento saludable!! (tiempo estimado de lectura: 5 minutos) “Comer ajos y beber vino, no es desatino”. Anónimo Elisabeth Casanova García afgha@hotmail.com Jorge Quiroz Valiente (917)106 7165 Rescatando de documentación científica algunas de las ventajas de los alimentos que consumimos, esta vez nos vamos a enfocar al ajo (Allium sativum es una especie […]
22 de febrero de 2020

Ajo, ¡¡realmente un alimento saludable!!
(tiempo estimado de lectura: 5 minutos)

“Comer ajos y beber vino, no es desatino”. Anónimo

Elisabeth Casanova García
afgha@hotmail.com
Jorge Quiroz Valiente
(917)106 7165
Rescatando de documentación científica algunas de las ventajas de los alimentos que consumimos, esta vez nos vamos a enfocar al ajo (Allium sativum es una especie del género de cebolla). Tradicionalmente, el ajo tiene una larga historia como remedio para mejorar la fuerza, reducir la fatiga y aumentar la inmunidad, tanto en la prevención como en el tratamiento de enfermedades infecciosas y la función gastrointestinal. En los tiempos modernos, el ajo también se ha relacionado con una mejor salud cardiovascular, incluida la presión arterial y disminuir el colesterol.

La presión arterial alta es un factor de riesgo importante para la enfermedad cardiovascular y se le atribuye ser principal factor de los ataques cardíacos en un 70% de los casos, derrames cerebrales e insuficiencia cardíaca crónica, lo que lleva al 37% de las muertes cardiovasculares en los países occidentales y al 13.5% a nivel mundial.

Aproximadamente el 40% de los pacientes hipertensos pueden alcanzar la presión arterial objetivo de <140/90 mm Hg con monoterapia, independientemente del tipo de medicamento antihipertensivo utilizado. Aproximadamente el 40% requiere terapia combinada con 2 agentes, y el 20% necesita tomar ≥3 medicamentos antihipertensivos para lograr el control de la presión arterial

Los suplementos de ajo han demostrado ser prometedores para reducir la presión arterial en varios estudios y la acción reductora de la presión arterial del ajo es biológicamente plausible. El ajo contiene varios compuestos de azufre activo que se ha informado que modulan los factores relajantes y restrictivos del endotelio, lo que conduce a la reducción de la presión arterial.

Los parientes cercanos del ajo incluyen a la cebolla, el puerro, y el cebollín. Con una historia de varios miles de años de consumo y uso humano, el ajo es nativo de la región entre el Mediterráneo y China, y ha sido un condimento común en todo el mundo. Los compuestos activos presentes en la planta, tienen efectos contra las levaduras y uno de sus componentes es el principal compuesto responsable de la actividad antiviral. Se ha realizado una gran cantidad de investigación clínica de mala calidad para determinar el efecto del ajo en la prevención de enfermedades cardiovasculares, por lo que los resultados han sido contradictorios.

Debido a que el ajo puede reducir la agregación plaquetaria, se advierte a las personas que toman medicamentos anticoagulantes sobre el consumo de ajo. También se encontró una reducción del cáncer gástrico asociado con la ingesta de ajo.

Por otra parte, se sabe que el ajo causa mal aliento (halitosis) y olor corporal, descrito como un olor picante «a ajo» similar al del sudor.

Dentro de los efectos más relevantes está el de la reducción del colesterol en sangre (9% aprtox.), aunque de manera moderada pero significativa si se toma por un tiempo mayor a 2 meses por pacientes con colesterol ligeramente elevado. Con una reducción del riesgo del 38% en los eventos coronarios a los 50 años.

Los efectos secundarios con los suplementos de ajo fueron mínimos, con un tercio de los participantes quejándose del olor y el 7% experimentando molestias gastrointestinales leves. En contraste, el tratamiento farmacológico estándar actual para el colesterol (con estatinas) puede desencadenar efectos adversos en un número considerable de pacientes, incluyendo dolor muscular, debilidad muscular, neuropatía, deterioro cognitivo, trastornos del estado de ánimo, ansiedad y un mayor riesgo de diabetes.

Es importante señalar que el colesterol es esencial para las funciones normales del cuerpo que incluyen preservar la integridad de las membranas celulares. La inhibición de la síntesis de colesterol por los medicamentos con estatinas puede interferir con estas vías esenciales, dando como resultado efectos perjudiciales para algunos pacientes.

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