“Es admirable la valentía con que actuó la doctora Micaela Saldaña, de la sociedad médica del hospital Gustavo N. Rovirosa, al denunciar ante el gobernador Arturo Núñez la ineficiencia y corrupción que existe en la Secretaría de Salud y desde luego, en ese nosocomio.”

Abiud Pérez Olán
abiudperez@hotmail.com
Es verdad que el asunto del mal servicio en la salud pública no es sólo responsabilidad del gobierno que encabeza Arturo Núñez Jiménez, es la suma de muchos años y varios sexenios de irresponsabilidad, corrupción e ineficiencia, desde que se mezcló la política con este servicio, las cosas se han complicado y no es un problema que haya nacido con este nuevo gobierno, viene de bastante tiempo atrás, pero no vemos el rumbo para resolverlo y por lo tanto, no hay cambio, parece que todo sigue igual.

Ayer se celebró un aniversario más de la fundación y puesta en marcha del hospital Gustavo N. Rovirosa, un nosocomio puesto en funcionamiento en 1980 por el ex gobernador Leandro RovirosaWade, nótese bien que hasta esas fechas el aparato burocrático era mínimo, las necesidades del pueblo también y desde luego, aunque había rapiña en los gobiernos, se trataba de hacer las cosas de mejor manera, hoy ha aumentado la rapiña y las necesidades son muchas, pero sobre todo, al mezclarse la política con este sector, hay hombres y mujeres sin capacidad, sin experiencia, y sobre todo, sin vocación de servicio y por lo tanto, el sector sigue en picada.

En su cara, los asistentes al evento en el hospital Gustavo N. Rovirosa, los doctores reclamaron al gobierno la actitud corrupta y negligente de los encargados de la Secretaría de Salud, valientemente la doctora Micaela Saldaña encabezando al grupo de doctores y enfermeras pertenecientes la gran mayoría, a la sociedad médica de ese hospital, hicieron ver la falta de insumos y un reclamo airado y violento al gobernador por la falta de los equipos necesarios para su trabajo, no hay equipo de rayos X, no hay tomógrafo, no hay los reactivos para los análisis en laboratorios y siendo este un hospital de primer nivel, es verdaderamente penoso que no se haya tratado de solucionar el problema y todo, por la improvisación y capricho de mantener como titular de la Secretaría de Salud a una persona que no tiene la menor idea de lo que es esa responsabilidad.

La doctora Micaela Saldaña fue muy explícita, paso a paso en su reclamo, explicó todas las carencias que tiene ese hospital y en un desayuno que se brindó, tuvo que abandonar el lugar, por sentirse apenada, porque no había mucho que celebrar, el reclamo ya estaba hecho, una manta a la vista de todos, eso debió poner al gobernador en alerta sobre lo que sucede con la salud pública y más cuando hace unos días dos mujeres dieron a luz en los baños del hospital de la Mujer, afortunadamente una creatura se logró salvar y lamentablemente otra perdió la vida, esto nos habla claramente de la crisis que tiene Tabasco en materia de salud.

Cuando vemos todo esto, en donde un evento que parecía salir con tranquilidad, se convierte en un escenario de reclamos y señalamientos, nos preguntaríamos ¿no tendrá el gobernador Arturo Núñez Jiménez quien le ayude?. Ya es tiempo de que las facturas políticas sean saldadas y los amigos y recomendados que no puedan, que renuncien, no puede seguir el gobierno lleno de ineptos y corruptos, la experiencia vivida el día de ayer en el hospital Gustavo N. Rovirosa, al cumplir 34 años de haber sido fundado y puesto en marcha, debe servir para que desde la Quinta Grijalva se analice la situación de este sector.

La salud pública es una prestación muy sensible, no se puede ni jugar, ni mucho menos descuidar el servicio, porque es en esa parte medular, donde a la sociedad le duele, desafortunadamente se mezcló la política con la salud y muchos funcionarios que deberían estar trabajando, andan en campaña en sus municipios, buscando la presidencia municipal y otros tratando de buscar otro hueso que roer.

Grillos y grillos
Un dato que bien vale la pena analizar con mayor seriedad, sobre el sector salud y sus hospitales, es por ejemplo, que el hospital de Alta especialidad Gustavo N. Rovirosa, fue fundado hace 34 años e inaugurado en un día como ayer, con 120 camas de hospitalización y unas 40 de transición y para colmo de males y mostrando la ineptitud de los gobiernos que han pasado en tres décadas y media, sólo ha aumentado unas 40 camas de hospitalización para tener 160 y unas 80 de transición, cuando en 34 años la población ha crecido al pasar de unos 500 mil, a casi dos millones y como si fuera poco, el servicio que se daba, se tiró por la borda, nunca se repararon los equipos con el que se inauguró y el laboratorio sigue dando un servicio pésimo, ni siquiera reactivos tienen y lo peor es que la sociedad de menos recursos económicos es la que necesita esos servicios… Hace algunos años, el hospital Gustavo N. Rovirosa, así como el Juan Graham Casasus, y el Hospital del Niño, eran nosocomios que tenían todo y en donde los doctores internaban por necesidad a quienes necesitaban el servicio y tenían equipos y eficiencia, hoy hasta los recién inaugurados, son una vergüenza y nada hacen por corregir estos problemas, sino sólo se dedican a culpar a otros y eso, no debe de ser, hoy tienen la responsabilidad de dar a los tabasqueños una salud digna y otros servicios, en los que el próximo lunes abundaremos, y que a la vista de todos, está resultando un fracaso…Nos leemos el lunes.