La suerte política del Bufón de La Sierra está echada: aun librando la expulsión del PRI, será un político no grato a la confianza ciudadana
Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
La probable expulsión del Bufón de La Sierra, José Eduardo Rovirosa Ramírez, de las filas del PRI está cerca.
Al filo de las 10 horas de este miércoles, Fernando Morales Mateo, cumplió el traslado de notificación remitido por la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI al presidente municipal de Macuspana para que enfrente el expediente de expulsión partidista solicitado por cuatro regidores de ese ayuntamiento.
Cumplir con el mandato del CEN priista no fue fácil para el presidente de la Comisión Estatal de Justicia Partidaria. Enterado de su presencia en el Palacio Municipal, el controvertido Bufón de La Sierra armó un grupo «de gritones» que trataron de intimidar al ex dos veces diputado local.
«No tengo miedo de nada, menos de Cuco», narra Morales Mateo a su regreso de Macuspana.
Sostiene que, tras la ríspida recepción, el alcalde aceptó firmar de recibido la notificación que lo emplaza a responder en menos de 15 días a la demanda de expulsión integrada en el expediente 01-II/2017.
Mientras eso ocurre, la comisión estatal tiene hasta 48 horas, luego de notificar al incoado, para seguir el procedimiento de pruebas y alegatos, según establece el Código de Justicia Partidaria.
En el incómodo diálogo registrado entre los priistas en el Palacio Municipal, Rovirosa Ramírez –según Morales Mateos–, azuzó al grupo «de gritones» diciendo que el caso era personal; que su aún correligionario pretende expulsarlo del PRI para impedir que se reelija en la presidencia municipal o que sea candidato a la elección de gobernador en 2018.
«Se equivoca porque la comisión estatal no tiene facultades para expulsar a ningún militante. Eso le compete a la comisión nacional de justicia partidaria», aclara el también ex secretario del ayuntamiento de Macuspana, quien no dejó de afirmar que, como militante, «Cuco me debe varios favores. Yo lo ayudé a que de nuevo fuera presidente municipal», reitera.
Sea como fuere, la suerte política del Bufón de La Sierra está echada: aun librando la expulsión del PRI, será un político no grato a la confianza ciudadana.
