Crystiam Estrada Sánchez.
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Ahora si ya lo dijo el Gobernador de Tabasco Arturo Núñez Jiménez, el que quiera participar en el proceso electoral del 2015, que renuncie. Tal pareciera que estas palabras ninguno de sus funcionarios la escuchó, porque hasta ahora no he escuchado que nadie haya renunciado y mucho menos he visto que nadie de los funcionarios deje de cobrar su sueldo quincenal o lo que es peor de usar y aprovecharse del cargo que tiene para pretender ganar votos.

Hay muchos aspectos que analizar aquí, en esta ocasión sólo hablare de dos: uno, porque no le hacen caso a su jefe y dos, porque se van si haberle cumplido, ya no a él; a Tabasco.

En el caso del primer punto, quisiera usar dos metáforas para que sea un poco más certero mi mensaje. Cuando un padre o madre de familia da una orden, los hijos deben acatarla, de lo contrario el padre o la madre dirán que el hijo o la hija están en total desobediencia y posteriormente viene el castigo o la sanción. En el caso de un trabajador y su patrón, cuando un jefe da una orden está debe acatarse no discutirse, ya que la sanción podría ser hasta el despido del área de trabajo.

Luego entonces, en el caso de las dos metáforas anteriores siempre prevalece que las ordenes se acatan o de lo contrario habría una sanción. De aquí mi pregunta ¿Por qué será que los funcionarios públicos que ya escucharon a su jefe, no acatan la orden? La verdad es que muchas podrían ser las razones, no me atrevería a contestar ninguna de estas, pues a final de cuentas sólo quienes desde el fondo de su corazón aspiran a un cargo de elección o a que les regalen el cargo con una plurinominal (sin obedecer órdenes) lo saben.

El segundo punto es, porque renunciar si aún no han cumplido con la encomienda y mucho menos a los tabasqueños. ¿Fueron entonces puras mentiras sus ofertas de cambio en estos funcionarios públicos? ¿Abandonan el barco por algo “mejor”? También son respuestas que sólo pueden contestar quienes en silencio gritan que desean ser diputados, senadores, presidentes municipales o hasta regidores.

Bien valdría la pena saber y que informaran por lo menos a su jefe, en qué condiciones dejan sus áreas de trabajo antes de que abandonen el cargo, porque en ocasiones (sino es que siempre) dejan peor que un chiquero de puerco las instituciones donde laboraron (sino pregúntenle a Granier); lo peor es que si tienen una forma de trabajo o crearon nuevas políticas, procesos o tramites, el nuevo funcionario que viene, trae otras ideas y maneras de laborar, acompañado de  otro tipo de  personal; generando confusión, atraso y pérdida de tiempo entre la población.

Como que no han entendido aun los funcionarios  o políticos de partido, que no es necesario un cargo dentro de la administración pública para conseguir votos, ya que el que es perico donde quiera es verde. Lo que necesitamos los tabasqueños son candidatos responsables, trabajadores, que sepan administrar, honestos, capaces, humanos, sensibles, humildes, gobernables y con gobernabilidad, justos y que busquen el bien común.

Gracias a Dios por el trabajo, la vida, el amor, la familia, la salud, por las amarguras y alegrías, por todo gracias!!!!!! Gracias a usted por su tiempo de lectura. Dios le bendiga.

Comentarios:
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P.D. ¿Hay algo tan significativo para ti que incluso podría costar un peso, pero no lo venderías por cantidad alguna?