Crystiam Estrada Sánchez.
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Antes que detonara el problema de los estudiantes en Michoacán, ya habían detonado otros en diversos estados de la República Mexicana. Sin embargo déjeme decirle querido lector, que lamento mucho lo sucedido a los normalistas.

Muchos son los jóvenes que ingresan al nivel superior, pero pocos son los que terminan, el problema es su inmadurez, carácter, decisión, sueños, metas, o que simplemente no quieren cumplir reglas y prefieren cortar con sus planes de seguir estudiando.

Bueno es ver cuando se desgarran las vestiduras por ir a sus clases, rompen cualquier obstáculo para avanzar, prenden, cumplen su rol social como estudiantes, luchan porque las reglas se cumplan dentro y fuera del aula, respetan las reglas, en fin son verdaderos estudiantes.

En la actualidad, no comprendo qué sucede con algunos de nuestros adolescentes y jóvenes, son apáticos, no cumplen reglas, ni roles sociales, no respetan, todo lo quieren fácil, no tienen capacidad de dialogo para llegar a acuerdos, no se sienten sorprendidos, todos se creen Superman u mujer maravilla, no quieren estudiar en el conocimiento,  nadan en la apatía, no ven al otro y menos se ven a sí mismos; desconozco lo que piensan en su cabeza, pero lo que sí sé es que sus actitudes no son más que el reflejo de lo que ven y , escuchan en casa, de no ser así considero que  lo que sucede es que desde el seno familiar, no se les han inculcado, valores y mucho menos principio para vivir con calidad humana y ser jóvenes de provecho en su vida futura.

Hace aproximadamente 4 o 5 años, escuché a un padre decir que él hace lo que su hijo quiera y que le deja decidir lo que quiera, ante esto, le pregunté, si su hijo decidía no estudiar lo apoyaría, si decidía robar o sí decidía pedir su herencia y gastarla en viajes también, me contestó que sí, simplemente porque lo que su hijo decidiera debía de estar consciente de que tendría repercusiones para su vida y que como ya estaba grande ya no le correspondía a él como padre educarlo.

Con pena y tristeza me dio, pero antes de retirarme del lugar donde platicábamos, le dije a ese señor, que esperaba su hijo no llegara a golpéalo algún día o a correrlo de su propia casa. Pues pasó.

Hoy me ha buscado y me ha dicho que lamenta mucho no haber educado a su hijo a tiempo, que siempre lo dejó hacer lo que quería. Parece novela pero es la verdad. Hoy su hijo lo dejó en la miseria, no tienen ni para comer, ni bienes ni nada. Hoy el encontró un trabajo y de eso vive para rentar un cuarto y comer, de su hijo nada sabe, pues desde que se fue disque a trabajar no sabe de su vida. Lo ha visto dos o tres veces y dice que anda en un carro, supuestamente se dedica a arreglar climas, pero de ahí en fuera no sabe más.

Nadie nace sabiendo ser padre ni madre, pero eso sí, cada padre y madre debe tener claro que quiere para sus hijos, si no, para que los traen a este mundo. A los hijos se les reprende desde pequeños, de grandes, ya  para qué.

Gracias a Dios por la vida, por los hijos, por las cosas buenas y peores, por la salud, el trabajo, por todo gracias Señor. Gracias a usted por su tiempo de lectura. Dios le bendiga.

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P.D. ¿Hay algo tan significativo para ti que incluso podría costar un peso, pero no lo venderías por cantidad alguna?