Pide a la congregación acatar las medidas sanitarias, ya que es por el bienestar de todos

Luis Ruiz Sandoval Frade
Rumbo Nuevo
El obispo de Tabasco, monseñor Gerardo de Jesús Rojas, dejó en claro que hay que acatar completamente las disposiciones que emitió el gobierno tabasqueño a mitad de semana, ello en torno a la entrada de la Fase III, para bajar la movilidad ciudadana y vehicular, pero lamentablemente hay mucha gente que no entendido esta situación, y hay que buscar la forma de que lo acepten, porque es por el bienestar de todos.
En rueda de prensa a través de las redes sociales, el obispo tabasqueño indicó que la iglesia católica rechaza cualquier tipo de violencia, actos de rapiña o robos en centros comerciales o tiendas de conveniencia, como ocurrió el pasado viernes en el municipio de Cárdenas, pues indicó que en estos momentos, hay que ser solidarios con todos y si estas personas, presumiblemente robaron por necesidad de comer existen decenas de agrupaciones que los pueden ayudar para alimentarse.
En torno a la actitud que asumió el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Hernán Bermúdez por un habitante de la colonia Gaviotas en donde le alzó la voz, el prelado indicó, que por desgracia, hay ciudadanos que todavía no entienden la magnitud de este problema, por lo cual hay que adoptar medidas fuertes y severas para hacerlos entender de que esto no es un juego.
Precisó que el decreto que emitió el pasado miércoles el gobernador Adán Augusto López Hernández, la iglesia católica lo acepta a cabalidad, e hizo un llamado a los ciudadanos, feligreses y población en general, en respetarlo totalmente.
También señaló, que fueron ya dos sacerdotes quienes se le detectó Covid-19 positivo, pero indicó que los dos ya se encuentran en sus hogares y están en cuarentena y su estado de salud se encuentra en optimas condiciones.
También dijo, que en torno al acompañamiento de un sacerdote con una persona que pueda morir por esta enfermedad, dijo que en el decreto está prohibido, por lo cual, solamente se puede rezar por su alma en la parroquia o en la iglesia, sin presencia de público, y que posteriormente, cuando termine esta pandemia, se podría ser ya con mayor congregación de ciudadanos, pero ahorita es solamente el sacerdote sólo pidiendo por el alma del ciudadano.