El virtual candidato electo realizó un recorrido para reunirse con el gobernador Arturo Núñez, en el interior del Palacio de Gobierno

Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
Al llegar al descanso de la escalera de mármol de Palacio de Gobierno, tras escalar 20 peldaños, Adán Augusto López Hernández quedó ante el fresco de Tabscoob, el guerrero que al frente de las comunidades mayas chontales combatió en la batalla de Centla contra el conquistador español Hernán Cortés, el 14 de marzo de 1519.
Con la imagen de «nuestro señor de los ocho leones (significado de Tabscoob en lengua chontal)», el gobernador electo dobló a la izquierda para escalar once escalones más, antes de ingresar al despacho del titular del Poder Ejecutivo local, Arturo Núñez Jiménez, donde estaría una hora con 34 minutos exponiendo las razones de su agendada visita.
Con el viento del verano tropical refrescando el mediodía soleado y húmedo, el virtual ganador de la elección de gobernador del domingo apareció en el interior de una camioneta gris a las 11:55 horas. Cuando tomó en sentido contrario la calle Independencia, un enjambre de reporteros se le fue encima a tal punto de que alguien recordó la reciente expresión de Andrés Manuel López Obrador, presidente electo, a la prensa de la capital del país: «Nada más no apachurren…»
Librando camarógrafos, fotógrafos, reporteros y curiosos, López Hernández fue avanzando hacia el frontipicio de Palacio de Gobierno con Jaime Lastra Bastar y Manuel Pinto, como únicos acompañantes. Con ellos cruzó la puerta de acrílico del inmueble de arquitectura neoclasica inaugurado el 13 de diciembre de 1894. Y empezó a subir los 31 peldaños que lo pondrían ante la oficina del mandatario estatal.
Antes, a la mitad del primero de dos arrellanos, fue recibido por Luis Armando Priego Ramos, secretario de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas, así como por su coordinador de campaña electoral Emilio Contreras Martínez de Escobar.
Bajo vigilancia del personal de seguridad quedaron los reporteros. Julio Martín Pretelin, evitó la insolación ordenando el pase a la planta baja en donde además de oficinas, la parte intermedia hacia el salón José Gorostiza, está habilitada como sala de exposición permanente de pinturas al óleo de artistas plásticos como H. Quintana, Luis Carreño, entre otros.
Entre el busto en bronce y el fresco dedicado a José María Pino Suárez –el único tabasqueño que antes del triunfo electoral de López Obrador era el único que había estado más cerca de la presidencia de la República–, además de los retratos de los ex gobernadores Tomás Garrido Canabal y Carlos Alberto Madrazo Becerra, sobresale el dedicado al poeta de América, Carlos Pellicer Cámara, acuarela que aparece con el verso más tabasqueño: «Agua de Tabasco vengo/agua de Tabasco voy…»
La voz del poeta, que en 1976 como candidato externo del PRI al senado de la República incluyó en su equipo de campaña a un joven desconocido López Obrador, también evoca lo que en los primeros 18 años siglo el Palacio de Gobierno atestiguó: Un gobernador interino como Enrique Priego Oropeza; otro quinquenal como Manuel Andrade Díaz, uno más del PRI, Andrés Rafael Granier Melo y Arturo Núñez Jiménez del PRD, y, a partir del 1 de enero de 2019, será López Hernández como representante de Morena.
–¿Cómo estás Laureano (Naranjo Cobián?–, fue un saludo a voz alta que alertó a reporteros y facebukeros colados, una especie en crecimiento, de que uno de los dos protagonistas de la reunión para elaborar conjuntamente los presupuestos de ingresos y egresos de 2019, estaba ya en la escalera principal de acceso a la salida de Palacio de Gobierno.
Fue la oportunidad para que el enjambre saliera a picar…