Protocolos de vacunación vs. derechos humanos
María Elena Villarreal Vásquez
“La salud es un derecho, no un privilegio”, reza un slogan del partido Morena, a propósito de la pepena electoral, y esto viene a colación por lo que actualmente está sucediendo tanto a nivel nacional como estatal en torno a los protocolos de la aplicación de las vacunas anticoronavirus, para la cual se establecieron a nivel federal prioridades, siendo los primeros en recibir la inmunización, como se sabe, quienes están en la primera línea de batalla en el combate a la pandemia.
Primero fue en el estado de México en donde un médico del IMSS y su familia presuntamente en forma indebida, recibieron la aplicación de la dosis, ahora ha sido en la entidad en donde quien fungía como titular del “Hospital de la Mujer”, Germán Arturo Corzo Ríos fue cesado de inmediato al trascender que fue de los inmunizados “sin que le correspondiera”, después se supo que quien también recibió la vacuna fue la directora del Hospital del Niño, Silvia Gutiérrez Lucatero así como personal que se dice administrativo, lo mismo sucedió con una fémina del hospital del Isset y uno más de la coordinación de salud del Ayuntamiento de Centro, el punto es que en el caso del primer galeno citado, la Sociedad Médica del hospital regional que dirigía, ha manifestado su inconformidad y consternación por la forma en que se le destituyó cuando era personal operativo y administrativo a la vez.
Independientemente de que es inconcebible que un director de hospital sólo permanezca en sus oficinas cuando está al frente de un grupo de médicos y enfermeras, independientemente de que no se haya respetado el protocolo de salud, de que el hecho no sea considerado ético, moral y responsable salta algo muy importante y que no sólo se encuentra elevado a rango constitucional sino que incluso, desde dos vertientes, se encuentra establecido en la Convención americana de los Derechos Humanos, el derecho a la salud y a la vida de todo ser humano así como la garantía de un debido proceso.
La primera que establece en su artículo 1, el respeto a los derechos y libertades de todas las personas “sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”. Nos parece que independientemente de los protocolos, hay un derecho de por medio, y la salud es un derecho inalienable sin distingos.
Ahora bien, la aplicación de la dosis a las personas mencionadas, se hizo quizá en forma presuntamente “indebida”, como también es indebida la forma en que se ventiló y exhibió la infracción al protocolo cuando -y aquí es donde entra la segunda vertiente-, se les está vulnerando la presunción de inocencia, cuando no se les permitió esgrimir sus propios argumentos, cuando no se les permitió defenderse, con lo que se está vulnerando el debido proceso al que también tienen derecho de acuerdo a lo establecido en la Convención Americana de los Derechos Humanos en su artículo 8 relacionado con las Garantías Judiciales que a la letra dice:
“1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
- Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad…”
Resulta incomprensible combatir infracciones o presuntos “agandalles” dirían en Morena, con determinaciones y acciones que vulneran todo derecho humano; errores, traspiés o equivocaciones que desde siempre aprendimos, se debía llamar por ética, al presuntamente acusado, en privado, para hacer la debida aclaración o corrección.
Colofón
Hoy nos congratulamos en enviar efusivas felicitaciones en ocasión de ajustar otro año de vida, al dilecto y distinguido amigo, el doctor Carlos García Paniagua, quien seguramente recibirá innumerables felicitaciones de sus familiares y amistades, cuando ha sabido granjearse el aprecio y afecto de las personas con las que ha convivido. ¡Pásela bien doctor!, un abrazo…Del asunto de la vacunación, así como, hay quienes se ocupan de obtener la vacuna a como dé lugar, por los motivos que sean, también hay quienes, por temor, miedo o desconfianza, han manifestado no se vacunaran. Por cierto, el proselitismo que hace Morena con lo de las vacunas, resulta vil chantaje, de asco, de no creerse…Los que protestaron en caravana vehicular por principales calles de Villahermosa, fueron los del sindicato de trabajadores independientes del Instituto de Seguridad Social del estado (ISSET) a fin de que se respeten sus garantías laborales y se les reintegre el descuento que tuvieron en su aguinaldo del año que recién terminó. Y esto sólo es el inicio…Mil gracias por su atención, les esperamos P.D. el próximo jueves.
