Diálogo o la ley
El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, afirmó que el gobierno federal está listo para transitar por el camino que los maestros disidentes deseen: el diálogo o la firmeza en la aplicación de la ley. México, D. F. Notimex Expresó que la gran mayoría de los mentores están dispuestos al cambio y que la […]
27 de noviembre de 2015

El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, afirmó que el gobierno federal está listo para transitar por el camino que los maestros disidentes deseen: el diálogo o la firmeza en la aplicación de la ley.

México, D. F.
Notimex
Expresó que la gran mayoría de los mentores están dispuestos al cambio y que la resistencia se centra en los liderazgos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que no quieren el cambio.
“Hay dos caminos y ellos tienen la opción de escoger por cualquiera de ellos: el de mantener escuelas sin clases y querer presionar a los maestros que sí se quieren evaluar. Si persisten en ese camino se van a encontrar un gobierno muy firme en la aplicación de la ley.
“Pero existe otro camino, es de que acepten la reforma educativa y caminemos juntos”, expresó al participar en la Reunión Anual de Industriales de la Concamín, donde felicitó particularmente a los maestros de Michoacán que rompieron por primera vez un cerco que les impedía participar en evaluaciones.
El funcionario sostuvo que “si quieren recorrer ese camino van a encontrar un gobierno abierto, dialogante, con el que podamos construir un mejor futuro, particularmente en los estados de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, que es donde más la necesitan”.
Dejó claro que los maestros tienen la decisión y que el gobierno federal está listo para los dos escenarios. Está listo, si quieren transitar por la confrontación, con un gobierno firme en la aplicación de la ley; ni más ni menos.
Nuño Mayer destacó que los problemas se han localizado hasta el momento en los estados de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.

De la calidad educativa
En otro tema, reconoció que la calidad educativa en México no está claramente donde debe estar y ponerla en el sitio en el que aspira la reforma en la materia implica actuar por lo menos 10 años para que arroje resultados concretos.
Y es que, explicó, el sistema educativo tenía muchos vicios y no estaba orientado ni al conocimiento ni al mérito, sino a fines políticos y distintos del educativo.
Hizo énfasis en que la reforma educativa ha llegado para transformar ese sistema y transitar de uno territorial y corporativo a uno de derecho y obligaciones, transparente, orientado al mérito y que tiene como fin último hacer realidad el derecho a una educación de calidad.

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