El tradicional macrosimulacro fue suspendido, pero sí habrá una conmemoración oficial a las 7 de la mañana, encabezada por el presidente López Obrador.
A tres años del terremoto de 2017, que dejó 228 fallecidos en la Ciudad de México, y también, 35 años de aquel sismo que devastó la capital del país en 1985, donde se estima fallecieron al menos 10 mil personas por la pandemia, el Gobierno de la ciudad suspendió el tradicional macrosimulacro que se hace cada 19 de septiembre, pero sí habrá una conmemoración oficial a las 7 de la mañana, encabezada por el presidente López Obrador.
Tras la tragedia, hay inmuebles que se mantienen en un impase legal que les impide ser demolidos o rehabilitados, como es el caso de este edificio de la colonia Roma.
Ángeles Moreno está por cumplir tres años de no habitar su departamento, del piso 7 del inmueble ubicado en Aguascalientes 12, en la colonia Roma.
Tras el sismo de 2017 abandonó su hogar, pero no regresó debido a que el Instituto para la Seguridad de las Construcciones consideró en noviembre de ese año que el edificio se encontraba en alto riesgo y y un año más tarde, este mismo instituto ratificó que el edificio era considerado con alto riesgo de colapso.
“Las afectaciones fueron muy graves, presentó severos daños estructurales”, dijo Ángeles.
En columnas, trabes, muros y firmes aún se observan los daños.
Sin embargo, 6 de los 70 inquilinos viven actualmente en el edificio y argumentan que el inmueble puede rehabilitarse. Para evitar su derrumbe y reconstrucción, tramitaron amparos.
“Un 86% de los propietarios a favor de una reconstrucción, reconstrucción con demolición. Tenemos ahorita vigente 1 solo amparo, desafortunadamente esta pandemia ha llevado a que los procesos sean más lentos”, agregó Ruth Pérez, administradora del Edificio Aguascalientes 12, colonia Roma.
Los afectados advierten que de no hacer nada con este edificio representaría riesgos no sólo para el inmueble y sus habitantes.
“Tenemos al lado una iglesia, tenemos vecinos que obviamente también cada que llega a temblar tienen el nervio de que este edificio tan grande no se vaya a desplomar”, insistió Ruth.
El próximo 26 de septiembre está programada la audiencia para determinar si el amparo de los condóminos queda firme o se revoca. Luego de esto podrían comenzar los trámites para el derrumbe de este inmueble.
“Ya debería de estar demolido y en el proceso de la reconstrucción que es hacer un edificio nuevo”, concluyó Ángeles