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Nueva sede, mismo servicio
Todos los comerciantes, empiezan de nueva cuenta a reactivar el servicio y atender a su clientela como usualmente lo hacían Luis Enrique Martínez Rumbo Nuevo A la semana del cambio, el reencuentro parece natural. Locatarios y consumidores, restablecen la relación suspendida por unas horas o días, pero ambos aprecian algo que no tenían en el […]
28 de febrero de 2017

Todos los comerciantes, empiezan de nueva cuenta a reactivar el servicio y atender a su clientela como usualmente lo hacían

Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
A la semana del cambio, el reencuentro parece natural. Locatarios y consumidores, restablecen la relación suspendida por unas horas o días, pero ambos aprecian algo que no tenían en el viejo Pino Suárez: la brisa del río Grijalva refresca la estancia en el mercado provisional, a pesar de la temperatura invernal creciente.
“En la mañana hasta frío hacía”, celebra, ya despojado de la nostalgia, el encargado en jefe de la carnicería “Pozo”, quien debe salir pasos afuera del local para en el pasillo, invitar y comunicar a la clientela su nuevo domicilio: “Aquí estamos, como siempre, para servirle”. No es el único que aplica esa estrategia.
Si no fuera por la polvareda que levantan los taxis al arribar o abandonar la nueva sede del mercado José María Pino Suárez, pareciera que la inicial resistencia de los comerciantes al cambio no tenía sentido. Por fuera y por dentro, el lugar ofrece espacios hasta para el más exigente de los marchantes. La vigilancia interna es la misma de hace más de veinte año que organizó y administra Roy Calzada.
Este lunes 27 de febrero, por ejemplo, cientos de burócratas aprovecharon el asueto para conocer las nuevas instalaciones de Casa Blanca. También jóvenes y adolescentes, hicieron una somera supervisión y a decir de uno de los herederos de la churrería el As Negro, “se fueron con buena impresión aunque sin churros porque hoy descansamos”, explica con una sonrisa que una semana atrás era de cólera.
Aunque parece un cajón sin salida al costado izquierdo, en realidad hay accesos disponibles por las calles Río Mezcalapa, Río Teapa y Río Grijalva. Al menos en una semana, la normalidad de la central de abasto provisional va viento en popa, con amplios pasillos donde el reencuentro entre consumidores y vendedores es común. Y vuelve la compra venta entre paisanos. Este lunes hasta una célula de uniformados, entre ellos una mujer alta un fornida, pudo incluirse entre el turismo de ocasión.
En la zona de carga y descarga, después de las ocho de la mañana la clientela puede tener un cajón disponible si tiene suerte. Es, por el momento, un lugar sin franeleros. Donde aparecen nuevos viene viene, es en la zona de estacionamiento al público que está a la vera del Grijalva.
Al mediodía de este lunes de puente, como dijera Don Pozo, la calor no era tan agobiante. Se podía caminar en un ambiente fresco aunque el mercado provisional, si bien no estaba a tope, si registraba afluencia; una convivencia que, para estas fechas y con la temperatura ambiente registrada ayer, era asfixiante. Incómoda.
Hay algunos locales desocupados, cierto es. Como también se comprueba que muchos aparentes vendedores ambulantes de la calle Constitución, aparecen instalados en nuevos locales porque eran esos comerciantes que desde hace mucho rentaban su espacio en el Pino Suarez. Ahora, lo reclamaron y se les reconoció…hasta cuando lo van atender, quien sabe.
Mientras tanto, en el mercado provisional de Casa Blanca, el ambulantaje es sólo un fantasma del pasado.

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