60 años del juego de las 30 entradas
Este trascendental encuentro de pelota será por siempre recordado por los aficionados que lo presenciaron, así como por los jugadores que tomaron parte en dicho partido Luis Pérez Rodríguez Rumbo Nuevo ¡Recordar es vivir! En un día domingo pero del 21 del mes de agosto del año de 1960, alrededor de las 12:00 horas de […]
21 de agosto de 2020

Este trascendental encuentro de pelota será por siempre recordado por los aficionados que lo presenciaron, así como por los jugadores que tomaron parte en dicho partido

Luis Pérez Rodríguez
Rumbo Nuevo
¡Recordar es vivir! En un día domingo pero del 21 del mes de agosto del año de 1960, alrededor de las 12:00 horas de esa fecha, un grupo de entusiastas peloteros amateurs vistiendo los uniformes de sus respectivos equipos, fueron Selección Telégrafos con Hernán Mayorga como mánager y los locales Tecolotes de Atasta teniendo al frente a Constantito Pérez Morales (+), realizaban sus ejercicios de calentamiento para enfrentarse en partido correspondiente al XI Campeonato organizado por la Liga Tabasqueña de Béisbol en la categoría de Segunda Fuerza que por ese entonces presidía don Manuel Arceo Lezama.
También estaban los coaches Luis Santamaría de Telégrafos y por los atastecos fungió como tal, Máximo Hernández, apareciendo para el inicio de las hostilidades atrás del home como umpire principal Francisco Briceño Jesús, el popular “Patato” (+) y por las bases José del Carmen “Carmito” López (+), el anotador oficial por escribir en su box score las incidencias del partido lo fue Andrés Palavicini Álvarez y luego de 30 entradas disputadas con duración de seis horas con pizarra empatada a cero anotaciones con ambos lanzadores de los dos clubes beligerantes enfrascados en un tremendo duelo de no permitir mayores libertades a los bateadores contrarios y ante la ya casi nula visibilidad para un peulo de pelota al estar cayendo la noche, el umpire “patato” Briceño se vio en la imperosa necesidad de suspender las acciones, ante el descontento de la afición.
Este trascendental encuentro de pelota será por siempre recordado por los aficionados que lo presenciaron, así como por los jugadores que tomaron parte en dicho partido y cuyas acciones se plasmaron en los periódicos locales que narraron en sus páginas lo acontecido aquella tarde en el campo que se localizaba allá por los jardines de lo que hoy es el campo de pelota del Estadio “Centenario del 27 de Febrero” en la Ciudad Deportiva de la colonia Atasta de Serra de esta ciudad capital, pero se debe destacar que hubieron muchas emociones y momentos de tensión cuando ambos clubes colocaron hombres por la antesala pero que allí se quedaron esperando el bayazo oportuno que los empujara a la registradora que le hubiese dado el triunfo a sus colores.
Los Telegrafistas que abrieron las entradas de este kilométrico partido por ser visitantes, tuvieron por tercera base a los corredores Alcides Chan en el segundo rollo, en el cuarto inning a Rafael Chan, en el décimo cuarto inning a Mario Jesús, lo imitó Mario Muñoz en la parte alta del vigésimo primera ronda y su compañero Jorge González Vargas llegó a la esquina caliente en la apertura del vigésimo noveno episodio y allí se quedó, ya para abrir la trigésima entrada después de dos hombres fuera el siempre oportuno Alcides Chan se embasó con triplete pero el “Indio Grande de Atasta” luego de obsequiar pasaporte a Luis González le recetó tremendo ponche a su rival monticular Daniel Quevedo para cerrar su labor en forma brillante.
Por su parte los Tecolotes fueron retirados en su último llamado cerrando el trigésimo inning en cuatro bateadores en que recibieron un pasaporte para Mario Sánchez pero hasta ahí, para que de esta manera Daniel Quevedo (+) finalizó este duelo y solo lo amenazaron tres hombres con “Guanabita” Rubén Castillo, en el cierre del octavo giro, en la 18ª entrada Mario Sánchez ancló en el tercer cojín pero ahí se quedó esperando el hit milagroso pero este no llegó jamás, el “Jimmy” Heriberto Frías arribó en la tercera base en el décimo noveno giro pero estuvo esperando quien lo remitiera al hombe pero también se quedó suspirando.
La labor de Panchín Mayo con sus 30 entradas trabajadas las repartió con 19 imparables permitidos, no otorgó base por bolas y recetó 14 ponches, mientras que Daniel Quevedo aceptó 17 incogibles, dio cuatro pasaportes y retiró a ocho enemigos por la vía del ponche.
Para todos estos héroes deportivos inmortales que realizaron tan sorprendente hazaña, vayan nuestra admiración y respeto, tanto para los que se nos adelantaron y para aquellos que aún están con nosotros que gracias a nuestro Dios están presentes por esos recuerdos que han dejado escritos para enseñanza de nuestros jóvenes porque ellos son “inmortales del deporte tabasqueño”

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