Guayabazo
¡Vencieron el coronavirus! Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com Don Pancho (N), un personaje de oficio electricista que con la férrea voluntad de su creencia religiosa logró vencer el terrible mal del ‘coronavirus’. Sólo su fe en Dios lo conservó con la fuerza suficiente para enfrentarlo y soportar los agudos dolores internos, la garraspeante tos y la […]
8 de mayo de 2020

¡Vencieron el coronavirus!

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com
Don Pancho (N), un personaje de oficio electricista que con la férrea voluntad de su creencia religiosa logró vencer el terrible mal del ‘coronavirus’. Sólo su fe en Dios lo conservó con la fuerza suficiente para enfrentarlo y soportar los agudos dolores internos, la garraspeante tos y la insistente fiebre que amenazaba con doblegarlo.

Allá en su domicilio de conocida populosa colonia de Villahermosa, capital de Tabasco (uno de los estados con mayores casos confirmados del llamado Covid-19), toda su familia lo padeció, y con la ayuda de su Padre celestial salieron a avante de la enfermedad viral padecida durante once días y que, a decir verdad, ni la ciencia ha logrado encontrar cura alguna, más que palear su propagación con cuarentena domiciliaria y guardando su sana distancia.

Nos narra don Pancho, que comenzó con una picazón en la garganta que le ocasionó fuerte tos seca, acompañada de punzante dolor pulmonar y una intensa fiebre que poco a poco le iba debilitando sus defensas: ‘porque el virus es inteligente y entra a donde está parte corporal donde están las defensas y aunque me tiraba a la cama, producto de mi debilidad, saqué fuerzas de mi fe en Cristo que todo lo puede para enfrentarme a ese desconocido mal’, explica.

“El malévolo Covid-19, tenía como finalidad meterme miedo para debilitarme y ahí es donde me di cuenta que había que enfrentarlo. Ya había atacado a mi hijo mayor, que estuvo a punto de fallecer, y a mi esposa, y decidí, con la palabra de Dios, ponerme al tú por tú con el virus”, indica.

A pesar de ser derechohabiente del ISSET, no quiso acudir al centro hospitalario, porque dijo no confiar en la ciencia que técnica y médicamente trata a los pacientes de Covid: ‘Vale más la cura que Dios me ha enviado y no llegar a esos lugares a entubarme’, replicó.

Don Pancho se había contagiado con su esposa que padece de asma e hijos, él fue el último en caer enfermo, por lo que comenzó a sentir las molestias del virus; pero ya tenía la experiencia de cómo combatir al SARS-CoV-2 con los tés y el medicamento que él había dado a su familia.

‘La preparación es sencilla: hágase un té con manzanilla, dos limones partidos con todo y zumo, canela y miel, póngalo a hervir y una vez hervido, tómelo calientito como si fuera café’.

Agregó que además hay que hacerse un jarabe casero, con miel, limón y bicarbonato y agitarlo con una cuchara hasta que suba la espuma. Hay que tomarlo a cucharadas, cada rato.

Finalmente, Don Pancho se inyectó vía intramuscular el medicamento ‘Cefalotina’, solución de 1 gramo que fabrica los laboratorios AMSA y que un doctor amigo de un hospital de alta especialidad le recetó. Y es que –según San Google— es una cefalosporina de primera generación, útil en infecciones serias causadas por microorganismos susceptibles, en especial las producidas por bacterias grampositivas, y ha demostrado ser efectiva en tratamientos contra infecciones de vías urinarias, ginecológicas, cardiacas, gastrointestinales y otras. Su fórmula: C16H16N2O6S2.

Después de ingerido las milagrosas pócimas, e inyectada la fórmula médica, Don Pancho se puso en manos de Dios y poco a poco, desde el viernes 1 de mayo, fue desapareciendo, primero la tos, luego los fuertes dolores de pulmón y el 5 de mayo la fiebre cedió por completo. De todos modos, continúan confinados en su domicilio en espera del anuncio oficial de fin de la cuarentena.

Este caso de la vida real nos lleva a concluir que Don Pancho es una persona organizada, apegada a los preceptos bíblicos y con mucha fe de cambiar las cosas, es decir, él ya cambió su patrón biológico que regulará de aquí en adelante su vida: organizarse hacia su interior y el de su familia… algo que muchos no han reparado para poder luchar contra la consecuencia emocional que nos va a dejar Covid-19.

Como bien nos dice Don Pancho, el ‘coronavirus’ se arraiga por un mal pensamiento, y señala que cuando el hombre se aparta de la base espiritual, como lo es la Iglesia, la familia, la educación y la integridad, es cuando entra el miedo que lo hace perecer… Algo como para reflexionar en estos días.

Por lo pronto, el gobernador Adán Augusto López Hernández, ordenó medidas más estrictas, como el cierre total de actividades comerciales a partir del viernes 8 hasta el lunes 11 de mayo, para paliar el mal, porque desafortunadamente Tabasco ocupa hoy los primeros lugares en incidencia: quinto lugar en defunciones, segundo por tasa de cada 100 mil habitantes y cuarto lugar en cuanto a casos activos.

¡Vamos juntos! ¡Vamos unidos! ¡Es hora de sacar entre todos adelante a Tabasco! ¡Tabasco saldrá adelante!, expresó enfático el mandatario, con el firme deseo de que con unidad y solidaridad se podrá vencer la epidemia… Esperemos en Dios que así suceda. De todos modos, continuaré tomando todo tipo de té y haciendo mis vaporizaciones con hoja de eucalipto…Nos leemos en la próxima.

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