Popularidad de AMLO arriba de la media

José Martínez
La popularidad es la aceptación y fama que tiene una persona entre la mayoría de la gente. Otros le dan un agregado a este concepto: la popularidad la hacen los medios de comunicación a ciertos personajes.

Y se habla de los artistas, deportistas y políticos, y en ese rubro está el tabasqueño, hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

La medición se la hacen casi todos los días quienes están en su contra. Le ven esa paja en el ojo, por así decirlo, con el fin de que sus números bajen en popularidad, la cual sirve como parámetro para denostarlo y señalar de inmediato que ya no es el mismo de hace tres años.

Por supuesto que nadie es el mismo que ayer, En este caso, se necesitan de ciertas herramientas para estar en el ánimo de la gente, la cual muchas veces no tiene memoria y olvida de inmediato.

Con López Obrador sucede que mientras sus adversarios de toda la vida hablan mal de él, éste se fortalece.

En el mes de julio registró 60 por ciento, 4 puntos más que en el mes anterior. De acuerdo con el sondeo, el rubro mejor evaluado en el desempeño de gobierno fue la vacunación, que obtuvo 68 por ciento de opinión favorable, 6 puntos más que en junio, y 20 por ciento de opinión desfavorable.

Para el mes de septiembre, el mandatario federal subía a 62 por ciento. Las evaluaciones fueron positivas para el Presidente, a pesar de tener mucho en contra, y remar contracorriente.

¿Sus armas?, estar cerca de la gente. Levantarse temprano, hacer evaluaciones de seguridad, luego informar en su acostumbrada “Mañanera”, y más tarde recorrer parte del país.

Su trabajo es como de maratonista: entrenar todos los días bajo una disciplina férrea que le da esos resultados, es no bajar la guardia ni parpadear, porque sabe que atrás lo están vigilando, y un descuido le costaría el bajar su popularidad.

Vendrá la consulta popular en marzo de 2022, otra prueba que él pidió para demostrar de qué está hecho. Porque dijo en algún momento que será el pueblo quien le permita continuar o de plano dejar la Presidencia.

La pérdida de confianza está muy lejos de la mayoría de los mexicanos para mostrarse en contra de AMLO. Los números son favorables hasta este momento para el tabasqueño. Sus adversarios seguirán en la espera, buscando un referente, un descuido…

Organizados, ahora sí
Para la consulta de marzo próximo, en la cual se ratificará el aval popular a López Obrador, ahora sí se pusieron a trabajar los morenistas y simpatizantes de AMLO porque en la consulta sobre el juicio a los ex presidentes se vieron muy lentos. Apenas lograron el ocho por ciento de la participación de los ciudadanos empadronados. El primer escollo que tienen que librar es juntar el número de firmas necesario para la consulta, más de 2 millones 800 mil. Y después de eso, lograr que acudan a las mesas receptoras por lo menos el 40 por ciento de los electores.
Como sea, si la consulta se realiza, es un hecho que AMLO obtendrá la mayoría del respaldo y logrará su objetivo de estar en el debate público…así como exhibir a sus opositores. Cuestión de estrategias políticas, como la de Ricardo Monreal con Movimiento Ciudadano y otras fuerzas. Veremos.

Haberes
La violencia política de género está dando dolor de cabeza a varios políticos, incluyendo a mujeres. Están los casos de Evaristo Hernández y de Nidia Naranjo. El más reciente fue Tito Filigrana, ex alcalde de Jonuta, quien buscó ayuda en la sede nacional del PRD, pero poco o nada pueden hacer en esa instancia porque la bandera perredista ha sido la equidad de género. Además, contra la ley nada. Así que su destino está en aceptar la sanción, y aprender que México no es lo mismo que su rancho.

La violencia de género es una cuestión fuertemente sancionada por el INE y ratificada por el Tribunal federal electoral (TEPJF). Quienes han tratado de ignorar su falta simplemente exhiben que no han entendido los alcances de esas políticas públicas y en lugar de ofrecer disculpas y corregirse persisten en el error. En Tabasco mucho, pero mucho hay que hacer para que se comprenda que la agresión, la discriminación, tiene muchas caras. Y muy altos costos para la sociedad.

Por cierto que sería absurdo que el PRD defendiera una ofensa contra las mujeres cuando fue precisamente una diputada suya, Dolores Gutiérrez, quien logró colocar en los reflectores a Evaristo Hernández.