Transparencia Política
Difícil 2018 (VIII) Todos los cangrejos se regodean, porque saben que en el trayecto para escapar de la olla alguna ventaja tomarán sobre los demás Samuel Schmidt 251113/Revista 18 Brumario Erwin Macario erwinmacario@hotmail.com Si bien el humor político del periodista, escritor y académico Samuel Schmidt Nedvedovich dio carta de naturalización mexicana a la metáfora de […]
21 de julio de 2017

Difícil 2018 (VIII)

Todos los cangrejos se regodean,
porque saben que en el trayecto
para escapar de la olla alguna ventaja
tomarán sobre los demás Samuel Schmidt
251113/Revista 18 Brumario

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
Si bien el humor político del periodista, escritor y académico Samuel Schmidt Nedvedovich dio carta de naturalización mexicana a la metáfora de los cangrejos tabasqueños —que también nos quieren robar en Veracruz—, la efervescencia adelantada de la sucesión 2018 nos confirma que hasta en esto del fondo de la olla tenemos el primer lugar en la república.

Cangrejos de todos los colores y tamaños. Por eso no pudimos tener el primer presidente de la república, del sureste, cuando los crustáceos amarillos jalaban al fondo de la olla a Roberto Madrazo y los tricolores a Andrés Manuel López Obrador. Los dos tabasqueños no pudieron ponerse de acuerdo, practicar la política, tomar la ventaja al escapar de la olla para después jalar al otro.

Otra sería la historia de Tabasco y no estaríamos en esta crisis heredada, no del sexenio pasado —que fue cuando se agravó— sino de hace más de 25 años, como en esta columna se ha sostenido, con la traición al gobernador Salvador Neme Castillo; pues el giro en la política, los conflictos políticos provocaron, desde entonces, el aislamiento económico, la creciente caída económica de esta entidad del sureste.

A dos sexenios y medio de aquello, uno de los políticos que sigue aspirando a gobernar Tabasco, por el PRI, Humberto Mayans Canabal , le pegó un jalón hacia el fondo de la olla al paisano Andrés Manuel al decir en una entrevista radiofónica con Mario Ibarra y Francisco Chávez —que este reportero documentó en El Heraldo el 18 de abril de 2008—, que las causas del retraso en que vive Tabasco fueron los errores de los gobiernos priístas en quince años (de Manuel Gurría, que sustituyó a Salvador Neme, luego Roberto Madrazo Pintado y, finalmente, Manuel Andrade Díaz) pues provocaron que Andrés Manuel López Obrador pudiera “montarse y crear las condiciones de un clima enrarecido de confrontación y de pleito permanente y constante entre las distintas organizaciones políticas en Tabasco”.

En otras entregas —en esta saga periodística de la sucesión 2018—, se podrá recordar lo que se ha dicho de cómo se frenó el proceso de modernización y de industrialización de Tabasco, cómo Pemex “no volvió a invertir en generación de empleos y se fue en gran parte a Tamaulipas y Ciudad del Carmen, como vino el atraso en Tabasco y cayeron los niveles de vida de los tabasqueños.

También volver a escribir acerca de los propios vaticinios de Mayans sobre los cinco sexenios de vacas flacas —que la boca se le haga chicharrón—, también documentados por este reportero y columnista, en el semanario Oro Negro.

Hoy viernes 21, el oportunismo de los políticos que sólo aparecen ante el pueblo en tiempos de elecciones nos obligan al tema de la superfamilia Portunoidea, la de aquellos cangrejos que “viven nadando entre dos profundidades en vez de en el fondo”. Los que en política robalean, se ha dicho. Hacen como que quieren subir —salir de la olla— pero en realidad buscan seguir viviendo del erario. Para el 18 han asomado la cabeza varios, que se conformarán con algún sueldo, un cargo, pero jalan a los que sí quieren subir.

Todos los cangrejos se regodean, porque saben que en el trayecto para escapar de la olla alguna ventaja tomarán sobre los demás y aunque se revuelquen juntos nunca serán iguales entre sí, porque siempre habrá un cangrejo que estará aplastando a otros, y ese se dará el gusto y lujo de reconvenir a los demás, dice Samuel Schmidt en el artículo que hoy sirve de epígrafe.

Claro que en la política, como en la verdadera vida de los cangrejos, algunos logran transitar fuera del agua e incluso trepar. Son aquellos que nada tienen que hacer pero se enlistan. Y ayudan a los cangrejos aplastadores en la disputa territorial.

Los hay en todos los partidos —humanizando a esos animalitos—, de todos los colores. Por eso tanto en el PRI, como en el PRD Y Morena —citados en orden de registro, no en preferencia electoral— se observa ya la lucha enconada para no dejar salir de la olla a los que serán los candidatos.

La peor parte la ha tenido el presidente municipal de Centro, Gerardo Gaudiano Rovirosa, del PRD. De un lado como fuego amigo, de otro como la oportunidad de tirarlo al fondo o al menos dejarlo a medias aguas. Un poco ayudan en esto algunos de sus funcionarios que no cumplen los compromisos que el alcalde hace con los votantes, el pueblo. O no son como la mujer del César, que debe ser honrada… y parecerlo.

Tampoco se salva, en el mismo PRD, el diputado José Antonio de la Vega Asmitia, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso tabasqueño, que sigue debajo de Gaudiano tanto entre los militantes de su tercer partido —primero fue priísta, luego panista— pero camina con la soberbia de los cangrejos que saben subir a las palmeras.

Gina Trujillo, en el PRI, no está mejor a pesar que en ese partido urge la unidad. Mucho se lo han ganado, también, sus colaboradores y hasta el que es presidente de su partido, surgido de entre su equipo: le cierran el paso a otros políticos que bien pueden apoyarla e incluso sustituirla en caso de que sea necesario. La misma Gina, más prudente, ha señalado que no tiene en la bolsa la candidatura. Sí es la más viable pero en política no puede descartarse al mismo Benito Neme, que tiene en su contra no haber tenido ningún puesto de elección popular. Tampoco se tiene que borrar de un plumazo a gente como Ady García, la ex rectora Candita Gil, con sus cangrejos en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) y al delegado del Infonavit, Nicolás Bellizzia Aboaf.

En Morena el peje aplastará sus cangrejos.

Compartir: