Oaxaca vive una crisis humanitaria por el desplazamiento de grandes sectores de población en busca de una mejor calidad de vida

Oaxaca
Redacción
Agencias
“Tenemos conocimiento de algunas mujeres – centroamericanas – que se inyectan o toman pastillas anticonceptivas para no embarazarse, porque saben que van a ser violadas no una, ni dos, ni tres veces, sino cuántas sean necesarias, pues su objetivo es llegar a los Estados Unidos”, advierte Virginia Guadalupe Reyes de la Cruz, directora del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UABJO (IISUABJO) y especialista en el fenómeno migratorio.
Oaxaca vive una crisis humanitaria por el desplazamiento de grandes sectores de población en busca de una mejor calidad de vida. Ellos, son víctimas de trata, obligados a trabajar para cárteles del narcotráfico, son explotados laboralmente, sin condiciones adecuadas de salud, sin educación y sin servicios básicos. Todo esto, en territorio oaxaqueño.
“En Oaxaca no tenemos una cultura para apoyar a los que llegan, no todos son las que llamas Las Patronas y que regalan comida, sino al contrario, en Oaxaca últimamente se ha visto una criminalización también hacia este sector de población, cuando Oaxaca es uno de los estados expulsor de mano de obra. El tema de la migración es tan complejo porque te interpela en muchas cosas. Debes tener el acompañamiento hacia el otro, hacia el diferente, porque tu gente también está allá y entonces estas cuestiones de persecución, de criminalización, hablamos también de crisis humanitaria”.
Según datos del Instituto Nacional de Migración (INM) alrededor de 20 mil migrantes centroamericanos al año, pasaban por los estados de Veracruz y Oaxaca. También reportes recientes de la dependencia, afirman una disminución en el flujo migratoria, que hasta antes del 2015 se habla de entre 600 y 700 personas diarias que transitaban por estas dos entidades del país.