78 años. Rumbo Nuevo, testigo de la historia
Rumbo Nuevo, El Diario de la Vida Tabasqueña, registra la evolución demográfica, política, social, económica y cultural del Tabasco. A tono con «el tiempo de Tabasco», Rumbo Nuevo ajusta hoy 78 años circulando como el «Diario de la vida tabasqueña» en el epicentro del sureste de México. ¡Qué no ha pasado en 78 años! Pues […]
31 de octubre de 2021

Rumbo Nuevo, El Diario de la Vida Tabasqueña, registra la evolución demográfica, política, social, económica y cultural del Tabasco.

A tono con «el tiempo de Tabasco», Rumbo Nuevo ajusta hoy 78 años circulando como el «Diario de la vida tabasqueña» en el epicentro del sureste de México.

¡Qué no ha pasado en 78 años! Pues durante esas siete décadas con ocho ciclos, las páginas del rotativo fundado por Manuel Antonio Romero Zurita, que fuera gobernador en 1924, registran cada uno de los acontecimientos naturales, políticos, económicos, sociales y culturales que han cimbrado al mundo como ahora sucede con el virus SARS-CoV-2, aparecido en China a fines de 2019, que mantiene aún en la incertidumbre a la humanidad.

Coincidencias aparte pero del lunes 1 de noviembre de 1943 al lunes 1 de noviembre de 2021 son 78 años de transcurrir el tiempo con un cúmulo de información binaria que para cumplir con esta reseña histórica podría resumirse en tres episodios: la postrimería y culminación pactada de la inhumana Segunda Guerra Mundial (septiembre 1939, septiembre 1945), el final del tercer milenio y la centuria 20 y la formación y aplicación de la Cuarta Transformación de México en Tabasco que a partir del 1 de diciembre de 2018 impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador y que en la entidad secundó, en enero de 2019, el ahora secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández y continúa el gobernador Carlos Manuel Merino Campos.

Una de esas fatales noticia justamente involucró al fundador de Rumbo Nuevo cuando en el desarrollo de la entrevista que le realizaba el creador y conductor del noticiario radiofónico Telereportaje, Jesús Antonio Sibilla Zurita, recibió el fulminante infarto que acabó con su fructífera existencia el 1 de noviembre de 1958. Hoy, hará 63 años.

En el suplemento de aniversario del año 2000 apareció la entrevista que Pablo Marín Olán le hiciera a don Florentino Hernández Bautista, director emérito de esta casa editorial en la cual se describe la aparición de Rumbo Nuevo:

«El nacimiento del periódico se remonta al primero de noviembre de 1943 en la calle Madero esquina con Zaragoza donde se encuentra actualmente Súper Maz (hoy, un bar cerrado de manera temporal); luego tuvimos que mudarnos a la calle Vicente Guerrero dode hoy se encuentra el restaurante La Caldereta (desaparecido), hasta llegar al sitio actual. En un principio comienza a editarse como semanario, posteriormente como bisemanario y más tarde como trisemanario; finalmente antes de concluir el periodo del gobernador… Noé De la Flor Casanova se convierte en «diario», siendo su primer director… Manuel A. Romero; y es el licenciado Manuel R. Mora quien bautiza al periódico Rumbo Nuevo como tal.

«Terminando el mandato gubernamental del licenciado Noé De la Flor, entra en su lugar el licenciado Francisco J. Santamaría quien realiza la apertura del primer gobierno sexenal; mientras estos cambios políticos ocurrían, yo me encontraba en Balancán y al llegar a Villahermosa en noviembre de 1950 el maestro (Francisco Javier) Santamaría me nombra vocal representante en la Comisión Agraria Mixta el primero de enero de 1951 y posteriormente me nombra admnistrador del «Diario» y como gerente a Pedro César Ocampo, designando como director al poeta Ramón Galguera Noverola».

También la edición de ese miércoles 1 de noviembre del 2000, publica una crónica de cómo los autores intelectuales y físicos vivieron el nacimiento del ahora citadino según la interpretación del reportero:

«Un rayo de luz iluminó el rostro de don Luis García Abalos. Con las palmas de las manos sostenía el alumbramiento de su imprenta. Pulsaba el pesor, revisaba sus líneas corporales, y ponía sus ojos en la cabeza, en los pies, en el abdomen. Nada. No lloraba, respiraba. Lo sentía en su palpitar agitado como campanas llamando a misa. Cerca de él, Gustavo, su hijo. El primero de la familia que salió de la casa ubicada en el número 10 de la calle Guerrero (Madero) a pregonar la buena nueva a la población sumida en la incertidumbre de la Segunda Guerra Mundial, pero sobre todo por el infortunio al que una vez más la sometía la naturaleza: inundación aquí, allá y… Tabasco, la isla.

«Ni falta que hizo la champagne. Las páginas de Rumbo Nuevo caían de la prensa caliente. Quemaban las manos del impresor García Abalos. Y lleno de gozo, en una esquina de la imprenta, don Manuel Antonio Romero Zurita, sonreía complacido. Había logrado cristalizar uno de sus más preciados sueños: la aparición de un periódico que registrara las vicisitudes del Tabasco posrevolucionario. Que fuera, como sugería su lema, «vocero del pensamiento tabasqueño».»

Y claro que había lucidez en la naciente publicación con un cuerpo editorialista compuesto por Adelor D. Salas, Andrés Iduarte, Antonio Taracena, Carlos Pellicer Cámara, Manuel R. Mora, Marcelino García Junco Payán, Francisco Javier Santamaría, Pepe Bulnes, Ramón Galguera Noverola…

78 años después, Rumbo Nuevo continúa haciendo historia no obstante las tribulaciones económicas y la era digital que disminuye las publicaciones impresas, una época con retos iguales o diferentes y, tal vez, más avasallantes como los que el «Diario de la vida tabasqueña» ha superado con creces.

Siempre sin perder la brújula y el reloj de la ruta de viaje y del «tiempo de Tabasco» como el epicentro del sureste de México.
Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo

Compartir: