Luego que este al no estar desazolvado y tapado en algunas partes, el agua se extendió en siete calles

Jalpa de Méndez
Luis Roberto Ricardez
Corresponsal
Más de 700 pobladores de la villa de Jalupa, resultaron afectados por el desbordamiento del arroyo san Román, luego que este al no estar desazolvado y tapado en algunas partes, el agua se extendió en siete calles, afectando a 130 viviendas en las que las familias y adultos mayores permanecen entre el agua ante la falta de apoyo de las autoridades municipales y locales. Los afectados piden a las autoridades municipales que los apoyen para abrir canales que haga salir el agua de sus casas en las que los adultos y niños peligran al estar entre el agua y lo peor que pueden enfermarse.
Según dijeron los afectados del área, el arroyo san Román que tiene más de 15 kilómetros y que pasa por varias comunidades hasta llegar a Taxco, Nacajuca, al desbordar inunda las calles centrales y anega 130 viviendas, en las comunidades de san Román, san Marcos, centro de Jalupa y parte de la ranchería la Cruz, hasta llegar a Nacajuca.
Dominga Pérez, Anita Martínez, Remedio Álvarez, Trinidad Jiménez, Berta Coronel y Juana Jiménez, dijeron que desde la madrugada del lunes sus casas permanecen entre el agua, debido al desbordamiento que el arroyo ha causado, pues el agua se extendió en más de 8 calles y por ende hasta el interior de sus viviendas. Teniendo los vecinos que cerrar las calles que se encuentran a más de medio metro de profundidad y en la que no se puede caminar.
Los afectados, que temen enfermarse, dicen que “no hemos recibido la visita ni la ayuda de ninguna autoridad local o municipal, pues pese a los reportes que hacemos, nadie nos escucha y ya llevamos dos días entre el agua. Tememos enfermarnos, pues cocinamos entre el agua, no tenemos a donde ir”. Dice doña Dominga Pérez.
En tanto, que los vecinos, piden a las autoridades municipales la ayuda urgente, con despensas o con maquinaria para limpiar el arroyo o edificar canales naturales alternos, con el fin de que el agua salga del interior de las viviendas, en las que alcanza medio metro de profundidad, sin nada que poder hacer, pues sus muebles y enceres domésticos, están mojados y se pueden echar a perder.