Crystiam Estrada Sánchez
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A quienes deseen ser diputados o diputadas, les deberían exigir también sus cartas de recomendación, mínimo unas diez mil o que estas cartas sean   proporcionales al número de votantes del distrito en el que quieren participar.  Pero no sólo las cartas deben ser requisitos, sino también que se les pida experiencia y conocimiento de las leyes, para que al emitir una reforma, al debatir o al proponer reformas a la ley, sepan de qué hablan y dejes de andar diciendo o escribiendo sandeces. Dicen muchos que ya son diputados o diputadas, que cuentan con un grupo o equipo de asesores, expertos en todos los temas, pero lo dudo mucho, porque qué puede saber un asesor, diputado o diputada de las carencias y necesidades que tienen los usuarios del transporte, si ni a un pochi se han subido.  Qué puede aportar un diputado, diputada o su asesor “experto”, si no tiene pruebas, diagnósticos, investigación de campo, encuestas, testimonios, historias de vida verdaderas, argumentos, que justifiquen los porqué de la propuesta o reforma de ley?

No me gusta comparar, por eso no diré en qué otros lugares hay personas que para que su empresa funcione como debe ser y sea prospera, planean, proyectan, justifican y argumentan, sus actividades y acciones de trabajo, considerando los riesgos y alcances, pero también los beneficios que estos pudieran generar, no a un solo sector o a una sola persona,  sino a todos en general.

Busco la manera de justificar las preguntas de algunos amigos míos que viven en otros países del mundo, cuando me preguntan por qué si México es tan bello, padecen algunas personas por encontrar un empleo, por qué se paga la mano de obra tan bajo, por qué la gasolina es tan cara y por qué  pagamos luz si nosotros mismos la producimos, pero no encuentro respuestas; simplemente contesto, que las economías no son las mismas y los administradores tampoco.

Los únicos responsables no son quienes nos gobiernas, sino lo son más quienes nos legislan y representan en un lugar llamado Congreso y Senado; en verdad son estos dos grupos quienes deben ser vigilados, señalados y responsabilizados, en cuanto a los recursos, dineros, leyes, empleo, salud, educación y muchas cosas más se refiere y que los mexicanos y mexicanas no tenemos a manos llenas, a como ellos sí, pues no podemos comparar el salario de un diputado con el de otro ciudadano, los beneficios de un diputado con los de un diputado, la casa de un ciudadano con la de un diputado, los gastos de un diputado con los de un ciudadano, el comer de un diputado con el de un ciudadano, la oficina de un diputado con la de un ciudadano, es más ni la mujer de un diputado o el marido de una diputada con la de un ciudadano o la de una ciudadana, pero en fin, tienen razón mis amigos extranjeros. Sólo en México pasan esas rarezas.

Con esperanza veo que no todo está perdido, porque aunque sean pocos o pocas si hay quienes tienen vergüenza y comparten lo mucho que ganan con los demás, aunque sea para promoverse a futuro en la búsqueda de una presidencia municipal o gubernatura, pero ya qué, con que lo compartan es ganancia, no se puede pedir más.

Gracias a Dios por la vida de mi hermano, por la salud, el trabajo, los amigos, por todo lo que tengo y soy, gracias Señor. Gracias a usted por su tiempo de lectura, Dios nos bendiga.

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P.D. ¿Hay algo tan significativo para ti que incluso podría costar un peso, pero no lo venderías por cantidad alguna?