2 de octubre y Tabasco
Soyez réalistes, demandez l’imposible. Consigna del Mayo Rojo, en  París. Erwin Macario erwinmacario@hotmail.com Si bien durante 1967 —año de la muerte del Che Guevara— en Tabasco, y otras entidades del país,  había protestas y un movimiento que llegó a pedir la cabeza del gobernador Manuel R. Mora, en tanto él mantuvo la tolerancia y la […]
2 de octubre de 2014

Soyez réalistes, demandez
l’imposible. Consigna del
Mayo Rojo, en  París.

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com

Si bien durante 1967 —año de la muerte del Che Guevara— en Tabasco, y otras entidades del país,  había protestas y un movimiento que llegó a pedir la cabeza del gobernador Manuel R. Mora, en tanto él mantuvo la tolerancia y la fuerza para no reprimir a los estudiantes y al pueblo que se les había unido, no se puede asegurar que en Tabasco nació el movimiento reprimido el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, como algunos andan diciendo estos días.

La década de los 60s no sólo en Tabasco, no únicamente en el país mexicano, sino en gran parte del mundo los estudiantes encabezaron protestas y acciones en las calles contra gobiernos represores. Fue en París, Francia, donde en mayo y junio de 1968, esto tuvo su mayor fuerza y sirvió para que las juventudes de varios países de Europa se levantaran, así como sucedió en México, Estados Unidos y Argentina, por citar sólo tres en este continente americano.

Consignas como “prohibido prohibir”, “seamos realistas, pidamos lo imposible”, “la imaginación al poder”, catapultaron la inconformidad de los jóvenes que, a finales de los años 60, protestaban,  no sólo en Estados Unidos, contra la guerra de Vietnam. En Tabasco se creó, antes del movimiento del 67,un comité de lucha contra esa guerra. Muchos de los que serían líderes del movimiento tabasqueño formaron parte de él.

Universitarios como Mario Barrueta García, Héctor Manuel Laynes Escalante, Víctor Manuel López Cruz, Máximo Evia Ramírez, Antenor Sala Pinto, entre otros, no exportaron el movimiento a la ciudad de México, si bien aquí hubo los primeros brotes de inconformidad contra el sistema político; y de la protesta estudiantil se pasó a la demanda ciudadana que movilizó tabasqueños; al grado que algunos políticos como César Rojas Contreras, Domingo Ordóñez, Manuel Piñera Morales y Adolfo Ferrer Lutzow  intentaron enfrentar a los campesinos movilizados por la CNC,  a los estudiantes, y el pueblo que los apoyaba.

Maestros que habitan la colonia Magisterial evitaron un baño de sangre que podría haberse comparado con la masacre de Tlatelolco, al año siguiente. El gobernador Manuel R. Mora impidió, por otra parte, que José Hernández Toledo y su cuerpo de paracaidistas tuviera su ensayo general con miras al drama del 2 de octubre. El general traía órdenes de Gustavo Díaz Ordaz de acabar como fuera el movimiento que mantenía tomada Plaza de Armas.

Hernández Toledo, trató de salvarse ante la historia. Así lo cuenta Elena Poniatowska en su libro La noche de Tlatelololco:  El general José Hernández Toledo declaró después que para impedir mayor derramamiento de sangre ordenó al ejército no utilizar las armas de alto calibre que llevaba (El Día, 3 de octubre de 1968). (Hernández Toledo ya ha dirigido acciones contra la Universidad de Michoacán, la de Sonora y la Autónoma de México, y tiene a su mando hombres del cuerpo de paracaidistas calificados como las tropas de asalto mejor entrenadas del país.)

Y agrega la escritora: Sin embargo, Jorge Aviles, redactor de El Universal escribe el 3 de octubre: «Vimos al ejército en plena acción; utilizando toda clase de armamentos, las ametralladoras pesadas empotradas en una veintena de yips, disparaban hacia todos los sectores controlados por los francotiradores.» Excélsior reitera: «Unos trescientos tanques, unidades de asalto, yips y transportes militares tenían rodeada toda la zona, desde Insurgentes a Reforma, hasta Nonoalco y Manuel González. No permitían salir ni entrar a nadie, salvo rigurosa identificación.» («Se Luchó a Balazos en Ciudad Tlatelolco, Hay un Número aún no Precisado de Muertos y Veintenas de Heridos», (Excélsior, jueves 3 de octubre de 1968.) Miguel Ángel Martínez Agis reporta: «Un capitán del Ejército usa el teléfono. Llama a la Secretaría de la Defensa. Informa de lo que está sucediendo: ‘Estamos contestando con todo lo que tenemos…’ Allí se veían ametralladoras, pistolas 45, calibre 38 y unas de 9 milímetros.» («Edificio Chihuahua, 18 hrs.», Miguel Ángel Martínez Agis, Excélsior, 3 de octubre de 1968.)

Los tabasqueños —excepto con el encarcelamiento y la muerte posterior de Mario Barrueta, el líder del movimiento estudiantil de Tabasco—.habían pagado un costo menor por alzar la voz y los puños contra el sistema.

Por eso  lo de Tabasco, y el 2 de octubre, nunca se olvida… Y como uno de los grafitos del mayo de París:  “Tengo algo que decir pero no sé que»,

Dinero fresco a Bertruy
Humberto de los Santos Bertruy esperó casi dos años para darse cuenta que es más fácil pedir dinero prestado y dejar  el pago a los que vienen atrás, en vez de pagar la parte de la deuda de la administración pasada, que es actualmente de 577 millones 723 mil 778 pesos, por los que la comuna, dice eroga, por intereses, unos cinco millones de pesos mensuales.

Así, como el que está tontito, el alcalde de Villahermosa solicitó al Congreso autorización para contratar  crédito con el que se reestructuraría la deuda en condiciones favorables.

Nada más quieren  423 millones 272 mil 9896 pesos. Suspicaces piensan que parte de ese dinero servirá para el pago de capital y otra porción, la mayor, para reserva prudencial a fin de ir pagando los intereses sin tomar del presupuesto 2015.

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