Juan José Hernández Hernández
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Ya lo había dicho Carlos Marx, el sedicente padre del socialismo europeo y latinoamericano, “el parto de la democracia es doloroso”. La alternancia significa renovación, es desplazar viejas estructuras para imponer mejores andamios que edifiquen a la nueva sociedad y al Estado. Dos factores importantes ocurren en Tabasco en estos momentos: uno, la justicia recobra su autenticidad al aplicarse las leyes en quienes saquearon las arcas públicas del gobierno anterior y dos, la importancia que representa en momentos álgidos la presentación del Programa Estatal de Desarrollo (PLED) 2013-2018.

Al gobernador Arturo Núñez Jiménez le ha tocado el papel histórico de recomponer el tejido social de Tabasco. El proceso no ha sido fácil, porque la descomposición social, económica y política se remonta a gobierno anteriores, de por lo menos desde Mario Trujillo, cuando las leyes se torcieron a favor de una la selecta clase política en el poder, personajes que hicieron de la política el arte de la manipulación, la demagogia y la mentira. Todo para ocultar las mezquinas acciones que hoy tiene postrado a la población tabasqueña, con desempleo, improductividad en el campo, educación de mala calidad, pésimos servicios de salud, vías de comunicación intransitables, el irracional uso, control y aprovechamiento del agua, empresas quebradas  por las malas administraciones como ultralácteos, oleaginosas del sureste, la chocolatera de Cárdenas, los fracasos productivos del Plan Chontalpa y del Plan Balancán-Tenosique, etcétera, etcétera, etcétera.

Y por el lado de los servicios administrativos de gobierno, ha sido ineficiente y corrupto. Ya se había vislumbrado el divorcio entre el gobierno y la sociedad, lo que significaba pérdida de credibilidad para los políticos de todos los niveles. La prueba está en el encarcelamiento de Andrés Granier Melo en el reclusorio Oriente de la Ciudad de México, de su ex secretario de Finanzas, José Sáin Pineda y de otros “distinguidos” ex funcionarios ya recluidos en el Creset. Más el desfile de que hacen para declarar sus presuntas inocencias o culpabilidad en el caso más sonado a nivel nacional e internacional, es decir la brutal corrupción de la pasada administración.

Con ello el presidente Enrique Peña Nieto fija una postura saludable para la clase política del país y del Estado de Tabasco, combatir todas las irregularidades con la finalidad de recobrar la confianza ciudadana en los quehaceres del gobierno en el poder. Basta recordar que en el plano internacional, México está clasificado como uno de los países más corruptos. La imagen debe cambiar en este aspecto.

En esta recomposición juega un papel muy importante el PLED que presentará Arturo Núñez Jiménez hoy jueves. El PLED es un conjunto de normas con objetivos bien definidos tendientes a reactivar la vida social, económica, financiera y educativa de la sociedad tabasqueña. Ese es el objetivo central, pero si partimos de sus antecedentes en gobiernos anteriores y analizamos sus resultados, han sido planes de gabinete que no han tenido nada que ver con la realidad de los sectores interactuantes de la sociedad. Porque si así fuera, Tabasco fuera todo un emporio comercial y productivo. Pero desafortunadamente no ha sido así.

Ahora el jefe del Ejecutivo Núñez Jiménez tiene la oportunidad de hacer serios replanteamientos para revertir los fenómenos sociales que aquejan a la población tabasqueña. Significa también proyectar planes y programas a largo plazo como el Plan Hídrico Integral, que debe ser para los próximos cien años. Ya no se pueden hacer PLED sexenales. Es necesario pensar en grande, como dirían los clásicos del capitalismo neoliberal. También cobra importancia la explotación racional del petróleo, energético que debe aprovecharse para el desarrollo económico estatal. Es claro que las universidades y los centros de investigaciones establecidos en la Entidad, deben contribuir a esos objetivos de crecimiento con desarrollo, siempre respetando el entorno ecológico.

La reconstrucción de Chiltepec
Hace más de 18 años, el puerto de Chiltepec no experimentada bienestar alguno. Ahora la administración de Jorge Alberto Carrillo Jiménez, ha iniciado una reconstrucción integral que busca reactivar las funciones de ese puerto que tiene el objetivo de ponerlo a la altura de la demanda comercial estatal, nacional e internacional.

Se rehabilitan las calles Venustiano Carranza, Benito Juárez y Francisco I. Madero. Con recursos propios del ayuntamiento, se invierten 800 mil pesos, misma que beneficiará a más de mil habitantes. El proyecto hará más fácil los acceso rumbo al puerto de Dos Bocas, donde se exportan recursos petroleros, ganadería y especies diversos de la agricultura. De la misma forma se reciben barcos de gran calado con fines turísticos. Por eso la importancia de darle un nuevo rostro y funcionalidad. Chilpetec se perfila como el puerto más seguro y atractivo del país. Visite la página web: www.elespiatabasco.tk