La presidenta del DIF, Martha Lilia López Aguilera, abrió los micrófonos del programa “Familia DIF, Nuestra Familia”, donde los abuelitos compartieron sus anécdotas
Florentino J. García Alcudia
Rumbo Nuevo
Para finalizar el mes dedicado a los abuelos, este martes dentro del programa de radio “Familia DIF, Nuestra Familia”, se abordó el tema “Un abuelo, mil historias que contar”, en el cual se tuvo como invitadas especiales a las señoras Olga Garrido Martínez y Silvia Hernández de Bosch, quienes junto a Martha Lilia López Aguilera de Núñez compartieron sus vivencias.
Durante su intervención, Garrido Martínez señaló que su primera nieta la hizo sentir realizada. “No creo que haya algo en la vida que comparta la emoción de esa experiencia”.
De igual manera, compartió un extracto de poema que escribió respecto a los nietos: “Escalan tu cuerpo, tiran tus cabellos, babean tus caras y te tiran al suelo, pintan tus paredes, rompen el florero, duermen en tu cama y se hacen sus dueños; jamás en la vida te imaginaste que ellos cumplirían todos sus deseos. ¡Ay Dios! Qué amor tan grande. ¡Ay Dios! Qué amor tan bello. Ellos son los grandes, ellos son mis nietos”.
En tanto, Silvia Hernández aseguró que los padres están para educar, pero los abuelos para consentir y “apapachar” pues ahora tienen la madurez que no tenían cuando nacieron sus hijos.
“Muchas de las veces, cuando los nietos están pequeños, tú como abuela captas lo que te quieren decir y les entiendes, porque ya tienes la experiencia. Los niños de ahora traen otro chip, están más despiertos, piden mucha información, y tú como abuela tienes que estar a la par para entenderlos”, dijo Hernández de Bosch.
Al hacer uso de la palabra, López de Núñez señaló que todos sabemos que a los niños les gusta el armario del abuelo y a las niñas el de la abuela, y las pequeñas gustan de sacar de ahí los collares y las zapatillas, se peinan, se pintan y demás, y las abuelas se identifican con ellas porque saben que en alguna etapa de la vida hicieron lo mismo.
Como mensaje final del programa, las señoras Olga Garrido y Silvia Hernández sugirieron a los jóvenes amar mucho a sus abuelos y a sus padres, cuidarlos y ser respetuosos con ellos, pues el amor hacia ellos debe ser incondicional.
