¿Conoces los microplásticos?
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“Aire y agua, los elementos que dan la vida, son ahora unos basureros mundiales”. Jacques-Yves Cousteau

Elisabeth Casanova García
afgha@hotmail.com
Jorge Quiroz Valiente
(917)106 7165
La basura marina es una amenaza para los ecosistemas. Los microplásticos (MP) o microesferas de plástico están presentes en multitud de productos como cremas exfoliantes, pastas dentífricas, jabones y sus consecuencias medioambientales son desastrosas. Comenzaron a acumularse en los océanos hace cuatro décadas y ahora son parte de ellos.

Recientemente se han detectado MP en las fuentes de agua potable. Esta presencia ha provocado discusiones sobre posibles implicaciones para la salud humana.

Los primeros informes de materiales plásticos dispersados en ambientes terrestres y marinos se remontan a 1970. Se estima que, de los 6,300 millones de toneladas métricas de residuos plásticos producidos en 2015, solo el 9% fueron reciclados, el 12% fueron incinerados y el 79% se acumularon en vertederos o se dispersaron en el medio ambiente. En la última década, los estudios sobre los posibles efectos, derivados de la presencia de plástico en el medio ambiente, están vinculados a los MP. Estos fragmentos, con un rango de tamaño de 0.1 a 5000 μm, se clasifican como «MP primarios» derivados de materiales diseñados industrialmente y «MP secundarios» que se originan de la fragmentación de escombros plásticos mayores debido a la acción de agentes físicos como los rayos UV y las propiedades oxidantes de la atmósfera. Se ha llamado la atención de la comunidad científica, ya que son lo suficientemente pequeños como para ser ingeridos por organismos vivos que ingresan en la cadena alimentaria y porque pueden absorber, concentrarse y liberar contaminantes.

La presencia de MP en el ecosistema del suelo y sus alimentos derivados, rara vez se investigan. Para comprender los mecanismos en la base de la distribución y acumulación de MP en el suelo y en la biota terrestre, se han detectado como fuentes de contaminación: i) basureros, ii) fibras de ropa o exfoliantes de productos de cuidado personal, iii) mantillo plástico utilizado en actividades agrícolas, iv) fragmentos de plástico en el aire, v) abrasión de neumáticos.

Concentraciones de MP tan bajas como 1.5% pueden disminuir las temperaturas máximas en 0.75°C. Por ejemplo, las temperaturas alteradas durante la incubación pueden sesgar las proporciones de los huevos de tortugas marinas. A 30°C, se desarrollan números iguales de machos y hembras, mientras que a temperaturas <28°C todos serán machos.

Además, la presencia de MP en los suelos, aumenta la posibilidad de ser ingeridos por micro-fauna e incorporados al suelo profundo por las actividades de las lombrices de tierra, que podrían acumular y transferir MP a otros organismos en el ecosistema a través de la cadena alimentaria y

transportarlas a capas aún más profundas, contaminando el agua del subsuelo. Algunos caracoles terrestres se entierran hasta decenas de centímetros y muchos son consumidos por humanos.

En la península de Yucatán se realizó el primer trabajo que evidencia la transferencia de desechos plásticos en la cadena alimentaria terrestre, utilizando como ejemplo los jardines tropicales del sureste de México. Los huertos familiares mayas tradicionales, que son valorados globalmente por sus altos recursos genéticos de agrobiodiversidad, atributos sostenibles y seguridad alimentaria, sufren problemas de manejo de residuos tanto en las zonas urbanas como rurales. En países en desarrollo como México, cada persona produce alrededor de 1 kg de basura/día, y el 20% es plástico. El aumento del consumo de refrescos, no solo contribuye a la obesidad, sino también al problema mundial de desechos plásticos. Los propietarios de huertos familiares se enfrentan a esta contaminación, ya que la mayoría los quema o los entierra, causando contaminación del suelo y del aire. Esta costumbre muy arraigada en el sureste, es fuente importante de MP en el medio ambiente.