Fomentemos el desarrollo con la lectura (tiempo 5 minutos)
“Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee.” Miguel de Unamuno
Elisabeth Casanova García
Jorge Quiroz Valiente
afgha@hotmail.com
(917)106 7165
En el marco de la Feria Internacional de la Lectura y el Libro en Tabasco, en muchas reuniones sociales se ha tocado el tema del poco interés en la lectura en general, entre las personas adultas. El promedio de libros leídos en México en 2017 fue de 3.8 libros por persona (INEGI, 2017). Por otra parte, 25% de las personas declaró haber acudido a la sección de libros y revistas de una tienda departamental, solo 18.4% visitó una librería, 15.9% prefirió acudir a puestos de periódicos o revistas usados y únicamente 10% asistió a bibliotecas. En Tabasco hay más de 500 bibliotecas, muchas en el abandono, pero el Gobernador hizo público el compromiso de rehabilitarlas.
En una investigación para ver si existe una relación entre los hábitos de lectura y la alfabetización mediática de los estudiantes y las calificaciones, los hábitos de uso de redes sociales, los promedios académicos y los antecedentes educativos de sus padres, resultó que la relación es más positiva entre las mujeres que entre los hombres. Si bien existe una correlación positiva entre los hábitos de lectura, los promedios de calificaciones y la alfabetización con apoyo de medios digitales, existe una correlación negativa entre los hábitos de lectura y los hábitos de uso de las redes sociales, es decir, cada vez vamos más a la lectura fácil, chatarra, de poco esfuerzo y concentración. No se pudo notar ninguna relación entre los hábitos de lectura de los estudiantes y la formación académica de sus padres. Del mismo modo, no hubo ninguna relación entre las redes sociales que utilizan los estudiantes y los antecedentes educativos de sus padres, mientras que hubo una baja correlación entre su alfabetización mediática y los promedios de calificaciones. Los teléfonos inteligentes y otros dispositivos basados en tecnología celular han hecho que el acceso a la información sea omnipresente entre los consumidores de todo el mundo.
La accesibilidad de los recursos en línea en inglés, significa que hoy en día los contextos informales ofrecen una multitud de oportunidades de desarrollo del lenguaje. La investigación del uso de teléfonos inteligentes para el aprendizaje informal en línea entre estudiantes antes de licenciatura muestra que, a pesar de las posibilidades de las tecnologías, los estudiantes siguen accediendo predominantemente a contenido en línea para actividades sólo como receptores de información, en lugar de realizar actividades interactivas/productivas. No se ha aprovechado la oportunidad de aprender idiomas además de la lengua materna, a través de estos sistemas.
En la sociedad contemporánea, los cambios tecnológicos a menudo requieren leer y escribir a través de dispositivos digitales, en vez de la comunicación oral tradicional.
Por lo tanto, los estudiantes necesitan desarrollar nuevas habilidades para acceder a las muchas actividades utilizando libros electrónicos, libros de texto y materiales de lectura en la web. A
menudo se considera que los adolescentes son competentes en la lectura de textos multimedia y mensajes de texto electrónicos.
Como apoyo al acceso al conocimiento, la mayoría de los países de América Latina están ampliando la educación en inglés en los planes de estudio de escuelas públicas, al comenzar más temprano y aumentar las horas de instrucción. La razón de esta rápida expansión se resume en el refrán común «El inglés abre puertas», que reconoce el poder percibido del idioma inglés para brindar mayores oportunidades económicas y sociales. México es un excelente ejemplo, donde la enseñanza del inglés en educación pública se ha ampliado de 3 a 13 años.
Sin embargo, la experiencia nos indica que primero hay que aprender la lengua materna de manera adecuada para acceder a otros idiomas y al conocimiento global. Los nuevos lectores necesitan nuevas propuestas, adaptadas a la realidad actual.
La FILELI 2019, es sin duda un gran esfuerzo por poner la lectura en la agenda de los niños, jóvenes y adultos tabasqueños, ¡que ya no leemos ni el periódico!
