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Anexo Político: Centro se va a pintar de verde confía Rosalinda López
En entrevista exclusiva con Rumbo Nuevo, El Diario de la Vida Tabasqueña, la candidata común entre el PVEM y el PAN, sostuvo que hay una empatía natural con las paisanas, sin importar colores ni religiones. Siempre las tabasqueña somos solidarias entre nosotras, hay mucha coincidencia”, Las mujeres hacemos la diferencia: Rosalinda Es la tercera vía […]
20 de mayo de 2015

En entrevista exclusiva con Rumbo Nuevo, El Diario de la Vida Tabasqueña, la candidata común entre el PVEM y el PAN, sostuvo que hay una empatía natural con las paisanas, sin importar colores ni religiones. Siempre las tabasqueña somos solidarias entre nosotras, hay mucha coincidencia”,

Las mujeres hacemos la diferencia: Rosalinda
Es la tercera vía en la alternancia tabasqueña
Centro se va a pintar de verde, asegura RLH

Erwin Macario
Rumbo Nuevo
Hace dos años, el 18 de mayo, una boda parecía unir los destinos políticos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). El gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez fue un testigo de la novia, la diputada local tabasqueña Rosalinda López Hernández. El de Chiapas, Manuel Velasco Coello, del novio, Rutilio Escandón Cadenas, presidente del Tribunal Superior de Justicia de aquella entidad federativa. Un testigo perredista, el otro pevemista.
Esa vez, nadie pensaba el distanciamiento político que después vendría. Ahí estuvieron, aunque fue una ceremonia privada muy selecta, connotados políticos mexicanos de ambos partidos. Y del PRI, como Humberto Mayans Canabal, cuñado de la contrayente. Empresarios como Ignacio Cobo González. Y amigos cercanos de la pareja. Era una boda política. Presunta alianza, para el 2018, entre el PRD, con su gobernador Arturo Núñez, y el PVEM, con su mandatario Manuel Velasco Coello. Pero se tenía que pasar, dos años después, este 2015, la aduana electoral tabasqueña. Algo no funcionó.
Hoy, la entonces diputada local es candidata a la presidencia municipal de Centro. Pero no como abanderada del PRD, partido que se vio obligada a dejar no con mucha tersura: pocos días antes que pidiera licencia al Congreso de Tabasco para ir a campaña por el PVEM y el PAN, la presidenta de la Junta de Coordinación Política de ese Poder Legislativo, Neyda Beatriz García Martínez, le arrebató prácticamente la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, de la que era presidenta y en la que la propia líder de la fracción perredista, mayoritaria en el Congreso, le había colocado escollos para su trabajo legislativo al aumentar a quince diputados el número de integrantes de esa comisión.
Los acuerdos de tan importante comisión, la primera en la lista del Congreso, tendrían, así, casi la mayoría al bajar dictámenes al pleno. La actual LXI legislatura cuenta con 35 diputados. 21 de mayoría relativa. 14 de representación proporcional. Bastaría el cabildeo para lograr otros tres votos. Pero no era Rosalinda quien esto pudiera hacer. Se le había colocado una mayoría de compañeros legisladores que la frenarían en caso de que no fuera candidata a la alcaldía.

Rechazo a compra de votos
Este martes 12 de mayo, Rumbo Nuevo acompaña a Rosalinda en un recorrido por la colonia Gaviotas, que inicia en la calle Enrique Jiménez esquina con el malecón Leandro Rovirosa. Casa por casa saluda a quienes la reciben. Con ella camina el candidato a diputado local por el VI Distrito, José Manuel Cruz Castellanos y el enlace del PAN con los candidatos de este municipio, Alfredo Gómez Vázquez. La caminata se alarga por la calle Pepe del Rivero. Puro nombre de músicos en las calles de esta parte norte de Gaviotas.
El sol no está como otros días, pero el cronista pide una gorra. Un borrachín, sudado por la caminata, se quita la que le han regalado. ¨La quiero nueva”. El donante encara al candidato a diputado que luce su cabeza, pelona, a pleno sol. “No es para él”, terciamos. Se enoja y le sale el encargo: “Por gente como ésta están mal los candidatos…”. La gira sigue y, más adelante Cruz Castellanos entrega la gorra verde, que nos ponemos en protección del sol. Literalmente.
Es un día de pan y gloria. El pueblo no olvida. Todo lo registra Rosalinda. Doña Mireya Sandoval Lamoyi, votará por ella. “Perdí mi cita con el médico por esperar a la candidata, hija de un hombre al que queremos, licenciado Payambé López Falconi”, explica en su hogar, Luis Jaidar 315 A. Varias mujeres mencionarían a su padre y las delicias de la cocina de su madre. Le piden un libro que editó su mamá. Doña Mireya sólo pide que restablezcan el servicio de lanchitas en el paso Cicom.
La familia Carrera Aguilar y sus vecinos de la esquina de Pepe del Rivero con Manuel Pérez Merino coinciden: únicamente quieren les dejen reparar el drenaje y el registro de esa esquina. En del Ayuntamiento les han negado permiso.
A una mujer que le pide dos camiones de grava, para una iglesia, Rosalinda le explica que en campaña eso se considera compra de votos. Y le da lo mismo que a todas las familias visitadas: su promesa de ser la diferencia en el Ayuntamiento de Centro y dos trípticos; uno de ella, el otro de De la Cruz Castellanos.
“Voto verde, por favor”, dice Rosalinda en cada casa. Escucha el descontento contra quienes no regresan después del voto. Ella ha estado en las boletas para diputada local, federal; y senadora. “Luego se olvidan del pueblo. Va a pasar lo mismo. Deben mantener su palabra y servir al pueblo”, dice a los candidatos del Verde y PAN, Humberto González, de la casa 908, calle Pepe del Rivero. “Marquemos la diferencia”, responde Rosalinda y se nota una esperanza en ese rostro decepcionado, como algunos otros. “No me callo, no me callo, Rosalinda es mi gallo” se escucha la porra que a veces nos sorprende con un conocido slogan que nos hacer recordar otro partido: “ya llegó, ya está aquí… Rosalinda y dice sí”.
Un día de poco sol y pan. Varias panaderías en la ruta. En una de ellas, Reyes Morales Gallegos recibe el tríptico y la petición de voto.” Paga” con pan a los candidatos. Lo mismo pasa en el negocio “postres Narella”, donde empezamos a entrevistar a Rosalinda. —Rosalinda López Hernández no es una desconocida en Tabasco, en el municipio de Centro que aspira gobernar. Ha sido diputada federal, dos veces diputada local y senadora. ¿Todos estos cargos pasando por la aduana de los votos? —surge la primera pregunta. “Salvo por la elección pasada”, es parte de la respuesta.

El santo olor de la panadería
En otra casa la recibe la familia de don Gregorio Hernández Gamas, que todas las tardes lleva el santo olor de la panadería al centro de la ciudad, con panes que le traen de Tenosique. Unas panetelas le entregan a Rosalinda que en la visita a “Postres Narella”, es invitada a pasar donde fabrican esas delicias y candidata y candidata reciben dos conchas rellenas. “Para el café”, explica Rosalinda. Otros acompañantes han comprado sus «glorias» en otras panaderías visitadas…
A Rosalinda le acompañamos después de varios intentos fallidos con su gente para poder conocer su agenda diaria de campaña. Acto público, al fin, le caemos de improviso en este recorrido. Y caminamos con ella un rato. El suficiente para fijar las preguntas. Y tener las respuestas.
En la parte más fea de la calle Pepe del Rivero, una serie de baches, el fotógrafo Beto Chablé Ruiz toma una foto panorámica de la marcha por el poder femenino de vuelta al Ayuntamiento de Centro. Ahora como una opción distinta al PRD y al PRI. Encargamos fotos exclusivas a los compañeros que esta vez andan en el recorrido.
Pan, gloria, poco sol, pero los mismos y más agravados problemas. Han izado bandera blanca en el combate a la tuberculosis pero una mujer se acerca a los candidatos. Padece la enfermedad. “Perdón, por haber revelado que está usted enferma ”, dice Rosalinda a la señora por haber comentado al cronista. “Omitiré su nombre”, ofrezco. “Es curable, te curaras. Toma tus medicinas y aliméntate bien”, le aconseja el doctor Cruz Castellanos.
El recorrido de Rosalinda es, por sí, importante. Las Gaviotas es una de las colonias más densamente pobladas del municipio. Hay muchos votos, pero también vetos. Los agudos problemas han provocado estos en la ciudadanía. Por eso es válido el grito de los jóvenes de la porra: “Yo, si le voy, le voy a Rosalinda. Yo, si voto, voto por Rosalinda”. El sufragio condicionado. Como bien lo ubica don Manrique Amadeo Estrada: “Yo no voto por Evaristo ni por el PRD. Ahora nos quitaron el agua. Quién sabe qué más nos quitarán”.
Don Manrique recibe a la fórmula a la alcaldía y diputación por el VI distrito y surge la queja repetida: “Los maleantes se habían ido de esta zona, pero ya regresaron…ahora nos falta agua”.
Ciro Morales aborda a Rosalinda en una esquina de Pepe del Rivero. Por la misma razón de inseguridad ha cerrado una taquería en la calle Simón Sarlat, del centro de Villahermosa.
La vida del pueblo transcurre tranquila. Don Candelario Santiago saluda desde su caballo “Canario”. Es sobreviviente de los lecheros. Le pone la gorra verde a su montura. Caballos también vemos, ponis bien cuidados, al visitar el domicilio de Carlos Raúl de la Cruz, que junto con Toño Reyes Zurita, Manuel Priego y Franklin Cordero, fueron fotógrafos de Carlos Madrazo. Una caballeriza en la parte de atrás del domicilio mantiene unos veinte animalitos que usan en las ferias para el sueño infantil de una fotografía. En la inundación del 2007 los subió al techo de la casa.
—¿Te acuerdas de mí? —Es Jesús de la Cruz Baeza, el que interroga a Rosalinda. Es Comité de Base del PRD. “Va a apoyar a Rosalinda”, me comenta uno de los que organizan las visitas de la candidata a presidenta municipal. La conoció en el PRD. Ahora apoya a la persona, no al partido, como se escucha en varias visitas. “Yo he sido delegado en mi colonia”, le dice, por otra parte, don José Jiménez Jiménez, al ofrecerle su apoyo. Ha sido delegado por otros partidos.

Rosalinda y su deslinde
El temor perredista es que no fuera candidata por el PRD. La propia Rosalinda había prendido los focos rojos en el partido amarillo al aparecer en un acto cívico, el 4 de junio del año pasado, 2014, en el aniversario luctuoso de Carlos A, Madrazo Becerra, junto a Roberto Madrazo. Y con su esposo Rutilio Escandón. Se habló, entonces, que Rosalinda sería candidata de una alianza entre el PRI y el PVEM.
A Rosalinda la habían empujado a esa situación difícil. Tan difícil que en el propio PRI empezaron a cerrarle el paso. Pero Roberto Madrazo maniobró y se quedó con la franquicia del Partido Verde, que entregó a su hijo Federico Madrazo. Comenzó, de parte de Roberto Madrazo, una labor de zapa contra el PRI… y contra el PRD. Rosalinda fue invitada y aceptó ser la candidata verde en alianza con el PAN. En el PRD lo sería Gerardo Gaudiano Rovirosa. En el PRI, Evaristo Hernández Cruz. El partido Movimiento de Reconstrucción Nacional, que parecía la iba hacer candidata por su cercanía con Andrés Manuel López Obrador, postuló al más cercano, el que le ha manejado sus finanzas al líder nacional, desde el PRD y luego en el Gobierno del Distrito Federal, Octavio Romero Oropeza. Para ellos, Rosalinda se había alejado aquel 4 de junio, en el homenaje a Madrazo. Del PRD y de Morena. De los amarillos ya se deslindó .
Rosalinda López tuvo toda una carrera política en el PRD, una de las más relevantes por ser una política que era perredista pura, en tanto otros líderes, candidatos, funcionarios públicos y de elección popular habían llegado a ese partido como parte del desprendimiento priísta que inició con la llamada Corriente Democrática, a mediados de los ochenta, liderada por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Carlos Tello Macías, Rodolfo González Guevara y, posteriormente Andrés Manuel López Obrador.
Su postulación, pues, a la candidatura a la presidencia municipal de Centro, por el PRD, se daba por un hecho. La boda del 18 de mayo, con la asistencia, como testigo de ella, de Arturo Núñez parecía confirmarla. Y con alianza del PVEM. Hasta que se le vio en el aniversario luctuoso de Carlos Madrazo Becerra. Parecía que el PRI iría, con Rosalinda, en alianza con el PVEM. Estaban rotos, aunque Rosalinda no lo creía, los lazos con el PRD. Y con Arturo Núñez Jiménez, su gobernador.
A hora, a sus 48 años puede colocarse en la antesala de la gubernatura de Tabasco, la presidencia municipal de Centro. Hace 15 años, en el 2000, iniciaría este proyecto al ser electa diputada federal por el IV Distrito Electoral Federal de Tabasco. Del 2003 al 2006, fue diputada local y al término fue electa senadora por Tabasco, cargo que ocupó hasta el 2012 en que nuevamente es diputada local. Todos estos cargos dentro del PRD, del que fue consejera estatal y nacional. La amistad es la base de sus triunfos. Dice ser amiga de todos y cree en la reconciliación de los tabasqueños. “Queremos abonar a la reconciliación sin ánimos rencorosos ni revanchistas , que en nada han ayudado a nuestro estado”, dice a Rumbo Nuevo.
Rosalinda López Hernández comenta sobre esto, entrevistada durante un recorrido, en una campaña política en la que si bien ha sentido ser combatida por sus compañeros ex dirigentes del PRD; y la indiferencia y suspicacia de la gente cercana a López Obrador, así como cierta molestia en algunas mujeres priístas que no dejan de verla como enemiga. «Hay una empatía natural con las paisanas, sin importar colores ni religiones. Siempre las tabasqueña somos solidarias entre nosotras, hay mucha coincidencia”, dice Rosalinda, que ha sabido caminar esta campaña y subir su porcentaje en la preferencias electorales donde se le coloca en un segundo o tercer lugar pero con mayor tendencia a crecer en el interés ciudadano, por arriba de Gerardo Gaudiano, del PRD, y Evaristo Hernández Cruz, del PRI, en orden ascendente.

Por eso vemos muchos nerviosos
— Rosalinda López Hernández no es una desconocida en Tabasco, en el municipio de Centro que aspira gobernar. Ha sido diputada federal, dos veces diputada local y senadora. ¿Todos estos cargos pasando por la aduana de los votos?, preguntamos.
— Salvo por la elección pasada. Tres veces electa. La segunda diputación local es por la vía plurinominal –empieza, cautelosa, la entrevista, tan difícil de conseguir, por su gente cercana que le estorban.
— ¿Cuántos días efectivos de campaña, candidata? ¿No cree que usted sí resultó perjudicada con el paro de campañas para que hubiera candidaturas femeninas a las alcaldías?
— Más o menos 35 días; no considero, como mujer, ningún perjuicio por el fallo del tribunal, en parte debido a una visión cerrada de las cúpulas partidistas en términos de participación de los cuadros femeninos.
— ¿Por qué el “@amigarosalinda” en las redes? ¿Qué porcentaje de su campaña utiliza las redes sociales. Cree en ellas?
— Porque considero que es una definición acerca de mi persona; soy amiga de todos, de todas; creo en la reconciliación de los tabasqueños. No puedo dar un porcentaje por una razón: no todos los habitantes del Centro tienen acceso a las redes, por eso, hasta ahora, nos ayudan y apoyan más como una dinámica de promoción.
— Rosalinda tiene amigos y votos en el PRD, amigos y votos en Morena. En el PRI se opusieron las mujeres a que fuera la candidata externa en alianza con otro partido ¿cuánto estima la candidata a alcalde municipal de Centro que le darán en porcentaje de votos las mujeres de los partidos que la llevan como candidata PVEM y PAN y las de los otros partidos?
— Hay una empatía natural con las paisanas, sin importar colores ni religiones. Siempre las tabasqueña somos solidarias entre nosotras, hay mucha coincidencia; pero más allá de cuestión de sexo, lo importante son nuestras propuestas que reflejan el sentir y la inquietud de muchas mujeres del Centro.
— Es Rosalinda López Hernández la opción del voto femenino en el municipio de Centro, donde, con excepción de Movimiento Social, los otros partidos postularon hombres a esa candidatura?
— Soy la opción de quienes quieren un cambio en el municipio, de quienes consideran que las mujeres hacemos la diferencia.
— ¿Está Rosalinda López Hernández cómoda en una candidatura a la que llega presuntamente desairada por el PRD y combatida por el PRI, de los que se pensaba podría ser la candidata, en el primer caso por su militancia de perredista pura y en el segundo como una alianza con el PVEM al no estar en el proyecto del PRD? —pregunta Rumbo Nuevo mientras pasamos de un sitio a otro de la gira de este no tan caluroso día.
— Estoy muy contenta y agradecida con la candidatura externa que me ofrecieron el partido Verde y el Partido Acción Nacional; y estoy más contenta de estar construyendo un proyecto ciudadano, donde cabemos muchos: más allá de filia y fobias partidistas —se da la respuesta inteligente, mesurada.
— ¿Hasta dónde, realmente, influyó en la decisión del PRD el que Rosalinda López haya aparecido del brazo de Roberto Madrazo en un homenaje a Carlos Madrazo ? Quién le hizo la invitación a asistir? ¿O sólo lo hizo por acompañar a su esposo, Rutilio Escandón, con el que posiblemente sí había pactado Roberto una alianza para el 2018? —picamos a la candidata de PAN y PVEM. Las palabras salen precisas de su boca, posiblemente medio enojada con la pregunta:
— Primero, yo no aparecí del brazo de RMP. SÍ, recuerdo bien, yo acompañé a un amigo que es gobernador de Chiapas, por cierto, de raíces tabasqueñas, y a mi esposo; saludé, como saludé a muchos, a RMP. Por cierto, el homenaje es un evento cívico del Gobierno del Estado que se realiza desde hace muchos años en memoria del ex gobernador Carlos Madrazo Becerra.
— Con toda una carrera política ascendente dentro del PRD, perredista pura que no había participado en otro partido ¿no hubiera sido más fácil a Rosalinda pelear la candidatura del PRD, conciliar con gente como Gerardo Gaudiano, y ser candidata del partido en el Gobierno?, —inquirimos queriendo sacar astilla. Rosalinda hace el deslinde:
— Yo decidí, al igual que muchos militantes del PRD, como el ingeniero Cárdenas, Alejandro Encinas, Marcelo Ebrard, María Rojo, Agustín Guerrero, AMLO, mi salida del partido, porque éste había dejado de ser útil para la sociedad, y después de los lamentables sucesos de Iguala creo que nos mostró su descomposición y el alejamiento de las luchas por las que fue creado.
— ¿La amistad con Andrés Manuel López Obrador, no era otra opción mejor en el partido Morena, que ser candidata del Verde en alianza con un partido que no es de izquierda?,— nos vamos más a fondo. Pero de nuevo la mesura política:
— Yo respeto y quiero a AMLO , sin embargo estoy enfocada en construir un proyecto ciudadano que rescate lo mejor de todos y se refleje en acciones de gobierno
— ¿Llegó AMLO a su boda, hace dos años?, —pregunto para confirmar mi reportaje en esta entrega con la que Rumbo Nuevo mantiene igualdad a los candidatos que han respondido a sus páginas abiertas. Entiendo el silencio y lo llevo a este texto, al mencionar esa boda que para Rosalinda no tiene las connotaciones políticas que le da el reportero.
— ¿Qué diferencia entre gobiernos municipales perredistas y priístas ofrece Rosalinda a los electores y demás habitantes del municipio de Centro?
— La diferencia principal es que hay que rescatar lo bueno y desechar lo que no es útil; ser seria en el trabajo administrativo y, principalmente, queremos abonar a la reconciliación sin ánimos rencorosos ni revanchistas, que en nada han ayudado a nuestro estado
— ¿Con cuántos se gana esta elección? ¿Cuántos ha tenido Rosalinda en la elección más fácil con el voto duro perredista? Cuántos votos piensa le aportarán PAN y PVEM en estos comicios?, amiga Rosalinda, —buscamos tener una idea del lugar en estos comicios.
Nos van a sobrar votos, y vamos a ser la tercera vía de gobierno que los tabasqueños desean,
— ¿Cómo van las encuestas hasta este día? —nos conformamos sin las cifras. Y Rosalinda muestra, con su respuesta, el optimismo que la mantiene como una tercera vía en la alternancia de la política en Tabasco:
—Excelente. ¡Por eso vemos muchos nerviosos!
“Centro se va a pintar de verde”, había dicho Rosalinda a una compañera de Canal 9 que la entrevistó durante el recorrido.

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