Intervención
Pobre México César Armando Javier Pérez cesarjavier143@hotmail.com “Qué triste ver que para nosotros, los oaxaqueños y chiapanecos no se abrieron las redes de las compañías de celulares para encontrar gente debajo de los escombros. ADO no regaló boletos a los que quisieran ayudar. Los artistas no hicieron propaganda para recaudar víveres y Facebook no tuvo […]
22 de septiembre de 2017

Pobre México

César Armando Javier Pérez
cesarjavier143@hotmail.com
“Qué triste ver que para nosotros, los oaxaqueños y chiapanecos no se abrieron las redes de las compañías de celulares para encontrar gente debajo de los escombros. ADO no regaló boletos a los que quisieran ayudar. Los artistas no hicieron propaganda para recaudar víveres y Facebook no tuvo su campaña de donación para ayudar a los damnificados del terremoto de 8.1 en las costas de Chiapas y del istmo de Tehuantepec. Qué dura realidad ver que no valemos lo mismo, solo les recuerdo que Oaxaca y Chiapas están de pie y nuestra misma gente los levantará. #FuerzaOaxaca #Fuerza Chiapas”.

Tristes comentarios que se encuentra uno en las redes sociales, y que dejan ver la realidad de un país injusto, desigual y elitista. Lamentable es ver cómo sólo la Ciudad de México es la protagonista de la tragedia. Las demás entidades, sobretodo Chiapas y Oaxaca, han pasado a segundo término, salvo por parte del presidente Peña Nieto que se ha mantenido al tanto de la situación en todos los estados.

Esa desigualdad que ahora brilla más que nunca, no es de extrañarse, así somos y así seremos toda la vida. El tratar de quedar bien con un solo sector y a los jodidos, que se los lleve la chingada.

Eso hemos visto con tragedias en otras naciones, instituciones solicitando la colaboración para mandar ayuda, políticos llorando como María Magdalena por las tragedias en otras grandes ciudades, pero ahora que el pueblo, en especial los más jodidos, necesitan ayuda, simplemente se hacen tontos y se tiran la bolita.

Tremendo ridículo que están haciendo los líderes partidistas, al igual que los diputados y senadores, seres mal agradecidos que se han hecho millonarios hasta el cansancio y ni por decencia son capaces de dar una ayuda económica, al fin no les cuesta y mucho menos darse una vueltecita por las zonas afectadas para levantar escombros. El manicure sale muy caro y el calor y el polvo les puede hacer mal.

Sabemos todos que el líder del PAN, Ricardo Anaya, es niño “popis”, de lana, que le gusta el lujo y de plano no soltará nada de dinero para la chusma. El del PRI, Enrique Ochoa, va por lo mismo, echándole la culpa a todo el mundo sin tener la valentía o la desvergüenza de decir, bueno, cooperamos con tanto. Y la del PRD, bueno, qué se puede esperar de Alejandra Barrales, tremenda arrabalera que de gente de pueblo no tiene nada. El poder idiotiza a la gente.

Pero tenemos el caso especial de Andrés Manuel López Obrador, aquel sujeto que durante décadas nos ha aburrido con su discurso de ser gente de pueblo y para el pueblo, que se desvive por los mexicanos, que el dinero no le interesa ¿y dónde anda el señor Obrador?

Hasta ayer salió a decir que su partido, si “lo autoriza” el consejo (cuando él es el amo y señor) donará, cuando mucho, un raquítico 20 por ciento del presupuesto destinado a campañas, pero como de aquí a que se lo entreguen el problema quedará en el olvido, seguramente se hará Peje y también lagarto y “naranjas” que dará un solo peso.

A buena hora vino a ocurrir una nueva tragedia, a ver si los mexicanos, en especial los amantes de Obrador, los “pejezombis” pues, van calando lo que nos podríamos echar al plato si llega a la Presidencia.

Y no es que la traigamos contra el Peje, o que nos caiga mal, para nada, de los demás partidos no hablamos tanto porque ya sabemos cómo son. Pero si Obrador se ha llenado la boca prometiendo que él sí trabajará, que sí velará por el pueblo, que será cercano a la gente, y que no hace las cosas por dinero, pues que lo demuestre de una vez por todas, porque para criticar a las autoridades es el primero, pero ahorita anda calladito.

Además, ridículos se ven sus seguidores, seguramente ordenados por él, lanzando una campañita negra contra el presidente y su esposa de andar metidos en los trabajos de rescate para lavar su imagen, pero es que nada le gusta, si sale mal, sino sale, peor. Quién los entiende.

Esta tragedia puede ser un pronóstico de lo que nos esperaría con el “hombre del pueblo”, ni porque fue gobernante de la Ciudad de México, sale a ensuciarse las manos para ayudar. Ojalá Obrador se fuera a La Chingada (y no a su rancho), de una vez por todas porque solo

Del presidente Peña, mis respetos. Seamos o no partidarios de él, hay que reconocerle que ha actuado a la altura, preocupado y echándole todas las ganas para salir lo más pronto posible de este mal rato, pero olvida y se engatusa muy rápido, al rato cuando las aguas bajen, saldrán de nuevos las ratas a alborotar el gallinero y volveremos a la normalidad.

Y siguen los rumores
Pobre México que aunado a estar jodido y sin apoyos de los políticos, continúa creyendo en los rumores de las redes sociales, como el de la fractura de las presas; el del brujo de no sé dónde ya anunció más sismos; del idiota de la bola de fuego que anunció el fin del mundo; que Frida Sofía fue un show de los medios. Las cosas que tenemos que soportar ante tanta ignorancia…

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