Abiud Pérez Olán
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Hoy el presidente de la República, Enrique Peña Nieta, habrá de promulgar las recién aprobadas leyes secundarias, que enmarcan la reforma constitucional energética, con ello el ejecutivo elaborará el reglamento que habrá de regir la operación de las mismas, demasiado ruido y escándalo se vivió durante este proceso, que va, desde la entrega del petróleo a los extranjeros, hasta la bañada de estiércol en que cayeron los partidos políticos con sus respectivas bancadas al recibir más de 300 millones de pesos para aprobar esta propuesta del gobierno de la república.

La entrega del petróleo mexicano a las empresas extranjeras ha sido la cantaleta que los partidos opositores al PRI han llevado de cabo a rabo, pero el silencio y la perversidad con que actuaron fue tan solo eso, el juego perverso de la política, en donde todo estaba pactado, desde las desobediencias, hasta las acusaciones al presidente, por esos 300 millones de pesos que al final de cuenta, denunció un partido político, habrían recibido las bancadas durante el proceso, dinero que vino de la propia federación y que se repartieron en bonos de acuerdo a la bancada, todo esto muestra la podredumbre con que se sigue manejando el sistema político mexicano.

Según una nota nacional, legisladores de la cámara de diputados habrían recibido desde el 2013 un bono por aprobar el paquete de reformas estructurales impulsadas por el presidente Enrique Peña Nieto, recursos que fueron a parar a las cuentas bancarias de las bancadas y que se fue realizando en parcialidades de acuerdo a los intereses de cada uno de los grupos representados en el Congreso de la Unión y que al final de cuenta por el interés que representan las reformas, los llevó a tomar esta asquerosa decisión de comprar la conciencia y el voto de quienes fueron elegidos para representar a los mexicanos en ese cargo.

Diputados del partido Movimiento Ciudadano que habrían participado en este escabroso y perverso juego de la compra de conciencia realizaron un deposito de 15 millones de pesos como devolución a la Federación por el desacuerdo que tuvieron con otras bancadas que al parecer recibieron cifras superiores a lo pactado, este recurso fue reintegrado a la Federación como prueba de que se compró la conciencia del Congreso de la Unión para aprobar las leyes que regirán este país e impulsadas por el gobierno de Enrique Peña Nieto.

En este escabroso y escandaloso caso, dos cosas salen a relucir y que resultan principales en un país que se precia de la democracia y que busca un nuevo rumbo, la corrupción del gobierno de la República y la fragilidad de los partidos políticos que se venden al mejor postor, según informaciones provenientes del Congreso de la Unión desde 2013 se realizaron depósitos extraordinarios a las llamadas sub coordinaciones de las fracciones y que son parte de la denuncias que hace el grupo de diputados de Movimiento Ciudadano.

El gobierno de Enrique Peña Nieto no puede quedar callado ante todo este escándalo, que aunque se ha querido minimizar por otros conflictos y problemas que vive el mundo, la realidad es que se está mostrando la fragilidad de la política en México y la comprobación de que todos van por ese dinero público y la extorsión de que es objeto el gobierno federal para la aprobación de sus leyes y decretos, el interés nacional se fue por la borda y en el mismo juego están el PRD, PAN, PANAL, PVEM y hasta el PRI, aunque el grupo de Movimiento Ciudadano ahora se quiera lavar las manos, también están hasta el cuello.

Lo que sí es seguro y no tiene ninguna duda, es que las bancadas de los partidos en el Congreso de la Unión recibieron recursos extras por 302 millones de pesos, precisamente durante el proceso de aprobación de las reformas constitucionales, este dinero proveniente de la federación está considerado por los propios legisladores como un soborno para aprobar las reformas constitucionales que regirán al México moderno y progresista que nos ha ofrecido el gobierno priísta, pero ya bañadas por la corrupción.

Grillos y grillas
Este escándalo que nace por la compra de conciencia de los legisladores federales para aprobar las reformas constitucionales, es una muestra, sin duda, de la corrupción y la falta de conciencia de quienes fueron electos para cuidar de los recursos públicos y los intereses ciudadanos, esto de nueva cuenta vuelve a ponernos en escaparate, la credibilidad del político mexicano, al menos, los legisladores y la propia presidencia de la república tienen que aclarar todo este escabroso asunto…Muy difíciles tiempos se le avecinan al director de CAPUFE, Benito Neme Sastré que tendrá que apechugar la orden recibida para otorgar a una empresa no competente la concesión de operar el servicio de acceso a los puentes y caminos federales de paga, la ciudadanía con derecho protestó por el mal servicio que se ha prestado y el revuelo por haber beneficiado a la empresa Telepeaje Dinámico, propiedad de Roberto Alcántara Rojas, que se dice fue recomendada desde Los Pinos y que las cosas no salieron como se esperaba, en la cámara de senadores le fue más o menos, pero ante los medios de comunicación le ha salido muy caro no haber hecho correctamente la encomienda de colocar a la empresa recomendada en el servicio que reclama la ciudadanía, hay que recordar que Benito Neme Sastré es compadre y muy apreciado por el presidente Enrique Peña Nieto y que hace unos días aquí en Tabasco, despertó mucho interés en una celebración de cumpleaños a la que asistió como invitado de honor, en estos momentos la suerte le es adversa, pues los intereses políticos exigen aclaración y hasta cese del cargo… Permitir que funcionarios que dependen de la administración de Arturo Núñez Jiménez realicen actos, prácticamente adelantado de campaña como el presidente del Instituto de Administración Pública, Ángel Solís Carvallo, es una falta de respeto, al propio gobernador y a la institución y desde luego traición a la encomienda, hoy estará metido en escándalos con el pretexto de su primer informe ¿Qué puede informar, si no ha hecho nada?.