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Adiós, Sartori La nueva cultura política que propicia en todos los actores actitudes más abiertas, menos dispuestas a la confrontación y a la descalificación del adversario, y más favorables al intercambio de opiniones y al diálogo constructivo. Arturo Núñez/ El nuevo sistema electoral mexicano Erwin Macario erwinmacario@hotmail.com Hace un cuarto de siglo, en 1991, Arturo […]
5 de abril de 2017

Adiós, Sartori

La nueva cultura política que propicia
en todos los actores actitudes más abiertas,
menos dispuestas a la confrontación y a la
descalificación del adversario, y más favorables
al intercambio de opiniones y al diálogo constructivo.
Arturo Núñez/ El nuevo sistema electoral mexicano

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
Hace un cuarto de siglo, en 1991, Arturo Núñez Jiménez, un maestro de la política y la democracia, que tuvo como uno de sus grandes padrinos en ésta última al ayer fallecido Giovanni Sartori, escribió El nuevo sistema electoral mexicano, una obra que tendrá que ser referente obligado en 2018. Tal vez, teórico y práctico, el actual gobernador de Tabasco tenga que, como Sartori, renovar sus tesis. Pero… por hoy el tema es otro.

Pienso, y escribo, al enterarme ayer del fallecimiento del teórico de la democracia, cuánta influencia hubo del florentino no sólo en el libro de nuestro paisano sino en el propio ejercicio democrático mexicano en el que Núñez es uno de los creadores al través de sus aportaciones al andamiaje electoral, superado como es natural.

Y lo pienso porque el propio Sartori en su último libro, La carrera hacia ningún lugar, se muestra escéptico ante lo que sucede en el mundo. Y en la democracia. Se ha pasado con gran análisis del homo sapiens al homo videns y se ha advertido, de parte de Sartori, el salto –ojalá fallido—al homo cretinus, de lo cual la muestra aberrante es la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, ese país que ha sido terreno para la democracia desde otros autores también compartidos con Núñez y Enrique González Pedrero, otro teórico de la política, autor del prólogo a La democracia en América, de Alexis de Tocqueville. Y que, también para mi orgullo, es tabasqueño… y amigo ex gobernador.

Entrevistado antes del triunfo de Trump, Sartori dijo que esto podría ser posible porque “el homo videns, el hombre que sólo entiende aquello que ve con los ojos y que es incapaz de manejar conceptos abstractos, ha tenido tal éxito que evolucionó hasta convertirse en el homo cretinus. Además Trump competirá con Hillary Clinton, una mujer profundamente antipática. De hecho, una de las grandes fuerzas de Trump es que tendrá como contrincante a Hillary. Ella es una persona muy antipática y de una arrogancia insoportable. Yo, como ya le dije, he vivido en Estados Unidos casi 40 años y, desde mi experiencia, le puedo decir que Hillary es una mujer que no les gusta a sus compatriotas. Así que sí, existe el riesgo de que Trump sea elegido. Sería una vergüenza, la consagración del homo cretinus”..

El mundo pasó de la televisión al ciberespacio. Se rompieron las barreras de la comunicación y los emisores fueron más. Ya no sólo homo videns, como había teorizado Giovanni Sartori. En las redes el poder llegó a superarse por el pueblo. Los mismos comunicadores, periodistas –aliados al poder—fueron rebasados. La política ya no es cuestión de teóricos y políticos, sino que se manoseó hasta por quienes asumieron esos papeles sin tener siquiera las pequeñas bases que un periodista pueda tener. Cretinus, los alcanzó bautizar Sartori.

Mucho, empero, disfrutaremos de las teorías sartorianas, que algo nos lega Arturo Núñez, en sus obras y en su práctica política.

Recuerdo, hoy que escribo, –el día que muere Sartori, a los 92 años–, parte del prólogo de ese libro de Arturo Núñez: Dura labor, sin duda, la de perfilar una cultura política acorde al vértigo y profundidad de los cambios y transformaciones que viene experimentando el mundo y a cuyo ritmo se suma el país y sus instituciones, sin que la paz social y la concordia básica se vulneren irremediablemente.

Es en este breve contexto que debe insertarse la aportación que Arturo Núñez Jiménez ofrece, con “El nuevo sistema electoral mexicano”, a la vigorización de las bases de esa tan llevada y traída -y tan inasible cuanto necesaria- nueva cultura política.

Actor y testigo cercano del apasionante y álgido proceso que involucró a múltiples y variados sectores de la sociedad mexicana y que desembocó en la aprobación del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, Arturo Núñez Jiménez fue, asimismo, impulsor inteligente y eficaz de muchos de los acuerdos fundamentales que permitieron que la nueva legislación electoral avanzara hasta constituir un ejemplo valedero de concertación y voluntad política plural.

Creo que a la muerte de Sartori, vale la pena recordar lo que sabemos de gente nuestra, cercana, que mucho aportan al ejercicio democrático. Y agradecer, como se ha dicho, que gente como Arturo Núñez Jiménez y Enrique González Pedrero no hayan escogido escribir la novela de la política, ni siquiera insinuar su biografía a quienes escribimos, sino que hayan optado por teorizarla. Y ponerla en práctica. Ambas cosas difíciles en estos tiempos del homo cretinus.

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