El papa Francisco dedicó palabras a los padres, madres y abuelos «que han visto partir, perder o incluso arrebatarles criminalmente a sus hijos» en la misa que ofreció ayer en la Basílica de Guadalupe.
México, DF
Agencias
El papa Francisco dedicó palabras a los padres, madres y abuelos «que han visto partir, perder o incluso arrebatarles criminalmente a sus hijos» en la misa que ofreció este sábado en la Basílica de Guadalupe.
En la ceremonia estuvieron el presidente Enrique Peña Nieto, acompañado de su esposa Angélica Rivera y el resto de su familia, así como otros políticos mexicanos.
Así cerró el pontífice su primer día de actividades en la Ciudad de México.
El pontífice salió de la Nunciatura Apostólica a las 16:00 horas y durante su trayecto a la Basílica cientos de feligreses lo esperaban para verlo por unos instantes y expresarle su cariño mediante pancartas, cánticos y porras.
En punto de las 16:35 el Papa Francisco llegó a la Basílica de Guadalupe en medio de porras y aplausos, procedente de la Nunciatura Apostólica. Tras ingresar al templo empezó a oficiar misa.
Su paso en el Papamóvil fue rápido, pero suficiente para mucha gente que desde las cinco de la mañana arribó a este lugar con la esperanza de verlo.
Desde que llegó el pontífice e ingresó a la Basílica se escuchan las campanas replicar.
Un buen número de feligreses se arrodillaron al ver al Papa. Muchos gritaban y lo fotografiaban.