El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha dicho que está monitoreando las crecientes amenazas contra judíos y musulmanes en medio del conflicto.
Los incidentes antisemitas e islamófobos, incluidas agresiones violentas y acoso en línea, se han disparado en Estados Unidos desde que estalló el conflicto entre Israel y Hamas el 7 de octubre, dijeron el miércoles dos grupos de defensa.
El Consejo de Relaciones Islámicas-Estadounidenses (CAIR) dijo que recibió 774 quejas de incidentes motivados por la islamofobia y los prejuicios contra palestinos y árabes desde el 7 de octubre hasta el martes. El grupo dijo que este era el nivel más alto desde 2015. El total fue casi el triple del número promedio de quejas de 2022 durante un período de la misma duración.
La Liga Antidifamación (ADL) dijo que sus datos preliminares mostraban un aumento del 388% en los incidentes antisemitas en Estados Unidos del 7 de octubre al lunes con respecto al año anterior. El grupo informó de 312 incidentes entre acoso, vandalismo y agresión. Alrededor de 190 de ellos estaban directamente relacionados con la guerra entre Israel y Hamás, dijo ADL.
CAIR citó a un palestino de 18 años presuntamente agredido en Brooklyn; amenazas de muerte contra una mezquita y un apuñalamiento fatal contra un niño musulmán de 6 años en Illinois, quien, según las autoridades estadunidenses, fue atacado por ser palestino-estadunidense. ADL dijo que las quejas incluían mensajes violentos, especialmente en la plataforma en línea Telegram, y manifestaciones en las que «ADL encontró apoyo explícito o fuerte implícito a Hamas y/o violencia contra judíos en Israel».
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha dicho que está monitoreando las crecientes amenazas contra judíos y musulmanes en medio del conflicto. El presidente Joe Biden ha condenado el antisemitismo y la islamofobia.
El ataque del 7 de octubre del grupo islamista palestino Hamas mató a más de mil 400 personas, dijo Israel. Los ataques aéreos de Israel desde entonces contra la Gaza controlada por Hamás han matado a más de 6.500 personas hasta el miércoles, según el Ministerio de Salud de Gaza. Reuters no pudo verificar esas cifras de forma independiente.
El gobierno de Estados Unidos mostró un apoyo inquebrantable e inequívoco a Israel desde el reciente ataque sangriento del grupo islamista Hamás. Pero el conflicto tensó el ambiente en los campus de varias de las universidades más prestigiosas del país, caldo de cultivo para futuros líderes estadunidenses y efervescentes laboratorios de activismo.
En Harvard, Stanford y la Universidad de Nueva York (NYU), el tema es tan explosivo que los choques entre estudiantes, profesores y empleados administrativos han causado tormentas en las redes sociales y en el mundo político-mediático. Incluso han costado a algunas personas ofertas de trabajo y han hecho que otras teman por su seguridad. Hace un par de semanas, un comunicado de prensa firmado por una treintena de organizaciones estudiantiles el que prendió la mecha en Harvard.
El texto responsabiliza «al régimen israelí enteramente de la violencia», afirma que el ataque del movimiento islamista palestino «no surgió de la nada» y que «la violencia israelí ha estructurado todos los aspectos de la existencia palestina durante 75 años».
El exsecretario del Tesoro Lawrence Summers, quien fue presidente de esa universidad, dijo estar «indignado» no solo por el comunicado sino por «el silencio de los líderes de Harvard». Harvard parece «en el mejor de los casos neutral ante los actos de terrorismo contra el Estado judío de Israel», señaló en su cuenta de la red X en su momento
De su lado, el congresista demócrata por Massachusetts, Jake Auchincloss, sostuvo que estaba «avergonzado» de su universidad, calificando el texto de las asociaciones de «moralmente depravado» y la posición de los dirigentes de «cobardía moral». «Es antisemita y antiestadunidense», lanzó a su vez el expresidente Donald Trump (2017-2021), candidato republicano a las elecciones de 2024. La dirección de la universidad publicó un comunicado, pero Auchincloss lo consideró demasiado tímido.
Ante la avalancha de críticas, la presidenta de Harvard, Claudine Gay, tuvo que publicar una segunda declaración.
A raíz del escándalo, la lista completa de las organizaciones estudiantiles firmantes desapareció del documento original «por la seguridad de los estudiantes», señaló una publicación posterior.
«Que no quede ninguna duda de que condeno las atrocidades terroristas perpetradas por Hamás», escribió. «Tanta inhumanidad es abominable», acotó.
Algunos de sus miembros ya han sido víctimas del «doxxing», la difusión de sus datos personales en Internet sin su consentimiento. Incluso un vehículo con una pantalla con nombres y fotografías pasó cerca de la universidad con esta denuncia: «Los mayores antisemitas de Harvard». Algunos de estos grupos han retirado desde entonces sus firmas, según Harvard Crimson, el periódico estudiantil de la universidad, y los estudiantes también se han distanciado del texto.
Quizás demasiado tarde: en X, el empresario Bill Ackman afirmó que los directores ejecutivos exigían que se hiciera pública la identidad de los firmantes para asegurarse de que nunca fueran contratados.
El presidente de la asociación de estudiantes de derecho de la NYU ya pagó el precio de una represalia similar. Después de escribir que no condenaría «la resistencia palestina» y que Israel tenía «toda la responsabilidad» por las pérdidas humanas, vio cómo le rescindían la oferta de trabajo que le hizo el conocido bufete de abogados Winston & Strawn.
En el otro extremo del país, la prestigiosa Universidad de Stanford también fue blanco de críticas tras negarse a condenar pancartas propalestinas en nombre de la libertad de expresión de sus estudiantes y de su deseo de permanecer neutral.
Profesores de la Universidad de Georgetown en la capital, Washington, escribieron a su presidente para reprocharle su «largo silencio sobre el sufrimiento de los palestinos»; y más de 44 mil personas firmaron una petición pidiendo el despido de un profesor de Yale por tuits que llamaban a Israel «estado colono genocida y asesino». En medio de estas tensiones, estudiantes de ambos lados expresan su malestar.
«Muchos estudiantes judíos» se sienten «amenazados», «nunca antes nos habíamos sentido así en el campus», dijo a CNN Jillian Lederman, presidenta de la asociación Estudiantes por Israel de la Universidad de Brown.