El pescador, oriundo del poblado El Limón, poco o nada pudo hacer ante la fuerza del lagarto, quien le arrebató la vida

Fredy Paredes
Balancán
Corresponsal
Los ataques de lagartos que se estaban dando en el veterano pueblo de “El Limón” perteneciente a esta municipalidad, no habían tomado la seriedad hasta lo ocurrido la tarde del jueves cuando un pescador murió en las fauces de un gigantesco lagarto.
Eran las 14:00 horas cuando los amigos, Darwin Suárez Caña y Lazarito Hernández Olán, se fueron de pesca al arrollo conocido como “La Calavera”, en donde la cacería con pistola y arpón pudo considerarse un éxito.
Mientras que Lazarito se sumergía en el agua para arponear los peces; Darwin, de 48 años, llevaba las mojarras en la mano amarradas con un hilo.
Pero alguien más, con intenciones mortales, les seguía de cerca los pasos.
Un peligroso lagarto de la especie moreletti, de aproximadamente 5 metros de largo, atraído por la sangre de los pescados sobre la corriente del agua, se acercó a tal extremo que de un brinco sorprendió a Darwin quien avanzaba lento y sin preocuparse, atendiendo la salida de su “paisa” dentro del agua.
Una vez que el horrible saurio le alcanzó la mano derecha con la que agarraba la “ensarta” de pescado, la aprisionó con todas sus fuerzas impidiendo que el hombre, nativo del poblado El Limón, pudiera soltarse.
Pero la mala racha del pecador no concluía, ya que el instinto de supervivencia por alimentarse del animal, le aplicó su máxima estrategia: El giro de la muerte.
Con la rapidez que actuó el reptil, Lazarito –el buzo–, compañero de la víctima, ni siquiera dio cuenta de la triste historia que llevó su entrañable amigo, ya que los pocos minutos que estuvo bajo el agua fueron suficientes para que el “saurio” remolcara a su víctima a la poca profundidad y de vuelta en vuelta le provocara la muerte ahogándolo.

Quiso arrebatárselo pero ya había muerto
“Lazarito dijo que cuando salió a la superficie, —porque escuchó ruidos–, volteó a todos lados y miró en el agua al gigantesco lagarto que daba vueltas junto con él. Que se salió de inmediato para que, desde afuera, asustara al animal y lo dejara, pero cuando logró sacarlo del agua, Darwin ya no respiraba”, comentó el Fiscal del Ministerio Público, con destacamento en la Villa El Triunfo, quien dio inicio a la averiguación previa 98/2015 por el delito de Hechos.
Una vez que “Lazarito” tuvo el cuerpo de su amigo fuera del agua, corrió sin descanso un promedio de mil 200 metros para avisar en la casa del hoy extinto lo que había ocurrido.
De regreso, la escena era terrible, el lagarto había regresado, y estaba casi encima del cuerpo reclamando su presa ante los intrusos. Así que nuevamente con piedras y palos, lograron arrebatárselo para llevarlo, inconsciente, hasta el Centro de salud más cercano en el poblado el Águila, a unos 7 kilómetros de la pequeña comunidad, donde el doctor en turno, les reveló que ya había fallecido.