Por Ferdusi Bastar Mérito
Abram, de los vocablos ab, padre, y ham, alto, excelso, nacido en Ur, recibió el mandato divino de abandonar heredad y familia para trasladarse a Canaán y fundar una nueva estirpe, elegida por Dios.
Casado con Sarai, su propia hermana, que era estéril, concibió con Hagar, una de sus criadas, a su primogénito Ismael. Sarai hechó de su casa a madre e hijo, enviándolos al desierto.
Entonces Dios celebró el pacto con Abram mediante el cual Sarai concibió a Isaac, rebautizando a Abram, como Abraham y a Sarai como Sara y otorgándoles como propiedad a ellos y a sus descendientes la tierra de Canaán.
Isaac era la adoración de Abraham, que recibió el mandato de sacrificarlo, como una prueba de sometimiento y devoción a su divinidad, y cuando levantó el cuchillo para matar a su propio hijo, un ángel detuvo la mano al filicida. Esta es la gran prueba de la fe ciega, que enarbolan las tres grandes religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islam.
Abraham casó en segundas nupcias con Quetura, con quien tuvo otros seis hijos , que siguieron la misma suerte de Ismael, ya que su único heredero fue Isaac.
Isaac casó con Rebeca, quien tuvo gemelos y el segundo en nacer, Jacob, favorito de su madre, que después cambió su nombre por Israel. Jacob tuvo 12 hijos que fundaron las 12 tribus de Israel, y por ende a todos los conocidos como israelitas y al propio Estado existente actualmente.
Jacob, renombrado como Israel, tuvo con su primera esposa Lea a Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón. Con una criada de Lea, tuvo a Gad y a Aser. Con la que fue su esposa favorita, Raquel, tuvo a José, que fue su hijo preferido y Benjamín, y con una criada de Raquel engendró a Dan y Neftalí , todos en la misma casa, origen de una estirpe y de una nación, como una bella y ejemplar familia.
Los israelitas, se consideran descendientes de Judá, hijo de Jacob y Lea, nieto de Isaac y bisnieto de Abraham. De la línea de Judá provienen los reyes David y Salomón. De ahí el apelativo de “judíos”.
Para el Islam, los musulmanes son los verdaderos herederos del bíblico Pacto con Dios, ya que son descendientes de Ismael, el primer hijo de Abraham, y afirman que el que iba a ser sacrificado fue Ismael y no Isaac.
Para el Cristianismo, hay un paralelismo entre la disposición de Abraham de sacrificar a su propio hijo Isaac y el sacrificio que hizo Dios de su propio hijo Jesucristo.
Abraham y Sara están enterrados en la Cueva de los Patriarcas en Hebrón. También yacen allí su hijo Isaac y su esposa Rebeca, su nieto Jacob y la primera esposa de este, Lea. La otra esposa de Jacob/Israel, Raquel, se dice enterrada en Belén.
