José Ventura Priego, presidente de la CMIC-Tabasco, aclaró que las deudas son de administraciones anteriores a las actuales

Daniel Lorca
Rumbo Nuevo
20 millones de pesos es lo que debe el ayuntamiento de Comalcalco, pero desde que era administrado por Gregorio Arias Pérez; mientras que el de Jalapa son cinco millones de pesos y es deuda que dejó el ex edil, Antonio Priego Jiménez; así lo dio a conocer en entrevista exclusiva para Rumbo Nuevo el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), José Ventura Priego Madrigal.
Así mismo, indicó que otro ayuntamiento que debe en menor cantidad, pero que ya hay compromisos de pago para próximos días, es el de Jalpa de Méndez con dos millones de pesos, ya que la diferencia de este último es que se llegó a un acuerdo con el presidente municipal.
“Eso (deuda) es de cuando estaba Gregorio Arias, y todavía no se le paga a los constructores, y ese ayuntamiento debe alrededor de unos 20 millones de pesos; yo tuve la oportunidad de platicar con Javier May y me decía que no era posible pagarlo porque efectivamente si se desvía esa cantidad de dinero se deja sin obras al municipio”.
Priego Madrigal indicó que sí hay posibilidades de cobrar esa deuda y es por la vía legal, no importando quien esté al frente de la administración municipal, “ya que se les finca responsabilidades a quienes hayan desviado ese recurso, no prescribe el delito”.
Por otro lado, indicó que Jalapa es el otro municipio que tiene deudas con el sector de la construcción y que es de aproximadamente cinco millones de pesos, y hasta ahorita no han querido negociar la deuda, por lo que en breve se podrían dar resolutivos de las querellas que hay en contra de estas dos comunas.
El líder de los constructores indicó que son los dos ayuntamientos que adeudan una gran suma de dinero; ya que los actuales presidentes municipales no han tenido ese problema de deberle a proveedores y constructores, “pues han llevado un orden en sus finanzas y para pagar puntualmente”.
Priego Madrigal resaltó que los ayuntamientos de este trienio han sido ordenados ya que casi ninguno está dejando deudas; por lo que es imposible que los actuales se hagan cargo de pagarlas, ya que de por sí hay limitaciones en el presupuesto en donde el mayor porcentaje se va al pago de nómina y sólo el mínimo es para inversión.