En Tabasco, en donde prevalece una subcultura política selvática y en extremo peligrosa, no es nada fácil ejercer el poder. Decía un viejo maestro universitario que los pantanales y el calor unido con el mosquito, nos volvía verdaderas “bestezuelas tropicales” y el único protector o repelente para tal hecho sobrenatural, era el de ejercer la “política” desde los más bajos instintos del ser humano. la historia le da la razón puntualmente.
En los últimos 30 años, cada fin de administración, las descalificaciones de grupos que pretenden asaltar el poder aprovechando los procesos electorales han sentado sus reales. De ahí que los propios tabasqueños nos enorgullecemos en decir que disfrutamos la ley “de los cangrejos en el cesto” (el que trate de sobresalir lo tumbamos entre todos) y nos regocijamos también con el conocido apotegma tabasqueños que nos identifican con la gata angora: “si lo meten gritan, si lo sacan lloran” no hay palo que nos embone: si es mucho, malo, si es poco, peor.
Al menos con los últimos seis gobernadores hemos vivido tan singular enfrentamiento. Arturo Núñez sin duda, ha sido un gobernador sobresaliente por el respeto a las libertades de los individuos y de cualquier grupo político social económico o religioso a grado tal, que ha dejado ser a todos, inclusive a los propios perredistas que, ni yendo a bailar a Chalma, reconocen liderazgos ni grandezas.
Le preguntó José Cárdenas sobre la relación con los medios de comunicación en Tabasco, sin meternos en lo que contestó, queremos refrendar lo dicho en Rumbo Nuevo durante los años de su gobierno: respetuosa. Quizá, no faltan políticos que pretendan asustar con el petate del muerto, pero la amplia libertad que como comunicadores tenemos con él, nos ha enseñado a ser prudentes, tolerantes y respetuosos; es la práctica cotidiana de Arturo Núñez. Es la práctica cotidiana de los medios. La crítica que ejercemos del gobierno, es el ejemplo de nuestras libertades.
La definición sorpresiva y puntual del gobernante es la fortaleza en el próximo periodo electoral entre dos partidos: Morena y PRD, la alianza es inminente, y si se da, es una muestra más de su inteligencia y capacidad y reitera lo ya dicho: “con las alianzas adecuadas se construyen los compromisos y los triunfos”. Quienes no sepan leer política, se equivocarán irremediablemente con Arturo Núñez. Al tiempo.
