Muchos años y 18 gobernadores marcan la historia de Rumbo Nuevo. Manuel Romero, su primer director, inicia la historia de un rotativo donde han escrito las mentes más brillantes del siglo pasado hasta la fecha, de ahí que escribir y pertenecer a esta historia, es sin duda un privilegio. Manuel R. Mora, al “bautizar” el periódico, buscaba, en tiempos álgidos, marcar un cambio en el ejercicio de la libertad de expresión, que ejercerla en esos años era por demás heroico.
Rumbo Nuevo siempre ha sido un medio modesto en su entorno empresarial que ha vivido en la medianía de la supervivencia toda su vida. La gran mayoría de sus hombres y mujeres, desde los más célebres escritores, hasta los más modestos colaboradores, se han destacado por su honradez, por supuesto, siempre se confirmará la regla por sus excepciones, pero la honradez y el deseo de servir a la sociedad, ha prevalecido por encima de lo malo. El bien siempre triunfa y es el caso de este inmenso ejemplo de la historia de Tabasco.
Doña Gabriela Gutiérrez Lomasto, en años anteriores y en un aniversario, señalaba que la historia de Tabasco no podía ser escrita sin acudir a las fuentes primarias plasmadas en Rumbo y en la semblanza de sus colaboradores, señaló que tiempo y años harían falta para escribir, analizar y disfrutar lo escrito en sus páginas, ella misma, hoy enferma, ha honrado y enriquecido con su familia, estas páginas, ella al igual que Rumbo, son parte de nuestra historia.
Hoy disfrutamos de una absoluta libertad. Años de lucha costaron poder llegar a un momento crucial en lo económico, político, y social. Vivimos un gobierno de cambios sustanciales. En donde encontramos lo que se ha buscado por décadas: respeto a nuestras libertades fundamentales. Vivir en la confrontación y en la sinrazón, esperamos pronto sea letra muerta.
Hoy Rumbo Nuevo se congratula de no estar perseguido y de contar con el respeto de la sociedad tabasqueña. Nunca ha buscado este periódico ser el más rico de Tabasco, ahí la competencia es ardua y escabrosa, nos conformamos con seguir haciendo historia, y honrar a los que nos precedieron, porque honrar, honra. Y dejar a nuestros hijos y a las siguientes generaciones, un ejemplo de trabajo.