• “La regó el PRI al proponer una ley alterna en contra de la del Poder Ejecutivo sobre el transporte público en Tabasco, no cabe la menor duda que están faltos de dirigentes y hombres o mujeres con sentido común”

Abiud Pérez Olán

No cabe duda que el Partido Revolucionario Institucional todavía no sabe en donde está parado, cual es verdaderamente su situación y lo que tiene que hacer para capitalizar los errores del gobierno y la debilidad del Partido de la Revolución Democrática que ahora le toca tener el gobierno, la cosa no esta tan fácil, tenemos una sociedad crispada y aterrorizada, no se han solucionado sus problemas y no hay tendencia a resolverlos, pero el PRI está equivocado en sumarse a quienes llevan tan solo la contraria al gobierno por llevarla y en el caso de la nueva ley de transporte propuesta por el gobernador Arturo Núñez, sin duda alguna encierra el sentimiento mayoritario en su favor y llevar la contraria con otra propuesta es un grave error.

El transporte público en Tabasco ha sido desde siempre una cochinada por no decir cosas peores, el PRI lo tuvo a su servicio para el acarreo de sus militantes y lo controló para que bajo amenazas no dieran el servicio a la naciente oposición, hace casi tres décadas en que empezaba a repuntar la inconformidad en contra del tricolor; al transporte público lo convirtió en un nido de corrupción, concesiones bajo componendas y un subsidio que nunca ha quedado claro, bajo esquemas al margen de la ley que cambió a este servicio no solo en ineficiente, sino también en un gran peligro para quienes los utilizan, el error del PRI está en una propuesta que serviría para que el transporte público siga siendo como en los viejos tiempos del PRI y deja a la sociedad a un lado.

La propuesta de una ley alternativa de transporte que contrapone a la del Poder Ejecutivo, es un error garrafal porque liberarlo es lo más sano que puede haber en torno a este servicio público de gran necesidad para las mayorías, en donde se termine el subsidio y se dé el servicio de calidad que se necesita en Tabasco, terminar con el abuso y la corrupción de líderes que han almacenado fortunas sin dar un servicio eficiente, no se trata de llevar la contraria y aunque en su propuesta al hacer uso de la palabra la diputada Mayté Dagdug se llevó porras y aplausos por las decenas de transportistas presentes, seguramente la gran mayoría que usa este transporte repudiará el intento de buscar reflectores del tricolor.

El PRI ha utilizado el transporte público como una manera de presión y de control, el acarreo de militantes en épocas electorales ha sido parte de sus triunfos y por ello la contraria a la propuesta del gobernador Arturo Núñez con la ley de transportes, las concesiones no solo no deberán ser mayor de diez años, sino que debe quedar sujeta al buen servicio, a la calidad y preparación de unidades y choferes, además del control que se debe ejercer para evitar el desastre que existe hoy con delincuentes y piratas, esto último es una triste historia donde no se debe culpar tan solo a la actual administración como lo hizo la diputada Mayté Dagdug, sino también al PRI que por tantos años administró el sistema colectivo de transporte en Tabasco.

El tricolor da palo de ciegos, sabe que su propuesta alterna a la ley de transporte no pasará en el Congreso, sea como sea el gobierno tiene la mayoría y con ello el triunfo de su propuesta, se puso de lado de la ineficiencia y la corrupción y esto podría ser un error político que lo pagarán muy caro, si lo que tratan es de llamar la atención esa no era la manera y es donde entonces preguntamos ¿En donde tienen la cabeza los dirigentes?

Grillos y grillas

No se debe politizar la nueva ley de transportes, por el contrario el Congreso del Estado debe hacer los análisis necesarios y los estudios para mejorar la propuesta del ejecutivo, exponer una ley alternativa sobre este asunto por el PRI es un error, la sociedad está harta del servicio ineficiente del transporte, las chatarras que circulan y que se han convertido en ataúdes rodantes crispan diariamente la vida de los usuarios; el pirataje y la corrupción es un asunto que ellos permitieron y crearon desde el propio gobierno y que los actuales han seguido afuera… Qué triste historia la del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, desde su creación hace casi dos décadas ha sido sinónimo de componendas, corrupción y ambición de los consejeros y funcionarios de ese instituto, desde su nacimiento este organismo electoral no solo ha roto paradigmas democráticos contrarios a los preceptos con que fue creado, sino que acabó también con reputaciones enteras de hombres y mujeres que llegaron por la buena fama pública y acabaron llenos de estiércol, aunque con mucho dinero, aplicaron aquel dicho de: “El dinero lava todo”, hoy esta institución de nueva cuenta está empezándose a bañar en ese lodo del dinero, el poder, intereses oscuros y componendas que parecen llegar, ojalá y la propuesta de sacar de una vez por todas al tumor canceroso llamado Armando Javier Maldonado Acosta no sea quitar a uno malo para poner a otro peor, por lo pronto se ve la novatez e imprudencia… Por cierto que en el caso del exconsejero Jorge Montaño, recién nombrado Magistrado del Tribunal Electoral de Tabasco, está siendo investigado por la Procuraduría General de Justicia por aquello del presunto fraude en la compra del edificio tan polémico cuando se desempeñaba como consejero del IEPCT, esto pone en entredicho a ese colegiado que tendría como objetivo calificar las inconformidades de los partidos luego de los desencuentros en el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana… La pregunta obligada es ¿Cómo es posible que un supuesto acusado ante la ley pueda juzgar? ¿En qué estarían pensando quienes lo recomendaron? esto muestra que las cosas se les van a complicar, al menos si tuviera el mínimo de vergüenza este sujeto, debería renunciar para dar paso a las investigaciones… Ayer reapareció Humberto Mayans Canabal, no quiso dar comentarios a la prensa sobre los señalamientos que se hacen a la labor que desarrolla… Nos leemos mañana.