Al pedir una oración por las personas lesionadas y muertas en la explosión de una pipa en el municipio de Huimanguillo, el Obispo Gerardo de Jesús Rojas calificó este hecho como un sinónimo de la pobreza “pues por unos pesos que no tienen por falta de trabajo, arriesgaron su vida”, por lo cual “todas las autoridades deben hacer una reflexión de ello y buscar soluciones reales”. El prelado dejó en claro que se tienen que buscar alternativas y soluciones a la pobreza que impera en estas zonas, “no solo de Tabasco, sino de todo el país”, en donde la pobreza les orilla a realizar este tipo de situaciones.
El líder de la grey católica del estado, enfatizó que el accidente registrado el pasado jueves, es muestra de la precaria condición económica en que viven muchas felicidades del país

Luis Ruiz Sandoval Frade
Rumbo Nuevo

Al pedir una oración por las personas lesionadas y muertas en la explosión de una pipa en el municipio de Huimanguillo, la noche del pasado jueves, el Obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas, calificó este hecho como un sinónimo de la pobreza, “pues por unos pesos que no tienen por falta de trabajo, arriesgaron su vida”, por lo cual “todas las autoridades deben hacer una reflexión de ello y buscar soluciones reales”.
Al ofrecer su tradicional rueda de prensa y momentos antes de presidir la ceremonia católica de Domingo de Ramos, el prelado dejó en claro que se tienen que buscar alternativas y soluciones a la pobreza que impera en estas zonas, “no solo de Tabasco, sino de todo el país”, en donde la pobreza les orilla a realizar este tipo de situaciones.
“La situación es penosa, porque la gente que resultó lesionada o muerta estaba realizando la rapiña del combustible por pobreza, lo cual debe llamar la atención y hacer consciencia sobre la difícil situación económica que se vive”.
Apuntó además que “también esto nos llama la atención, con todo lo que se pueda decir y juzgar, quizá faltan medios con los que la gente pueda ganarse su sustento, hay mucha pobreza, mucha miseria en esa zona, se necesitan fuentes de trabajo», expresó el obispo.
Puntualizó que es un llamado a tiempo para todas las autoridades, que no dejen solo el tema como una tragedia, sino que se tiene que determinar los porqués, de que la gente, sin mediar el riesgo que ello representaba, buscaron algo para obtener unos pesos.
En el tema de los posibles recortes presupuestales en los gobiernos, el prelado dijo que es una responsabilidad de los mismos administrar los presupuestos en bien del pueblo. «Si los programas y proyectos se ofrecieron en la campaña, hay que cumplirlos, y también en cuanto a los sueldos, son responsables, ante el dinero del pueblo».
Añadió que además de reforzar la seguridad para evitar más desgracias, es necesario que las autoridades busquen fomentar nuevas alternativas para que se ocupen las personas que viven en la zona, pues existe mucha pobreza.