Mascarriel
*El derrengado PRI de las 3 emes ¿Toca a la puerta…? *Gobernadores obsequian al Presidente en Villahermosa… ¿Alguna vez el PRI tuvo una ideología? “En política, la moral es un árbol que da moras” Gonzalo N. Santos. “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”. Cesar Garizurieta. “El hecho ni nos perjudica ni nos […]
20 de diciembre de 2021

*El derrengado PRI de las 3 emes ¿Toca a la puerta…?
*Gobernadores obsequian al Presidente en Villahermosa…

¿Alguna vez el PRI tuvo una ideología?
“En política, la moral es un árbol que da moras”
Gonzalo N. Santos.
“Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
Cesar Garizurieta.
“El hecho ni nos perjudica ni nos beneficia, todo lo contrario”.
Luis Echeverría.
Mario Ibarra
Podríamos citar cien frases parecidas de otros tantos personajes priistas emblemáticos.
No es necesario.
Esas frases resumen elocuentemente la “ideología” del PRI.
El cuento es que el PRI volvió a ser noticia la semana pasada, lo que en sí mismo fue motivo de celebración para las alicaídas y mermadas huestes del antaño partidazo: no es fácil meterse a la discusión pública que, desde el pulpito de las mañaneras dicta y acapara el Presidente López Obrador.
La dirigencia del tricolor celebró una asamblea casi semiclandestina, y de ahí salieron a decir, tan orondos como siempre, que ya habían cambiado, que ya son otro partido.
Nada sorprendente: los políticos mexicanos han pensado siempre -cuando menos de don Porfirio para acá-, que un comunicado, que unas cuantas palabras que a ellos le suenan muy bien, pueden transformar la realidad.
Es parte del pensamiento mágico del político mexicano.
Sucede también en nuestro trato con las leyes.
Se asume que la sola promulgación de leyes plausibles, generosas y humanitarias, vuelve inmediatamente activos sus supuestos: “educación publica y gratuita”, “salud universal de alta calidad”, “cero impunidad” “, fin a la corrupción”, “acabar con la violencia” etc., etc., etc.
En fin, así somos…

LA PATADA…
De tal suerte, para nada debe sorprendernos que, luego de la subrepticia asamblea referida, uno de los actuales propietarios del PRI, Rubén Moreira (los otros serían Alejandro Moreno y José Murat), haya salido a decir: “por mandato de la 23 Asamblea, en el PRI somos un partido de centro izquierda. Somos social demócratas, feministas, ambientalistas, enemigos de la discriminación, progresistas, aliados de las causas populares. Le dimos una patada al neoliberalismo que nos impusieron desde el poder”.
Pura palabrería, nada nuevo.
Excepto el último enunciado: “le dimos una patada al neoliberalismo que nos impusieron desde el poder”.
Esta última expresión sí que debe analizarse; no porque pueda ser verdad, sino porque podría indicarnos hacia dónde quieren llevar lo que queda del priísmo los 3 mosqueteros, las 3 emes que hoy por hoy son los propietarios del PRI: Moreno, Moreira y Murat…

LA HISTORIA…
Para ello ha menester una rápida revisión de la historia del ex partidazo.
Para empezar, distingamos: el PNR creado por Plutarco Elías Calles, buscaba expresamente terminar con los pleitos de caudillos y crear “un país de instituciones”.
EL PNR fue creado para controlar a los generales y para administrar el poder.
Lo logró; con un “pero”: la primera y más fuerte institución que creó el PNR fue la del “jefe máximo”, encarnada en el propio don Plutarco.
Pero de que el PNR sirvió, sin duda.
Para el viraje histórico e ideológico que Lázaro Cárdenas decidió imponerle al país, era necesario aniquilar al PNR y crear un partido nuevo, así nació el PRM.
El cardenismo necesitaba un partido corporativista, que integrara de manera activa al enorme campesinado, a la creciente clase obrera y a las emergentes ciudadanías urbanas, sin descuidar, claro, la parte del pastel que le correspondía a los generales.
Lo logró.
Oficializó la educación socialista, repartió decenas de millones de hectáreas, creó las centrales obreras, campesinas y populares, nacionalizó la industria petrolera y Cárdenas se convirtió en héroe nacional.
EL PRM que le heredó a Manuel Ávila Camacho era ya un partido hegemónico que pudo, respaldado por toda la fuerza del Estado, contener el último embate de los generales -Joaquín Amaro y el candidato Juan Andrew Almazán principalmente- y ganar las elecciones presidenciales de 1940, con amplitud -más de 2 millones 500 mil votos para Ávila Camacho contra poco más de 125 mil de Almazán…

LA ZANCADA…
Durante la década de los 40’s, con la segunda guerra mundial como contexto, México evolucionó y cambio rápidamente.
El país estaba preparado para dar uno de sus más grandes y decisivos pasos como república en construcción: el traslado del poder de los generales a los civiles.
Ávila Camacho se animó a dar la zancada y el candidato fue su secretario de gobernación, Miguel Alemán Valdez, hijo del general revolucionario Miguel Alemán Gonzáles, el candidato.
Para llevar adelante tan ambicioso plan, era necesario otro partido; así nació el PRI en enero de 1946…

LA CONFUSIÓN…
Sintetizando: el PNR, el PRM y el PRI fueron partidos distintos para objetivos diferentes.
Es una confusión frecuente percibir al PRI como un sólo partido con 3 nombres históricos distintos.
Más aún: el PRI, desde su fundación en 1946, fue siempre una organización plástica, maleable, moldeable, que con sorprendente facilidad de amoldaba a las formas y estilos personales del presidente en turno.
En esa medida, el PRI siempre fue el partido del Presidente.
Pero y, como tal, durante medio siglo fue también el principal instrumento de gobierno del Estado mexicano….

LA SEMILLA…
Así, siendo el mismo, el PRI era distinto cada sexenio, lo que en buena parte explica su éxito indiscutible.
La declinación del PRI gobierno inicia en 1968, año de las olimpiadas y de la matanza de Tlatelolco.
En los 15 años subsiguientes, la semilla ensangrentada sembrada en Tlatelolco, germinó lenta, secreta, imperceptiblemente.
(Genaro Vázquez, Lucio Cabañas y los grupos guerrilleros urbanos no fueron efecto del 2 de octubre).
La semilla sembrada en 1968 fue la semilla de la democracia, que dio su primer brote 20 años después, en 1988.
Pero en ese lapso, el poder y la capacidad de control del PRI-Gobierno, es decir, del Estado mexicano, no sufrió ningún menoscabo.
Al grado que, en las elecciones presidenciales de 1976 hubo candidato único, el del PRI, José López Portillo…

“EL ÚLTIMO PRESIDENTE…2
Que resultó el enterrador del PRI.
Y él, López Portillo, lo supo con claridad: “soy el último presidente de la revolución”, dijo.
De 1970 a 1982, México padeció los gobiernos populistas de Luis Echeverría y López Portillo, que inauguraron las terribles crisis económicas de fin de sexenio.
El país estaba en quiebra, con una deuda de 80 mil millones de dólares, y con las arcas del Banco de México prácticamente vacías.
En 1982, el gobierno de Miguel de la Madrid tuvo que tomar medidas drásticas, diríase draconianas.
Carlos Salinas de Gortari sistematizó los cambios en el manejo de las finanzas nacionales e impuso las políticas económicas que hoy son conocidas como “neoliberalismo”.
De 1988 a 2018 el país cambio sustancialmente: advino la democracia electoral; por vez primera desde la Reforma, tuvimos separación real de poderes, el Banco de México alcanzó su autonomía, el PRI perdió el poder presidencial en el 2000, se crearon los órganos autónomos del Estado etc.…

LOS 3 MOSQUETEROS…
Y en todo esto el PRI siguió siendo actor central, al grado de que en el 2012 recuperó la Presidencia de la República.
Pero hoy vive la peor etapa de su historia.
En 2018 era gobierno en 15 estados.
Hoy lo es sólo en cuatro.
Y este año se quedará sin ninguna gubernatura.
Tétrico escenario.
Lo que queda del PRI está en manos del triunvirato de las tres emes: Moreno, Moreira y Murat.
Políticos cimarrones los tres, surgieron y crecieron políticamente en lo que el Presidente Obrador ha bautizado como “el periodo neoliberal”, el “peor de nuestra historia”, según su propio entender.
En este contexto, los propietarios actuales del PRI no saben qué hacer.
No tiene muchas opciones: o siguen siendo oposición o se mimetizan con el MoReNa.
Eso de “Le dimos una patada al neoliberalismo que se nos impuso desde el poder” expresado por Moreira, pareciera ser ponérsele de a pechito al obradorismo y tocarle a la puerta.
Pero con los priístas nada se sabe.
Pueden cambiar de discurso, pero siguen siendo los mismos.
Ahora, lo que decidan los tres mosqueteros tendrá consecuencias.
Si se le entregan al obradorismo, pasaran a ser meros muñecos de ventrílocuo, meros monigotes, meros mequetrefes.
Si siguen en la oposición, pueden ser barridos.
Pronto veremos si se les ilumina el coco o, de plano, ahora sí, entonaremos las exequias del PRI…

EL OBSEQUIO…
En tanto, la República acudió a Villahermosa y, como quiera, le dio un muy buen obsequio navideño al Presidente.
Con la excepción del gobernador de Jalisco, ahí estuvieron todos los demás, de buen talante, modositos y bien dispuestos (“Suavecitos y aflojando”, diría Taibo II).
Tuvo así el Presidente ocasión propicia para referirse a la unidad nacional y a la disposición conciliatoria de los asistentes, lo cual es sin duda un buen mensaje navideño para las galerías.
Ya habrá ocasión, arrancando el año, para analizar los contenidos de la reunión en Villahermosa, pero lo que es indiscutible, es que el evento significa un buen tanto a favor de la presidencia.
Ya no digamos para el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
El Presidente le asignó un diez al trabajo realizado por el funcionario, lo cual, dada la pléyade política frente a la cual lo hizo, fortalece la figura del Secretario.
AMLO hizo hincapié en lo mucho que este le aligera la carga de trabajo.
Ya lo habíamos comentado en este espacio en la pasada entrega: bajo la conducción de Adán Augusto, la Segob ha vuelto a operar como en sus mejores tiempos.
Y como ha sucedido con los titulares sobresalientes que por Bucareli han pasado, el consenso es que el ex gobernador de Tabasco le ha impuesto a su dependencia su impronta personal, su particular manera de entender la política, lo cual se refleja en el funcionamiento de la dependencia, en la atmósfera que se respira en sus recintos y en las formas en que se trata a los que allí acuden.
Por cierto, con el arribo de Nicolas Bellizia, se tabasqueñizan aún más los modos y las formas en la Segob.
(Otro tabasqueño ascendido a las grandes ligas es Víctor Lamoyi, que ya despacha en el Banco Bienestar).

“Las flores nunca dan aroma para ellas mismas, sino siempre para alguien; la flor es coqueta e ingenua, quiere gustar a todos”. Riszard Kapuscinsky.

-Abrimos la pausa de fin de año. Nos reencontramos en este espacio el lunes 10 de enero, con la venia de los Dioses.

Alegría y concordia en estas fiestas, salud y fortuna en el año que entra.

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