Jesús Manuel Argáez, afirmó que es necesario redoblar esfuerzos para dar una respuesta eficaz a la población

Bertha Herrera
Rumbo Nuevo
Una de las violaciones a Derechos Humanos que más lacera al Estado Mexicano es la desaparición forzada de personas, fenómeno por el que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) investiga 2,443 casos y tiene registrados 24,800 asuntos cuyo paradero se desconoce, señaló el ombudsman Jesús Manuel Argáez de los Santos.
Al participar en la presentación del libro “Desaparición Forzada de Personas”, del doctor Alfredo Islas Colín, al ombudsman de Tabasco precisó que ante ese fenómeno, amigos y familiares de los desaparecidos no han encontrado en las autoridades mexicanas ni en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos una respuesta eficaz en su búsqueda y localización.
Al referirse al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, señaló que éste está obligado –de acuerdo a la Convención Americana de Derechos Humanos y la Convención Interamericana sobre la Desaparición Forzada de Personas- a atender esas lamentables violaciones a Derechos Humanos, en tanto que quienes han logrado resolver, han pasado por un proceso muy largo que implica años de incertidumbre para las víctimas.
La presentación del libro del doctor Islas Colín fue auspiciada por la Barra Tabasqueña de Abogados, en cuya segunda sesión del año el doctor Argáez de los Santos señaló que el autor analiza de manera profunda, en 7 capítulos, las normas de origen interno y externo los informes sobre los grupos de trabajo sobre la desaparición forzada de la ONU, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la reparación del daño y el proyecto de convención internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas.
El estudio incluye un profundo análisis de los elementos de la desaparición forzada de personas, fenómeno al que también se le conoce como desaparición involuntaria de personas e incluso como detenidos desaparecidos.

La integración de la desaparición forzada
Explicó el ombudsman que la desaparición forzada se integra con cuatro elementos que van desde el apoderamiento de una persona contra su voluntad, que puede ser mediante la detención o secuestro realizado por agentes del Estado o cualquier persona con la aquiescencia del Estado; cuando la víctima es ocultada de su paradero, de la que no existe información sobre ella o las propias autoridades se niegan a reconocer dicha violación de la libertad, viéndose conculcados los derechos a la vida, a la libertad y seguridad personal, a un trato humano y respeto a la dignidad, al reconocimiento de la personalidad jurídica, a la identidad y a la vida familiar, especialmente de los niños; a la reparación, incluso, mediante la indemnización, a la libertad de opinión, expresión e información, y derechos laborales y políticos.