- “No se trata de más reformas constitucionales, sino de la verdadera aplicación de las leyes que ya tenemos y una mejor repartición de la riqueza para combatir la inseguridad.”
Abiud Pérez Olán
abiudperez@hotmail.com
La situación es crítica para el gobierno, el país arde, el futuro pende de un hilo, difícilmente se pueda salir del contexto sino se lleva acabo un replanteamiento del sistema de gobierno y su política económica, en donde también se terminen los privilegios para los funcionarios y desde luego, combatir con seriedad la corrupción y no solo sea un discurso para atacar y meter a prisión a los adversarios, México está muy mal, se le podría echar la culpa a los más de ochenta años de gobiernos priísta, pero eso es una falacia, la responsabilidad es de todos, porque desde López Obrador hasta el propio Cuauhtémoc Cárdenas, fueron amamantados por el tricolor, allí se formaron.
Ahora resulta, que tan solo cambiar de piel y vestirse amarillo o azul, los hace diferentes a lo que fueron tantos años y donde además fueron cómplices y artífices del sistema que hoy tiene a México a punto del Estado fallido y descontento social, lo peor es que seguimos peor que antes de la revolución en donde la casta divina, sigue con privilegios sin sentir la miseria e injusticias que esta a punto de provocar un estallido social.
El Presidente Enrique Peña Nieto, tiene que escuchar la voz de los miles de mexicanos que claman justicia, empleos, salud y alto a la corrupción, debe entender que el caso Ayotzinapa, es tan solo el pretexto para mostrarle al sistema que está agotado, que urge un cambio, no se puede seguir teniendo reservas millonarias e históricas, si el pueblo se muere de hambre y de enfermedades, no se necesitan reformas, se necesita que se cumpla la ley y nuestros mandamientos constitucionales,
Los odios y rencores hacia los gobernantes es por el abuso del poder, los robos al dinero público, no puede ser que uno de los países de mayor producción de hidrocarburos, no sea capaz de producir su propio gas y su combustible, además de tener una producción de energía tan cara, que solo beneficia a las transnacionales que se les ha entregado el negocio, pero eso no es todo, la pobreza aumenta aun teniendo una mayor riqueza petrolera, como no quiere el gobierno que hay esas protestas violentas, ante la impotencia de parar el robo al dinero público.
México está a punto de colapsar, sus municipios y Estados endeudados, la mala administración y la falta de responsabilidad, es la causa de que el presupuesto apenas les alcanza para sus caprichos y el gasto corriente, mientras no haya responsabilidad de los gobernantes, este país seguirá rumbo al estallido social, en donde todos seremos perdedores y habremos entregado nuestra libertad y posibilidad de una vida digna a un régimen dictatorial, en esa búsqueda que tiene el mexicano por un cambio de rumbo.
Estamos a punto de cumplir dos años de gobierno de Enrique Peña Nieto, y la situación en el País es alarmante, muy poco le duro al presidente la luna de miel y lo que para otros se les acaba el poder con la llegada del candidato presidencial, a Peña se le ha complicado cuando debería estar más fuerte que nunca y las reformas que lo vestían de gloria pasaron a tercer termino y con ello la complicación de gobernar un país en medio del desorden e instituciones sin credibilidad.
No hay agitación, pero sí rebelión en contra del gobierno, eso esta más que claro, se tiene temor de aplicar la ley y por eso los abusos y excesos de quienes investidos con una capucha o la muchedumbre violenta la ley, la juventud está desorientada y cansada de que no tengan oportunidades y por ello su reclamo airado y violento, cambiar la estrategia política y económica del gobierno, sería un gran paso y no más reformas.
Grillos y grillas
El Presidente Enrique Peña Nieto anunció el día de ayer, reformas constitucionales que según su manera de pensar y ver las cosas, servirán para enfrentar la crisis que vive el país de delincuencia y la intromisión del narcotráfico y delincuencia organizada en el sistema de gobierno, las medidas tienden a una fortaleza del sistema policial y procuración e impartición de justicia, pero con seguridad se podría afirmar y sin temor a equivocarnos, que esa, es una salida mediática al descontento social por lo que vivimos, pero en ningún momento será la solución para la crisis de seguridad, porque la corrupción está precisamente en el gobierno y en la forma de actuar de los funcionarios públicos, tenemos una Constitución y una ley, clarísimas, que le marca un alto, no sólo a la delincuencia organizada, sino que exige un gobierno que procure y haga justicia a los mexicanos, así también como un trato igual en la repartición de la riqueza y no se aplica, los funcionarios públicos desde el gobierno siguen repartiéndose el dinero y corrompiendo todas las esferas del sistema, la policía en México es corrupta por naturaleza y porque se les pagan sueldos de hambre, tan sólo en Tabasco más de mil 500 policías no pasaron el examen de control de confianza y se les relaciona con la delincuencia organizada a otro tanto, sin embargo, se sostiene a esos malos elementos porque no hay dinero para liquidarlos y el Tribunal Superior de Justicia, en medio de los escándalos y como si fuera poco, hay acusaciones constantes de que los agentes ministeriales extorsionan a quienes solicitan se cumpla la ley y además, en todo el país los alcaldes buscan dinero del narcotráfico y la delincuencia organizada para poder sostenerse en el gobierno, porque el municipio se encuentra totalmente endeudado y rebasado con tantas necesidades, el asunto de solución a los problemas de seguridad en México, no es de reformas, es de aplicación correcta de la ley, y un mejor gobierno, donde hayan mejores oportunidades para todos… Nos leemos el lunes.