• “Entre complicidades y acusaciones se discute el futuro de la Cámara de la Industria de la Construcción en Tabasco, en donde este 27 de enero habrá de reelegir, o elegir a su dirigente.”

Abiud Pérez Olán
abiudperez@hotmail.com

35 años acaba de cumplir la Cámara de la Industria de la Construcción delegación Tabasco, una industria floreciente en los años 80 y que prácticamente llega al desastre a partir del 2010, como quien dice, fueron varias décadas de éxito para los constructores  que lograron almacenar fortunas en base a un trabajo cuestionado, aunque no  son todos, pero sí en Tabasco la obra pública ha dejado mucho qué desear, siempre en medio de componendas y el reparto de esta para los compromisos de campaña y los amigos, la construcción fue tal negocio, que de pronto hasta quienes no tenían la menor idea de este oficio formaron constructoras que han hecho sendos negocios al calor del gobierno, la obra privada es muy difícil, las exigencias son bastantes y aun cuando las normas de construcción son las mismas para la obra pública de gobierno, esta última siempre deja mayores dividendos que la otra.

La Cámara tabasqueña de la construcción al cumplir 35 años, cuenta con 429 afiliados con derecho a votos, los cuales por sus reglas muy especiales se convierte en 596 sufragios y el próximo martes 27 de enero habrá de renovarse la dirigencia, o reelegirse quien se encuentra desde hace dos años en el cargo de presidente, en los 35 años de historia de la construcción, ningún presidente ha durado tres años, porque aunque los estatutos no lo prohíben, se hizo una norma moral, de no aspirar precisamente a dos reelecciones para evitar los malos entendidos y en algunos casos el estancamiento de esta decadente industria.

José Luis Dagdug ahora presidente, va por el reto histórico de reelegirse de nueva cuenta, a sus espaldas pesan una estela de acusaciones que la pasada semana se discutió en el pleno de los ex presidentes que lo encararon y que verdaderamente pone en alerta el presunto mal uso de recursos económicos que puso en evidencia la falta de capacidad del manejo de los pocos dineros que tiene ese organismo, la discusión más fuerte en la reunión, fue el pago en una factura por más de 400 mil pesos a una empresa para la difusión y pagos diversos con motivo de los festejos del 35 aniversario de esa institución, molestia que enardece a los constructores porque jamás se había hecho tal gasto y además no se justifica, el voto de un conocido empresario y ex presidente lo salvó en esa reunión.

Así como esas acusaciones, la Cámara de la Industria de la Construcción tabasqueña pasa por momentos muy críticos, no sólo porque no hay obra pública, eso se reduce a la falta de inversión y trabajo para las empresas afiliadas, el reclamo es unánime, la dirigencia actual sólo se preocupó por justificar y recibir para las empresas de los directivos, lo poco que se asignó, este 27 de enero Antonio Quirarte Flores pondrá ante los constructores su propuesta que de ser avalada en la elección, las cosas podrían cambiar para una cámara que agoniza por la falta de visión y respeto a sus estatutos y desde luego, a los afiliados que como nunca, han sido ofendidos, y lo peor es que sigue como antaño, los compromisos pues en la discusión del miércoles, donde se pudo llevar a juicio a José Luis Dagdug por las acusaciones que se hicieron, salió a relucir que se le perdonó porque el voto decisivo pesa 80 millones de pesos en obras que se le asignó en el CEAS, quien fue su titular, el que pidió por favor se le considere al actual presidente para dejar las cosas como están.

No es cualquier cosa lo que se discute en la Cámara de la Industria de la Construcción, durante casi dos años se ha realizado el cobro de renta del edificio anterior, por 230 mil pesos mensuales y el Instituto Tecnológico de la Construcción es generador de otros 200 mil que no se ven reflejados en las arcas de la Cámara de la Industria de la Construcción, las cosas están en esa agrupación muy crispadas, aun cuando ha habido elecciones muy competitivas, no habían visos de división por el mal manejo de los recursos, como ahora ocurre.

José Luis Dagdug, con dos años a la cabeza de la cámara, enfrenta a Antonio Quirarte Flores, este 27 de enero, en una elección histórica, en donde sabremos los tabasqueños de qué están hechos los constructores, los afiliados con tres años votan por uno, de 5 a 9, por dos, y de 10 a 11 años, por tres votos; por ello, es que la votación general es de 596 y como en toda democracia, aquí se respeta el triunfo con un solo voto de mayoría, este 27 de enero los constructores o votan por seguir como están, o van por el cambio, los intereses están a la orden del día.

Grillos y grillas
Desafortunadamente para los tabasqueños se hizo mal uso de la obra pública en todos los ámbitos, federal, estatal y municipal, para muestra, las obras inconclusas y que tanto daño causan, como el puente La Pigua y la ampliación de la carretera Villahermosa-Cardenas, que son verdaderas pesadillas, el Estado fue rebasado, o no hay calidad moral para reclamar y exigir al gobierno federal que nos cumplan, o simplemente son cómplices, pero el daño que causan diariamente, está a la vista de todos. El gobierno del Estado no pudo en este 2013 y 2014, ser generador de obra, la falta de recursos económicos es evidente, aunque las necesidades sean muchas, sin embargo, el escándalo en CESAS y la Secretaría de Obras Públicas, han sido constantes, con lo poco que se ha generado, de los municipios, ya ni digamos, los presidentes municipales, siguen con la tradición del diezmo y dando la poca obra a sus amigos que se convierte en una obra pésima y tan mala, que no aguanta ni entrega, las cosas tienen que cambiar en Tabasco, para mejorar la vida de los tabasqueños y el desarrollo que se encuentra estancado desde hace muchos años, incomparable con los estados vecinos, que tienen obra federal y estatal, de calidad… Nos leemos mañana.